América Latina

30 noviembre, 2015

Estudiantes y docentes toman 170 escuelas en San Pablo

En contra de un decreto del gobernador del Estado de San Pablo, Geraldo Alckmin, que dejará sin escuela a cientos de miles de estudiantes, la comunidad educativa paulista decidió actuar y ocupar 170 establecimientos hasta que se de marcha atrás con la medida.

En contra de un decreto del gobernador del Estado de San Pablo, Geraldo Alckmin, que dejará sin escuela a cientos de miles de estudiantes, la comunidad educativa paulista decidió actuar y ocupar 170 establecimientos hasta que se de marcha atrás con la medida.

El 9 de noviembre comenzó la protesta contra el Decreto de Reorganización Escolar emitido por Alckmin, del Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB), principal agrupamiento opositor al gobierno actual del Partido de los Trabajadores (PT), encabezado por Dilma Rouseff.

«Con la normativa se pretende el cierre de al menos 94 liceos, perjudicando a más de 311 mil estudiantes y 74 mil profesores», informaron en un artículo publicado en conjunto Brasil de Fato, Brecha y Colombia Informa.

En este sentido un estudiante de tercer año de la Escuela Estadual Fernão Dias manifestó a Brasil de Fato que de implementarse esta resolución “la cantidad de personas que van a tener que cambiar de escuela, muy lejos de su hogar, es muy grande”.

Por su parte, el gobierno estadual no ha dado demasiadas respuestas a la situación. El gobernador solicitó desalojar por la fuerza las escuelas, lo cual fue rechazado por la Justicia. Asimismo el 19 de noviembre manifestaron tener la «voluntad» de suspender el decreto, pero allí quedó todo.

Según el artículo antes mencionado, este gesto fue interpretado por estudiantes y docentes «como una estrategia de distracción para que, al llegar las vacaciones de fin de año, implementen la reorganización inconsulta».

Entre las distintas muestras de apoyo que recibió el movimiento se encuentra el brindado por el Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (MST) que donó mil litros de leche, 500 litros de jugo de uva y mil cajas de chocolate. Todo producido en sus cooperativas de Reforma Agraria.

«Para la dirección del MST, es importante apoyar la organización social autónoma de los estudiantes que, en este momento, están dando clases de consciencia y movilización en la lucha por el derecho a la educación, que es una bandera de toda la sociedad. En ese sentido, toda la solidaridad es necesaria», informaron a través de un comunicado.

La juventud organizada

La nota colaborativa realizada entre distintos medios del continente registró un hecho que muestra en su plenitud las características de esta lucha docente-estudiantil.

«Juan es uno de los jóvenes que le apuestan todo lo que tienen a esta movilización. Su escuela, la Salvador Allende, se convirtió en una referencia. Sus estudiantes y docentes apoyan la ocupación y la resistencia de los centros educativos cercanos».

Desde allí se planificó la toma la Escuela Salim Maluf, pero la apuesta fracasó. «Eran las nueve de la noche en el este de Sao Paulo cuando un grupo de diez estudiantes, a los que acompañamos, intentaron romper los candados de la puerta principal. Al instante, un agente de policía armado que se encontraba en la zona abordó a los pequeños. Nos dispersamos poco a poco con el sentimiento de tristeza por lo ocurrido».

No obstante, la cosa no quedó ahí. Al regresar a la Salvador Allende se reunieron nuevamente para volver a intentarlo.

«En la pizarra verde plasmaron el contenido de una hoja blanca que Juan cargaba en su bolsillo. Una línea, varios cuadros, otros símbolos: ‘Este es el mapa de la escuela’, señaló. Así iniciaron las hipótesis de cuál era la mejor forma de ocupar la Salim Maluf, contando siempre con el antecedente del factor sorpresa roto por la llegada de la Policía».

El grupo, que al comienzo era de diez estudiantes, fue creciendo progresivamente hasta alcanzar las 40 personas, incluidos varios docentes, que debatían hasta altas horas de la noche.

Entonces resolvieron volver a intentar tomar el colegio Salim Maluf durante la madrugada. Para ello «tenían un detallado plan que contemplaba desde una acción de distracción a la policía, hasta la cantidad y la manera de disponer a los estudiantes en la toma. ‘Hablen de a uno, así no podemos pensar, levanten la mano’, dijo Juan, y enseguida le dio respetuosamente la palabra a un profesor: ‘Disculpe profesor, ahora sí puede hablar’. Para organizarse, quien levantaba primero indicaba un uno con su índice. El segundo un dos, y así sucesivamente para armar la lista de opiniones. La actitud de los estudiantes es conmovedora. Tienen muy claro lo que están defendiendo. Y por qué».

Foto: Marcelo Aguilar/Brecha (Uruguay)

Si llegaste hasta acá es porque te interesa la información rigurosa, porque valorás tener otra mirada más allá del bombardeo cotidiano de la gran mayoría de los medios. NOTAS Periodismo Popular cuenta con vos para renovarse cada día. Defendé la otra mirada.

Aportá a Notas