Nacionales

21 octubre, 2015

Antikirchnerismo

Maristella Svampa, Beatriz Sarlo, Ernesto Calvo y Ricardo Forster analizan de qué se trata “el antikirchnerismo”: si existe como tal, en qué medida responde a tradición peronismo/antiperonismo y qué puede llegar a pasar cuando haya por primera vez en 12 años un presidente que no se apellide Kirchner.

Maristella Svampa, Beatriz Sarlo, Ernesto Calvo y Ricardo Forster analizan de qué se trata “el antikirchnerismo”: si existe como tal, en qué medida responde a tradición peronismo/antiperonismo y qué puede llegar a pasar cuando haya por primera vez en 12 años un presidente que no se apellide Kirchner.

El diálogo con estos intelectuales se dio en el marco de una serie de especiales de Balance de los grandes conflictos que atravesaron al kirchnerismo realizado por el programa Quemar las Naves de Radio Sur FM 88.3.

No hay ámbito en el que uno pueda permanecer ajeno a esta discusión: o se está de un lado o se está del otro de la imaginaria línea divisoria que separa a quienes defienden el proyecto del kirchnerismo con todas sus contradicciones internas en estos 12 años y quienes lo critican o detractan. Sin embargo, ni bien se empieza hurgar en cómo se constituye una y otra identidad de cada lado de ese parteaguas, se ve a las claras que no todo es tan dicotómico y lineal y que, de algún modo, las palabras que intentan herir no hacen más que fortalecer al que las recibe, otorgándole un lugar de privilegio en la arena de la discusión política.

La socióloga Maristella Svampa caracterizó a este esquema como “una suerte de estructura, de inteligibilidad para leer los hechos políticos, sociales en términos estrictamente binarios”. De acuerdo a la autora del libro El desarrollo en cuestión esta representación binaria es una especie de tamiz con que se mira y se entiende a la realidad.

“Esto es histórico, no está mal recordar que esto comenzó hace ya 70 años de aquel 17 de octubre de 1945”, señaló Svampa vinculando la dicotomía kirchnerismo/antikirchnerismo en la misma línea histórica que la de peronistas y antiperonistas. En este mismo sentido, Ricardo Forster indicó que “hay ciertas continuidades: el ritual del odio no deja de sorprender. Eso es como si hubiera estado guardado en una cápsula de tiempo y volvió a abrirse sobre todo a partir de 2008”.

Una esfera privilegiada de esta polarización ha sido el espacio mediático. Forster apuntó que, si bien existe una continuidad respecto de la dicotomía peronismo/antiperonismo, “hay algo que es una novedad muy de época, la construcción de sentido común con el papel exponencial de los grandes medios de comunicación, la industria de la cultura, con lo que significan hoy las redes sociales”.

Por su parte Ernesto Calvo, autor del libro Anatomía política de Twitter en Argentina: Tuiteando #Nisman, analizó cómo opera esta grieta en redes sociales. “Twitter tiene modalidades más agresivas que los medios masivos, es como si estuviéramos en el secundario. Por eso encontramos términos como ‘la yegua’, términos más sexuales y homofóbicos», dijo.

Además añadió que «eso por lo general no lo hacen los grandes operadores de twitter sino las comunidades más laterales, las identidades falsas/anónimas: los trolls (que hacen bullying en internet e incitan a la acción, como la cuenta @albertonisman que fue la primera en incitar al #18F) y los fakes (identidades falsas que no necesariamente hacen bullying)”.

Forster remarcó, también, el peso que tiene esta mirada antikirchnerista en la construcción del kirchnerismo: “El odio visceral que surgió, el prejuicio, afianza a una identidad que se siente mirada por el otro y que cree que en esa mirada está todo lo contrario a lo que define de sí misma”.

Por su parte, a contramano del resto, Beatriz Sarlo negó que exista una identidad antikirchnerista e invirtió las causas y las consecuencias de esta oposición: “El kirchnerismo, y sobre todo el kirchnerismo cristinista, fue muy agresivo con el campo en conjunto de los opositores y eso puede haber creado resquemores de uno y otro lado pero creo que después de estas elecciones va a haber tránsito a un lado y al otro”.

Sarlo consideró que después del 10 de diciembre, gane quien gane, se va a tratar de un gobierno de mayor diálogo ya que “para hacer los discursos exasperados que hace la presidenta además hay que tener cierta capacidad de oratoria, que no tienen ni Macri ni Scioli”.

Svampa remarcó que, en caso de que gane Scioli, se tratará del traspaso de un “modelo populista de clases medias que asumen la representación de las clases populares (aunque estas no sean protagonistas como si lo fueron en el primer peronismo) a un modelo más conservador, apoyado en la Liga de Gobernadores”. Además remarcó que si bien hay un espacio polarizado, este ha girado al conservadurismo haciendo implosionar a la centro izquierda. Su propuesta es una integración de una mirada de centroizquierda que mire más a otras tradiciones de izquierda, ya que esta no se reduce a la expresión troskista que hoy pareciera ser la única izquierda posible.

Alejandra Soifer – @soifereta

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