El miércoles se queda corto: Outlaws

En Notas – Periodismo Popular entendemos que, en los tiempos que corren, no siempre se dispone de dos horas para ver una buena película. La realidad es que no hace falta tanto tiempo para ver qué historias tienen para contar realizadores de todo el mundo y por eso te acercamos, semana a semana, los mejores cortometrajes al alcance de un click. Hoy: Outlaws, de Geremy Jasper.

La semana pasada, en esta misma sección, hablamos un poco de la influencia de la publicidad en algunos trabajos que poseen el visto bueno de la industria. Y como no nos gusta quedarnos cómodos en esta vida, hoy corremos los límites un poco más.

Algunas marcas de ropa intentan presentarse en el mercado de maneras igual de innovadoras como creativas. Una de esos métodos es a través de los fashion films: cortometrajes que cuenten algún tipo de historia pero por sobre todas las cosas que muestren sus productos con la fuerza de la cinematografía. ¿Qué tipo de interés puede suscitarnos este subgénero? Cuando se trata de David Beckham, motos y persecuciones en el desierto, todo es posible.

Una larga ruta en el medio del desierto es invadida por un grupo de motos. Encabezando la fila y a la distancia de todos los demás, un forajido a bordo de una poderosa Triumph. Más atrás lo persiguen salvajes mercenarios en el medio de la noche.

Nuestro protagonista, anónimo durante toda la historia, los pierde al girar en un callejón y se refugia en la soledad de una sala de cine. Allí ve una película en blanco y negro con un viejo circo de fenómenos en pantalla. A pesar de lo onírico de las imágenes, se identifica con la historia. No sólo eso: presencia su pasado.

Todo se complica cuando en las imágenes que vislumbra de su anterior vida se ve a nuestro forajido enamorándose de la principal estrella de este círculo ambulante (interpretada por Katherine Waterson), amor platónico del extraño dueño del show (Harvey Keitel). El castigo por esto será brutal.

Las historias del director Geremy Jasper no tienden a identificarse por el realismo. Esto se potencia en el formato de los fashion films donde un montón de imágenes impactantes visualmente pueden sumarse sin concatenarse en ningún tipo de historia que posea sentido alguno. Sin embargo, en esta intrincada historia protagonizada por el ex jugador de la selección inglesa (a quien ya lo vimos en pantalla en el documental de motos Into the unknown) y producida este año, se logra algún tipo de coherencia en la suma de un personaje muy bien construido en el misterio (la decisión de doblar todos sus diálogos y no empujarlo a una mayor interpretación está más que correcta), una estética que oscila entre Robert Rodríguez y el cine experimental europeo de los años 20 y las acrobacias del mítico héroe popular norteamericano Evel Knevel.

Como no puede ser de otra forma en este tipo de obras, la cinematografía realizada por Michael Ragen y visiblemente inspirada en el arte de Frida Kahlo, deslumbra en cada uno de sus fotogramas. Como con todo en la vida, el asunto en todo esto es desprenderse de los prejuicios.

Iván Soler – @vansoler