Nacionales

30 noviembre, 2015

Energía para Juan José Aranguren, un empresario que siempre hizo política

Juan José Aranguren viene de dirigir la petrolera Shell en el país y ocupará el nuevo Ministerio de Energía y Minería a partir del 10 de diciembre. La trayectoria de uno de los tantos empresarios que ocuparán el nuevo gabinete nacional.

Después de haber ganado el ballotage, Mauricio Macri dio a conocer los nombres del futuro gabinete y de alguno de los lugares importantes del gobierno nacional. Sin grandes sorpresas, el electo presidente ocupó los lugares del poder ejecutivo con referentes del PRO, su partido, con algunos pocos radicales y con fuerte presencia de directivos provenientes del sector privado. Uno de los más conocidos de estos últimos es Juan José Aranguren, que viene de dirigir la petrolera Shell en el país y ocupará el nuevo Ministerio de Energía y Minería a partir del 10 de diciembre.

Aranguren sabe presionar y mover piezas para lograr objetivos que ayuden a sus intereses. Ese fue su estilo siempre. No está dando “un salto a la política” desde el sector privado, si no que va a continuar haciendo política, pero ahora desde el Estado argentino y con el respaldo de los votos de Macri.

Aranguren trabajó en la empresa anglo-holandesa Shell (una de las diez más importantes del mundo) durante 37 años y en los últimos 12 fue CEO en Argentina. Asumió en 2003 como gerente general al mismo tiempo que asumía como presidente del país Néstor Kirchner. Es que su estilo abierto, confrontativo y sin pelos en la lengua pertenece más a estos 12 años de kirchnerismo que al discurso de la “revolución de la alegría” y de la “paz” de Cambiemos. El desafío de asumir un cargo en el Estado nacional y cierto cansancio luego de tanto tiempo en Shell lo llevaron a irse a mitad de este año de la petrolera a la que entró a los 25 años.

Aranguren nació en Entre Ríos (igual que Miguel Galuccio, CEO de YPF) el 31 de agosto de 1954 en una familia radical. Se sumó como profesional senior a Shell en 1979. En 1984 fue a trabajar a la filial de Australia y en 1995 le tocó ir a Londres. Siempre en Shell, desde 1997 se quedó en Argentina asumiendo cada vez más responsabilidades en la filial.

Sin lugar a dudas Aranguren tiene un profundo pensamiento económico liberal. Hace 40 años que ve a la energía como la herramienta para acumular dinero y poder empresarial. Cree que los precios de la energía deben estar alineados con los precios internacionales. Por eso, cada vez que subió el precio del petróleo, Shell (segunda en ventas de combustibles en el país) aumentó los precios de las naftas. Pero cada vez que los precios internacionales del crudo bajaron, Shell no los bajó.

Es un empresario que viene del sector petrolero pero que siempre tuvo intervenciones sobre la política en general. Sus discursos y declaraciones siempre fueron insinuaciones de lo que él mismo interpretaba que se debería hacer desde el gobierno. Siempre opinó sobre la inflación, sobre el precio de los alimentos, sobre el “equilibro de los tres poderes del Estado”, etc. Aunque siempre fue un ejecutivo de una empresa petrolera.

En estos 12 años siempre fue opositor al gobierno de Néstor Kirchner primero y a los de Cristina Fernández después. En marzo de 2005, con la excusa de una suba del precio internacional del barril de petróleo, Shell aumentó en poco tiempo los combustibles en un 4% en el mercado local. El entonces presidente Kirchner llamó a no comprarle “ni una lata de aceite” a Shell. Ese año el kirchnerismo escrachó 33 estaciones de servicio de Shell y bloqueó la refinería que la petrolera tiene en Dock Sud. Si bien no tuvo las dimensiones del conflicto de “la 125”, el gobierno y Shell protagonizaron una fuerte disputa.

Es el día de hoy que Aranguren todavía cree que en 2005 el gobierno en realidad tenía la intención de comprar Shell en sociedad con la PDVSA del gobierno de Hugo Chávez. Eso nunca ocurrió.

Durante esos días, Aranguren dijo: “Cuando uno está jugando un partido, cuando se tiene el calor típico de alguien que está en la cancha, tratando de hacer lo mejor posible, los golpes, los dolores pasan. En caliente, no se siente”. Un jugador que entiende las reglas de la política.

Las disputas también fueron con Guillermo Moreno, el ex secretario de Comercio. Por temas de precios y desabastecimiento, Aranguren recibió 83 multas (por un millón de pesos cada una) de la secretaría conducida por Moreno. De esas 83, 54 fueron con pedidos de prisión, es decir, fueron causas penales (hasta ahora fue sobreseído en 37 causas en todas sus instancias).

El tema de los precios de las naftas siempre estuvo de fondo. Aranguren impulsaba los combustibles para arriba sabiendo que, por ese entonces, Shell marcaba un precio de referencia a otras marcas. El gobierno intentaba en ese entonces avanzar con un absurdo proceso de “argentinizar” (pasar a capitales nacionales) a la empresa YPF mediante el Grupo Petersen de la familia Eskenazi.

En 2007 se encargó de hacer público que había votado en las elecciones presidenciales a Elisa Carrió, que salió segunda con el 23% de los votos detrás de Cristina Fernández, que obtuvo el 45%.

Durante estos últimos años Aranguren se mantuvo como fuerte opositor al gobierno. Fue crítico del proceso de estatización del 51% de YPF en 2012, aunque apoyó la indemnización a Repsol. También apoyó el acuerdo para explotar Vaca Muerta entre YPF y Chevron de 2013. “Argentina necesita estos acuerdos para ser confiable con el resto del mundo”, dijo en su momento.

En su discurso de despedida en las oficinas de Shell, del cual participó Elisa Carrió, dijo que «los pueblos que miran para atrás se congelan y los que miran para adelante tienen proyecto de futuro». En eso anda ahora Juan José Aranguren, ya que esta formando su equipo para el Ministerio de Energía.

Suenan los nombres de Andrés Chambouleyron y Sebastián Scheimberg, ambos de la Fundación Pensar y cercanos a Daniel Montamat, ex secretario de Energía del gobierno de Fernando De la Rúa. Por estos días está manteniendo reuniones con ejecutivos de Metrogas, de Transportadora Gas del Norte y con representantes empresariales en materia petrolera, minera, de electricidad y distribución. Todo un complejo escenario para Aranguren, un político que es también empresario y que quiere traer a la gestión pública a más empresarios a hacer policía.

Juan Román Cherro

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