Nacionales

17 noviembre, 2015

«Las encuestas sirven para ubicarse en el escenario pero no para mostrar con precisión el resultado»

El politólogo y analista Andy Tow dialogó con el programa Quemar las Naves de Radio Sur FM 88.3 y analizó la el escenario electoral a menos de una semana de la segunda vuelta entre Daniel Scioli y Mauricio Macri.

El politólogo y analista Andy Tow dialogó con el programa Quemar las Naves de Radio Sur FM 88.3 y analizó la el escenario electoral a menos de una semana de la segunda vuelta entre Daniel Scioli y Mauricio Macri.

– Algunos números que se publicaron de distintas encuestas hablan aproximadamente de un Macri en 52% y un Scioli arañando el 44%. Más allá de todos los cuestionamientos que se le pueden hacer a estas mediciones, sobre todo con la experiencia del 25 de octubre ¿con la lectura de estos números y por tu propio análisis, cómo ves el escenario del ballotage?

– A diferencia de la primera vuelta empiezan a aparecer encuestas que son contradictorias. En aquella oportunidad todas las consultoras hablaban de un famoso 40-30-20 e incluso daban una probabilidad alta de que Scioli ganara sin necesidad de segunda vuelta. Las encuestas lo daban en un rango de entre 38% y 42% mientras que a Macri lo daban en 30% o por debajo. Por eso el escenario daba, según las encuestas, que Scioli ganaba.

Pero lo que vemos ahora es que las encuestas vienen dándole muy bien a Macri y el otro día apareció otra, de la Universidad de San Martín, que lo ubica mejor a Scioli y muestra que se achica la diferencia.

Un primer análisis que se puede hacer es que en la primera vuelta las encuestas fallaron porque finalmente los resultados fueron mucho más estrechos.

No obstante lo que sucede en estos ballotages, como vimos en la Ciudad de Buenos Aires, es que no se pueden predecir con exactitud los resultados salvo que las diferencias sean muy grandes entre uno y otro. Porque las encuestas tienen margen de error y proyección de indecisos que, lo que se hace, es distribuirlos proporcionalmente de acuerdo a la intención de voto ya definida.

Eso es una presunción que en la Ciudad de Buenos Aires -donde las encuestas le daban diez puntos de ventaja a Horacio Rodríguez Larreta y finalmente fueron tres- falló.

Entonces las encuestas sirven más o menos para ubicarse en el escenario pero difícilmente para mostrar con precisión exacta el resultado.

Además acá vemos una elección que jamás se dio en Argentina. Un ballotage presidencial forzado por el resultado de la provincia de Buenos Aires donde sorprendió la victoria de Vidal ganándole al oficialismo en un bastión. Asimismo en la segunda vuelta están bien diferenciados dos proyectos y un tercer espacio que es el del Frente Renovador que sacó los votos que le faltan a los dos primeros para ganar.

Se da entonces una situación novedosa, esta pelea voto a voto, una lucha para volcar el favor de quienes no están dentro de la competencia final y un juego que se ve en los medios de los dirigentes del Frente Renvoador de ‘hacerse los lindos’. Y todos estos gestos que hacen Scioli y Macri para congraciarse e ir a buscar el voto. Cosas que en la política argentina son nuevas, no se venía viendo. Así como estos errores del oficialismo, el “fuego amigo” que conspira con esta estrategia de captar votos que llegaron desencantados.

Para todos los dirigentes es una experiencia nueva que los va a marcar y está movilizando al país todo que está en un proceso de polarización, de discusión y definición entre dos candidatos que representan claramente diferentes intereses y expectativas.

– Mencionabas lo que pasó en la provincia de Buenos Aires y el fenómeno de María Eugenia Vidal. Su boleta no va a estar presente más allá de que en la campaña su figura está casi a la par de Macri ¿ese arrastre que fue sorpresivo creés que puede reducirse al no figurar en el cuarto oscuro?

– Si, es una dirigente que está creciendo de una manera muy importante sorprendiendo a propios y extraños. Que va a ser gobernadora, ya tiene el puesto asegurado, hablando de cambio, de hacer una política distinta. Se presenta como una dirigente limpia, honesta, nueva, joven, todos atributos que han impactado positivamente y por eso ha logrado ganar.

Evidentemente esa ola ganadora la pone a ella enfrente. Por eso Cambiemos plantea que ya ganaron con Vidal, ahora van por la Nación. Que son parte de un equipo, que van a hacer todo bien, coordinadamente. Es una propuesta bastante fuerte planteando una renovación política muy importante.

Pero como no va a estar la boleta de Vidal que sacó más votos que Macri, el uso en la campaña es clave.

– ¿Creés que el debate influye en los indecisos?

– Los debates tienen importancia. De hecho en el primer debate Scioli no fue porque se sentía ganador y eso no le funcionó. No sé si le restó pero no le agregó nada. No sé si el debate cambió la opinión de mucha gente o de una parte significativa.

– ¿Vos en tu blog tenés un simulador sobre el ballotage que se difundió mucho en las redes sociales? ¿Es verdad que un diario de alcance nacional te copio la idea sin citarte?

– No sé, no puedo afirmarlo. Hizo la misma idea, el mismo concepto y lo ejecutó muy bien porque tiene excelentes programadores con los que yo he colaborado alguna vez.

Les consulté y me dijeron que tenían la idea de antes. Me pareció divertido, me causó gracia que tuvieran el mismo simulador. La gente en las redes sociales me advirtió diciéndome que me habían robado y todo eso también me pareció muy gracioso.

Pero lo que yo contesto es que es una idea que yo también le saqué a un simulador de ballotage que vi en Francia en 2012.

Fui el primero en hacerlo acá en Argentina y después apareció en La Nación y también Tiempo Argentino hizo algo parecido. No me ofendo por esto.

 

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