Educación y Ciencia

2 octubre, 2015

Toma en la Facultad de Humanidades de la UNR

Durante la mañana del pasado miércoles, un blindex de un metro cuadrado cayó del sexto piso del nuevo edificio de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), causando importantes heridas a una estudiante en su cuello y rostro. La joven fue derivada al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez, donde debió ser operada.

Durante la mañana del pasado miércoles, un blindex de un metro cuadrado cayó del sexto piso del nuevo edificio de la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), causando importantes heridas a una estudiante en su cuello y rostro. La joven fue derivada al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez, donde debió ser operada.

En lo que va del año, el nuevo edificio fue inaugurado varias veces por las autoridades de la Universidad y la Facultad, siendo habilitado para que los y las estudiantes realicen su cursado en dicho lugar, aún sabiendo que las obras no están concluidas.

Bajo la consigna «no hay accidente, hay desidia», docentes y estudiantes se convocaron en asamblea para discutir las medidas a tomar frente a esta grave situación. En la misma, se decidió tomar la Facultad para luego, por la mañana del jueves, realizar una clase pública a cargo del gremio docente (COAD).

Durante la tarde del jueves, se llevó a cabo una masiva asamblea interclaustros en la cual se decidió sostener la toma de la Facultad. También se definió movilizar este viernes a las 9 de la mañana a la sesión del Consejo Directivo, para luego realizar una marcha hasta la Sede de Gobierno de la UNR.

“Estamos pidiendo la renuncia del decano de la Facultad de Humanidades y Artes, José Goity, y del secretario de Política Edilicia de la Universidad Juan José Perseo, los grandes responsables de las negligencias que llevaron a esta situación”, sostuvo Lucas Biagetti, consejero directivo por la agrupación El Grito (La Mella). “La culpa no es de los trabajadores de la construcción sino de las voluntades políticas de las autoridades que priorizaron inaugurar un edificio sin terminar en vez de garantizar condiciones dignas de trabajo y de cursado para la comunidad universitaria”, agregó.

El clima que se está viviendo en estos últimos días es bastante tenso, habiéndose disparado acusaciones cruzadas entre las autoridades de la Facultad y la Universidad y los estudiantes. Estos últimos apuntan a la responsabilidad de los primeros, quienes por su parte han emitido declaraciones en las que sostienen que los obreros a cargo de la construcción son los culpables por una supuesta “mala praxis”. En el medio de todo esto, la víctima de la caída del blindex permanece internada, y se esperan respuestas sobre la situación de cursado.

Sobre este último punto, cabe destacar que una de las principales reivindicaciones que surgieron de la asamblea interclaustros fue que se clausure el edificio ubicado sobre calle Corrientes, pero que esto no afecte el normal desarrollo de las actividades académicas, para lo cual deberán buscarse otras sedes de la Universidad para que estudiantes y docentes puedan asistir.

Además, se pide la creación de una comisión que investigue sobre el estado de la construcción y la licitación del edificio, ya que la situación de riesgo había sido advertida hace algunas semanas por el gremio docente COAD y desoída por las autoridades de la Facultad, quienes mediante un correo electrónico con fecha del 15 de septiembre instaron a los docentes agrupados a “dejar de hablar del tema” ya que las condiciones edilicias eran perfectas.

Lo ocurrido en la Facultad de Humanidades puede parecer un hecho excepcional, pero no es nuevo. También el Instituto Politécnico Superior, dependiente de la UNR, se encuentra en una situación similar. Tampoco ha pasado demasiado tiempo desde la caída de un ventanal en la Facultad de Ciencia Política, o de la caída de los techos en la Facultad de Psicología, y la lista continúa.

“La explicación de este tipo de situaciones no puede pensarse de manera aislada, porque tiene mucho que ver con la forma poco transparente en que la Universidad maneja el presupuesto», indicó Camila Entrocassi, estudiante de la Facultad y miembro de la Comisión Asesora de la Escuela de Historia.

«Desde hace tiempo las autoridades vienen priorizando sus propios intereses en detrimento de las condiciones de estudio y de trabajo de la comunidad universitaria, pero todo tiene un límite. Acá se puso en juego la vida de una compañera y de muchos otros que podríamos haber estado en ese mismo lugar, cuando el decano de la facultad José Goity en reiteradas ocasiones acusó de ‘alarmistas’ a quienes cuestionábamos el estado del edificio”, señaló Entrocassi.

Todos los puntos anteriormente mencionados se pondrán en discusión en la sesión de Consejo Directivo de la Facultad. Al finalizar el mismo, se realizará una marcha hasta la sede de Gobierno de la Universidad, para la cual se espera una asistencia masiva de estudiantes de toda la UNR.

 

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