16 noviembre, 2015
París: la dolorosa ‘revancha’ islamista
Entre las 21:25 y 21:53 horas del día viernes, siete ataques en simultáneos fueron perpetrados por células del Estado Islámico en la capital francesa sembrando una ola de terror en la población. ¿Cuál es el objetivo de este acto terrorista? ¿Es irracional o por el contrario parte de una estrategia política bien planificada?

Entre las 21:25 y 21:53 horas del día viernes, siete ataques en simultáneos fueron perpetrados por células del Estado Islámico en la capital francesa sembrando una ola de terror en la población, ante lo cual las autoridades decretaron el estado de emergencia y cerraron las fronteras, cosa que no sucedía desde la Segunda Guerra Mundial.
Hasta el momento, los ataques han dejado un saldo de 132muertos y más de 350 heridos. En horas de la tarde-noche, tres “equipos” de terroristas suicidas efectuaron ataques coordinados en lugares estratégicos de la capital francesa: las inmediaciones del Stade de France, donde se encontraba el mismísimo presidente Francois Hollande, la sala de conciertos Bataclan y numerosos restaurantes donde ocurrieron explosiones y disparos.
Las autoridades francesas no han podido aún dar con la identidad de los siete atacantes abatidos. Se sabe que al menos uno de ellos es de nacionalidad francesa, nacido en los suburbios de París en 1985. También se confirmó que los tres “equipos” utilizaron los mismos tipos de armas y explosivos.
Aunque todas las sospechas apuntaban a que los autores de los ataques pertenecían al Estado Islámico, esto recién se confirmó durante el sábado, cuando la propia organización hizo público un video donde reivindicaba la autoría de la masacre. En el mismo, se hace referencia a una venganza por la participación de Francia en los bombardeos a Siria en el marco de la Coalición anti-terrorista encabezada por Estados Unidos en ese país y por sus insultos hacia el profeta Mahoma: “Éste ataque sólo es el comienzo de una tormenta y una advertencia a aquellos que les gusta impartir lecciones por el mundo”.
El terrorismo es un acto racional
Como estrategia, el terrorismo es un acto que implica violencia organizada y planificada sobre población desarmada. Se trata de un acto racional y su principal objetivo es político; se realizan actos terroristas para conseguir tal o cual fin, presionar a un Gobierno u organización a acceder a determinadas demandas. Si bien en su conformación interna el Estado Islámico funciona como un proto-estado con asidero territorial dentro de otros dos (Siria e Irak), utiliza el terrorismo para dar a conocer, mediante actos espectaculares de violencia tanto internos como externos, su proyecto político con el objetivo de consolidar su poder y ganar adeptos a su causa.
Es interesante, más allá de lo terrible y condenable de los ataques, analizar por qué Francia. Sin lugar a dudas es uno de los mayores receptores de inmigrantes producto de la descolonización del Magreb (norte de África); en los suburbios de sus ciudades se multiplican la cantidad de jóvenes sin trabajo y marginados por completo de la sociedad que los acoge o en la cual nacieron muchos de ellos. Esto se transforma en caldo de cultivo para que organizaciones como el Estado Islámico hagan mella en las conciencias juveniles y les ofrezcan una oportunidad de pertenencia ante una sociedad que los desprecia y excluye.
Asimismo, Francia pertenece al concierto de potencias que, como Alemania y Gran Bretaña, se aliaron al principal enemigo de esta organización, EEUU, cuyas intromisiones en todo Medio Oriente son causantes directas o indirectas del surgimiento de este tipo de agrupaciones. Ahora, estos fenómenos se vuelven contra las propias fuentes que ayudaron a crearlos y para ello cuentan con la ayuda de cientos de jóvenes desocupados y desesperanzados ante un panorama de décadas de despojo neoliberal.
El jueves 12, un día antes de los ataques en Francia, dos atentados simultáneos al sur de la capital del Líbano, Beirut, dejaron un saldo de 41 muertos y 230 heridos, también perpetrado por el Estado Islámico, que parece estar apuntando a aquellos países que participan activamente en el conflicto sirio y que reciben miles de refugiados de dicho país. Atentados así ocurren a diario en Siria e Irak. Sin embargo, los perfiles de Facebook solo cambian cuando se trata de naciones occidentales.
La derecha en estos países centrales ya está sacando provecho de esto y es quizás justamente lo que buscan los atacantes. Cerrar las fronteras de los países receptores de inmigrantes les proporcionará la garantía de imponer su propia versión de mundo a las poblaciones que ellos gobiernan, a nadie le sirve un Califato vacío. A su vez, la probable represalia armada sobre los sirios e iraquíes, presos en esta contienda, no logrará más que seguir alimentando el círculo de odio y desesperanza del cual organizaciones como el Estado Islámico saben capitalizar muy bien.
El Front Nacionale ya salió a las calles a pedir la expulsión de los islamistas de toda Francia. Por su parte, Hollande expresó que “Francia será implacable contra los bárbaros” y aseguró que todos los dispositivos de seguridad se verán reforzados a su máximo nivel. Será necesario repensar otras respuestas a esta grave problemática que incrementa la violencia y le hace el juego a la derecha de todas las partes implicadas.
Ana Schinder – @anispokis
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