Nacionales

8 octubre, 2015

Luis Arias: «La sociedad bonaerense está en peligro con esta policía»

El día martes el juez platense Luis Federico Arias publicó un video en las redes sociales donde se observa como fue demorado en la ruta, sin motivo aparente, por un impresionante operativo policial. En diálogo con Radionauta FM 106.3 alertó sobre los peligros de este tipo de accionar por parte de las fuerzas de seguridad.

El día martes el juez platense Luis Federico Arias publicó un video en las redes sociales donde se observa como fue demorado en la ruta, sin motivo aparente, por un impresionante operativo policial. En diálogo con Radionauta FM 106.3 alertó sobre los peligros de este tipo de accionar por parte de las fuerzas de seguridad.

– ¿Qué fue exactamente lo que sucedió cuando te demoraron en la ruta junto con tu familia?

– Fue en una zona descampada de la Ruta 36 a las dos menos cuarto de la mañana. Yo venía circulando con mi familia -veníamos de viaje- y me interceptó un patrullero primero, luego vino otro.

Me pidieron la documentación, yo se las dí, tengo todo en regla. Les pedí explicaciones por el motivo de la detención y me dijeron que era un exceso de velocidad. Ante esto les hice una serie de preguntas como sí tenían elementos de medición, sí estaban en función de control de tránsito.

Esto los incomodó, no sabían darme respuestas, me retenían la documentación. Yo les expliqué que esto último no podía hacerse porque lo prohíbe la ley de tránsito y que quería hablar con un superior.

Seguían sin darme respuestas y empezaron a aparecer más patrulleros (ya eran cinco). Finalmente apareció una mujer que se presentó como quien estaba a cargo del operativo. Me dio otra versión: estaban buscando un vehículo robado. Pero cuando le pregunté por las características del vehículo no coincidía en absoluto con el mío; otra marca, otro modelo.

Entonces le digo «bueno, aclarado este incidente me quiero retirar». Para ese momento ya me dí a conocer como juez, no pueden detenerme porque tengo inmunidad de arresto. No por un privilegio si no porque los jueces investigamos o tenemos causas vinculadas a la policía o el poder político. Justamente necesitamos esa protección para que no pase esto.

La actitud no cambió, entonces les dije que se quedaran con la documentación que me iba a ir igual. Ahí me dijeron «jefe, si usted arranca nosotros vamos a arrancar con una persecución y no lo va a pasar bien».

Ahí me di cuenta que estaba siendo víctima de una privación ilegítima de la libertad. El argumento era que tenían que esperar un informe del Ministerio de Seguridad para ver si el auto era robado.

– Una incongruencia tras otra las que te iban diciendo.

– Totalmente. Ahí dijeron que el sistema no funcionaba bien, que podía tardar mucho tiempo. A lo que les pregunte «¿si el sistema no funciona en toda la noche me van a tener retenido acá con toda mi familia?».

Como me di cuenta que estas respuestas eran inconducentes y no tenían ningún tipo de razonabilidad, hablé con el fiscal de turno para explicarle que estaba siendo víctima de una privación ilegítima de la libertad. El fiscal habló con ellos y aun así me mantuvieron detenido unos 15 minutos más.

En total estuve aproximadamente una hora y cuarto y finalmente me liberaron sin explicarme porque me habían demorado. En total hubo diez patrulleros y 25 agentes. Una situación totalmente inusual y extraña.

– El hecho circuló mucho por las redes sociales y ahí algunas personas comenzaron a atar cabos. Como vos decís esto es bastante complicado de entender: a las dos de la mañana te paran diez patrulleros y no queda claro por qué. Hay un video tuyo a principio de año enfrentándote con la Policía Bonaerense por el desalojo en Abasto ¿vos creés que puede venir de ahí o es que simplemente la policía no sabe controlarse?

– Mi lectura es que fue una clara demostración de fuerza. Mostrar quién manda. Ese es el mensaje a mi modo de entender. Porque no tiene otra explicación.

Lo mismo sucedió en Abasto, esto que mencionabas de hace unos meses. Había un desalojo masivo, una orden de un juez, una orden mía de no llevar adelante el desalojo. Se llegó a una solución pacífica, estuvo el vicegobernador negociando con las partes, también legisladores, concejales. Había una ley de expropiación que finalmente se sancionó. Estaba todo encaminado.

El vicegobernador anunció esto a las 11 de la noche y a las cinco de la mañana la policía entró a los balazos hiriendo menores de edad, personas discapacitadas. Quemándoles sus casas, pertenencias, matando sus mascotas. Un despliegue también innecesario.

Creo que eso fue también una demostración de fuerzas ante ciertos sectores del poder político. La policía cuenta para ello con el aval de parte del Poder Judicial y también del poder político como el caso del ministro de Seguridad bonaerense, Alberto Granados.

En el operativo de Abasto actuó una de las personas de extrema confianza del ministro, como es el comisario general Rupnik que proviene de Ezeiza, el mismo municipio de donde es Granados.

Y en este caso que me ha sucedido a mi en particular, las autoridades provinciales se han mantenido absolutamente en silencio lo cual también es llamativo. El que calla otorga. Sabemos el valor que tiene eso dentro de la política.

Si esto hubiera sido un exceso policial, un error, las autoridades inmediatamente hubieran salido a decirlo y pedir una disculpa pública. Pero no por mí, por la sociedad. Todos estamos expuestos a este tipo de abusos.

La sociedad bonaerense está en peligro con esta policía y la enorme proyección que tiene a partir de la protección política de la que goza.

– Vos presentaste una denuncia por esto ¿pudiste identificar a alguno de los policías? ¿Alguien dio su nombre?

– Presenté la denuncia este martes ante el fiscal Álvaro Garganta por privación ilegítima de la libertad, abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público. Tengo esperanza de que esto pueda avanzar.

Acompañé esto con el video porque grabé todo el tiempo. En las redes sociales publiqué solo un fragmento. Al fiscal le entregué el video completo que no hice público porque hay además situaciones familiares, mis pibes estaban en crisis cuando vieron que la policía nos paraba portando armas. Fue un caso de violencia institucional, claramente.

– Además hay que tener en cuenta que en tu caso tenés herramientas, conocés la ley, pero si le hubiera pasado a cualquier otra persona hubiera quedado indefensa ante esa situación.

– Claro, esa fue mi reflexión. No todos están informados respecto de sus derechos o no tienen de donde asirse para hacer un llamado a un abogado. Quedan expuestos a este sistema opresivo de la policía que realmente puede provocar abusos como los que vienen sucediendo: la ejecución de un pibe adentro de un patrullero o el asesinato de personas inocentes adentro de un boliche con armas reglamentarias.

Yo vengo también alertando desde hace tiempo que más presencia policial en la calle no garantiza más seguridad si no todo lo contrario. Diez mil policías más son diez mil armas más, con un costo económico enorme que podría volcarse a otras soluciones más preventivas.

 



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