14 enero, 2016
Rosario: el Río Paraná sigue creciendo y llegó al nivel de evacuación
Continúa el alerta en algunos barrios de la ciudad de Rosario por la crecida del Río Paraná que no cesa. El Barrio Mangrullo, asentado sobre el Brazo Seco del arroyo Saladillo, es el más afectado. Hasta la fecha se han informado, por parte de la Municipalidad, asistencia a dos familias.

Continúa el alerta en algunos barrios de la ciudad de Rosario por la crecida del Río Paraná que no cesa. El Barrio Mangrullo, asentado sobre el Brazo Seco del arroyo Saladillo, es el más afectado. Hasta la fecha se han informado, por parte de la Municipalidad, asistencia a dos familias.
Este miércoles Celeste Lepratti, concejala del Frente Social y Popular recorrió, junto a su equipo, el Barrio Mangrullo con el objeto de conocer en detalle cuales es la situación de las 30 familias que viven a la vera del Brazo Seco del arroyo Saladillo y avanzar desde el Concejo Municipal en iniciativas para resolver el problema habitacional de estos asentamientos.
Las inundaciones que arrasaron en las últimas semanas nuestro país, principalmente en el litoral, también tuvieron sus consecuencias en varias localidades de la provincia de Santa Fe. La ciudad de Rosario no ha sufrido, aún, grandes evacuaciones. Las zonas más afectadas por la enorme crecida del Paraná, que llegó este miércoles a las 5,55 metros -y superó así por 25 centímetros el nivel de evacuación- fueron las costas balnearias y las islas.
Hace aproximadamente una semana se clausuraron las playas balnearias de la Rambla Cataluña, donde se registraron presencias de víboras y grandes camalotes que hacían imposible disfrutar del agua. Los paradores de las islas corrieron, en su mayoría, la misma suerte. En el caso de las viviendas y escuelas de las islas entrerrianas, se avanzó en evacuaciones ya que el agua comenzó a ingresar a las casas.
En la provincia de Santa Fe, suman más de 1.400 las personas evacuadas. Las localidades más afectadas son Reconquista, Las Toscas, San Javier, Santa Rosa de Calchines, Santa Fe, Santo Tomé, Arroyo Leyes y Arocena.
Cuando las fuertes lluvias se instalan en las zonas aledañas a los ríos, surgen muchas versiones sobre cuales son las verdaderas razones de semejantes “catástrofes”, por qué siempre son las poblaciones más pobres las que sufren. Asimismo se plantea el debate sobre qué soluciones deberían haberse tomado para que estas circunstancias no se repitan, año tras año.
Mientras los bordes de un río se mantienen inestables y sin tratamiento de infraestructura, los ocupan sectores marginados que no tienen posibilidades de construir sus viviendas en un lugar mejor, suceden los mismo con las casillas que se instalan a la vera de las vías del ferrocarril. Pero cuando aparecen las obras de ingeniería y la regulación estatal, estos sectores se ven desplazados por las empresas de la construcción sufriendo así una nueva exclusión.
Lucía Pérez, desde Rosario – @LuPerezRivera
Foto: Prensa Celeste Lepratti
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