Batalla de Ideas

20 octubre, 2015

Macri, la violencia de género y el oportunismo político

Por María Paula García. Hacia el final de la campaña electoral, Mauricio Macri decidió hablar sobre la violencia de género. En un acto en San Martín, que encabezó junto a su compañera de fórmula Gabriela Michetti y a la candidata a gobernadora María Eugenia Vidal, se comprometió a implementar medidas contra la violencia de género y la desigualdad entre hombres y mujeres.

Por María Paula García. Hacia el final de la campaña electoral, Mauricio Macri decidió hablar sobre la violencia de género. En un acto en San Martín, que encabezó junto a su compañera de fórmula Gabriela Michetti y a la candidata a gobernadora María Eugenia Vidal, se comprometió a implementar medidas contra la violencia de género y la desigualdad entre hombres y mujeres 

A prometer que se acaba el mundo

Mauricio prometió de todo. Incluso hacer realidad nada menos que una de las consignas históricas del feminismo mundial: a igual trabajo, mujeres y hombres cobrarán igual salario. Sería bueno poder contactar a quien lo asesoró decir semejante cosa para preguntarle cómo lo van a hacer, ya que no existe en ninguna parte del mundo.

Pero además se comprometió extender a todo el país los Centros de Primera Infancia, multiplicar los jardines maternales y crear una red nacional contra la violencia de género que funcione las 24 horas en todas las provincias. Respecto de los femicidios, señaló que “no es algo con que podamos convivir; una de cada dos mujeres es víctima de violencia psicológica, una de cada cinco es golpeada y cada 30 horas muere una mujer por violencia física. Juntos vamos a poder decir que en la Argentina no hay una víctima más por ese motivo”.

En las promesas de Macri hay una combinación entre no saber efectivamente de lo que está hablando, una subestimación del electorado y de las organizaciones que defienden los derechos de las mujeres y una gran dosis de oportunismo político. Si hay algo que caracteriza a la gestión del PRO a lo largo de sus ocho años al frente del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires es todo lo contrario de lo que prometió: vaciamiento de los programas sociales, recorte presupuestario y una política debajo de la cual subyace un profundo conservadurismo antiderechos tanto de las mujeres como de los niños, niñas y adolescentes.

Lo que yo digo, pero no lo que hago

macri ni una menosNo está demás repasar algunas de las políticas más polémicas y resistidas encaradas por el político que promete no más femicidios en Argentina y aspira a la presidencia de la Nación:

-Hogares y refugios

Dentro de la página web del gobierno porteño se puede acceder a la lista de hogares que dependen de Desarrollo Social. Allí se los describe como Unidades Convivenciales para mujeres y sus niñas/os que sufren o hayan sufrido alguna situación de violencia que no cuentan con un alojamiento seguro ni redes sociales de contención y se encuentran en una situación de alta vulnerabilidad social. En toda la ciudad hay tan sólo tres, dos para mujeres que están atravesando situaciones de violencia y uno para madres jóvenes embarazadas con niños pequeños.

Por otra parte, mientras en un acto se propone crear una red nacional contra la violencia de género que funcione las 24 horas en todas las provincias, en la ciudad existen apenas siete Centros Integrales de la Mujer (CIM) que funcionan únicamente de lunes a viernes en horarios de oficina, excepto uno que lo hace las 24 horas pero sólo de lunes a viernes.

Cuando Vidal se refirió a la problemática de la violencia de género dijo: “Como lo hicimos en la Ciudad lo vamos a hacer en la Provincia. No las vamos a dejar solas, vamos a estar ahí para protegerlas”. Ojalá no necesiten refugio un sábado o domingo y encuentren lugar en alguno de los dos disponibles.

-Educación Sexual Integral

Tanto la Ley 26.150 de Educación Sexual Integral (ESI) aprobada a nivel nacional en 2006 como la Ley 2110 de la Ciudad de Buenos Aires no se cumplen en el ámbito porteño. En 2014 el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires asignó un 0,001% de su presupuesto a cumplir con la educación sexual integral. Incluso, dentro de la partida del Ministerio de Educación los fondos destinados a empoderar a niños y niñas en el respeto a su cuerpo representan sólo el 0,006%.

-Dirección General de la Mujer

En ocho años se redujo el presupuesto de la Dirección General de la Mujer casi en la mitad, pasando del 0,1% del presupuesto total en 2007, al 0,06% para 2015.

-Programa Andares

Busca prevenir y brindar atención integral a niños, niñas y adolescentes que se encuentren en situación de explotación sexual comercial infantil. Según la Auditoría General de la Ciudad, en 2010 la suma que se le destinaba representaba el 17,25% del presupuesto total de Vínculos, el programa del que depende. En cinco años pasó a ocupar tan solo el 5,38%.

-Víctimas de delitos sexuales

A principios de 2014 María Elena Leuzzi, en ese entonces coordinadora del Programa de Atención a Víctimas de Delitos Sexuales porteño y presidenta de la ONG AViVi (Ayuda a Víctimas de Violación), recibió una noticia de que el programa sería reorganizado por falta de presupuesto. Sin embargo, la apartaron, mudaron las oficinas y pusieron a disposición de las profesionales un escritorio compartido, con una sola silla y una computadora, todo para seis personas, entre ellas una asistente social y dos abogadas.

-Derecho al aborto en casos permitidos por la ley

Después de años de debates infructuosos para el tratamiento parlamentario destinado a aprobar el procedimiento para abortos no punibles en el ámbito hospitalario de la ciudad de Buenos Aires, y con el aval del fallo de la Corte publicado en febrero de 2012, se logró votar en la Legislatura la ley de aborto no punible Nº 4.318. Dicha ley fue vetada por Macri, pero encontró en la Justicia un fuerte respaldo en consonancia con la jurisprudencia establecida por la Corte.

La perspectiva de género no es «Pro»

Vidal expresa en uno de sus spots que “la provincia de Buenos Aires necesita amor de madre”. Dicen que madre hay una sola y si justo te toca el trío Macri, Michetti y Vidal estamos en serios problemas. Porque ellos son responsables de implementar políticas que han provocado un retroceso de las políticas con perspectiva de género en la ciudad.

Si bien existe una continuidad de servicios y programas, se trata de una formalidad, ya que han sufrido recortes de personal y de transferencia de recursos y competencias al ámbito del sector privado, tanto a partir de subsidios como por acuerdos de cooperación, e incluso a través de la cesión de espacios y edificios estatales para ser gestionados por organizaciones privadas.

Son las organizaciones de mujeres y las propias delegadas gremiales quienes han denunciado el vaciamiento y deterioro paulatino del presupuesto y los recursos humanos y materiales de la Dirección General en la gestión de Macri desde el año 2008 hasta el presente. Esta área ha perdido competencias en los temas referidos a explotación sexual y la trata de personas, tareas hoy diluidas en varios organismos de gobierno sin eficacia ni agilidad en la detección y prevención. El Plan de Igualdad de Oportunidades y de trato entre varones y mujeres ley Nº 474, entre otras, no cuenta con visibilidad ni metas cuantificables.

No sólo en la Ciudad

La política antiderechos de las mujeres ha ido más allá de la avenida General Paz. A nivel nacional el PRO también ha votado en contra de leyes fundamentales para la vida de las mujeres y de la diversidad sexual. Gabriela Michetti, compañera de fórmula de Mauricio Macri, se abstuvo en leyes como la de fertilidad asistida, y votó en contra de otras como la del matrimonio igualitario, la identidad de género y la ley contra la trata de personas.

Y como si esto fuera poco, cabe recordar las declaraciones con alto contenido machista y misógino de muchos referentes del PRO, empezando por el propio Mauricio Macri. “En el fondo, a todas las mujeres les gusta que le digan un piropo«, dijo en una oportunidad. Tampoco se quedó atrás Carlos Arroyo, candidato a intendente en Mar del Plata, que expresó: «Las niñas pueden tener el pelo largo, porque las mujeres pueden dedicarle cuatro horas a la cabeza».

Miguel Del Sel, candidato a gobernador de Santa Fe, debió salir a disculparse después de haber llamado a la presidenta “hija de puta” y “vieja chota” durante una entrevista, después de “bromear” sobre “traer putas” a un asado con obreros en uno de sus spots y decir que “aumentó el embarazo de pibitas de 12, de 13, de 14 años que se embarazan para cobrar la asignación universal”.

@MariaPaula_71

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