Integrantes del Pueblo Mapuche ocuparon oficinas de YPF en Neuquén

Desde el miércoles 16 a las 10 de la mañana la comunidad mapuche Campo Maripe decidió ocupar pacíficamente la sede de YPF en la Ciudad de Neuquén, reclamando una mesa de diálogo con la empresa y la provincia, con la presencia del obispado y la APDH como veedores.

La medida exigía, además de la conformación de una mesa de negociaciones, que YPF y la provincia retiren a la policía y a la seguridad privada de la empresa Prosegur de los caminos comunitarios, así como también que se reconozca el Relevamiento Territorial de la comunidad, realizado en el marco de un acuerdo con la provincia.

Mediante un comunicado la comunidad aseguró que resistirían «cualquier intento de desalojo violento porque estamos hartos de tanto manoseo”.

Según sostiene la comunidad, el resultado del Relevamiento Territorial que les permitiría tener seguridad sobre el territorio, debe ser discutido en una mesa de trabajo “con presencia de veedores que garanticen un debate serio”. Asimismo, aseguró que “mientras YPF trata de lavar su imagen diciendo que no hay ocupación policial del territorio, la comunidad demuestra con imágenes enviadas desde el Lof que se ha redoblado el control policial”. Y que “a pesar de que YPF trata de mostrar una imagen ordenada y con legitimidad social, Vaca Muerta hoy es un escenario de todo tipo de conflictos”.

El diálogo entre la comunidad y el gobierno provincial se rompió después de que este último desconociera el Relevamiento Territorial del Lof Campo Maripe en el que se demuestra la preexistencia de esta comunidad en la zona que hoy es conocida como el yacimiento Loma Campana en Vaca Muerta.

El relevamiento fue realizado por un equipo interdisciplinario conformado por técnicos acordados entre la comunidad y el gobierno provincial, siguiendo los parámetros de la Ley Nacional 26.160, que establece el relevamiento de los territorios de uso actual, tradicional y público de las comunidades indígenas. Según el comunicado difundido por la comunidad, el secretario de Coordinación Interior, Jorge Lara, “fue el responsable de echar a tierra todo ese trabajo”.

El propio gobernador de la provincia de Neuquén, Jorge Sapag, desestimó el informe histórico-antropológico que se realizó en el marco del Relevamiento Territorial y sostuvo -contrario a lo que muestra el informe- que no existen elementos objetivos que prueben la ocupación ancestral de la comunidad en la meseta donde hoy se emplaza el proyecto Vaca Muerta. Según el gobernador hay relevamientos hechos por antropólogos e historiadores, pero ningún elemento científico que permita hablar de preexistencia. Algo que fue refutado por antropólogos de distintas universidades.

La Confederación Mapuche Neuquina y la comunidad aseguraron que la conducta de la provincia es “totalmente irresponsable” y que la única forma de resolver el conflicto será mediante “el debate franco y el diálogo”. Después de más de un mes sin respuesta decidieron ocupar las oficinas de la empresa hasta que sus demandas sean escuchadas y hasta que se detenga “toda tarea que utilice químicos cancerígenos, ya de público conocimiento en nuestros campos de pastoreo y se debata la situación territorial y ambiental de la comunidad”.

Por su parte, YPF declaró que los manifestantes no están tomando las instalaciones de la empresa y que el tema del relevamiento territorial les es ajeno y que es responsabilidad del Ejecutivo provincial.

En respuesta a la acción, el ministro de Coordinación de Gabinete, Seguridad y Trabajo, Gabriel Gastaminza, convocó la comunidad a una reunión este jueves 17 a las 16 horas en la Ciudad Deportiva de Neuquén. La reunión contará también con la presencia del obispo de la ciudad, Virginio Bressanelli, quien la semana pasada recorrió los territorios del Lof Campo Maripe y actuó de intermediario entre la comunidad y la provincia. Frente a esto se decidió levantar la toma de las oficinas de la empresa petrolera.

Tanto la comunidad Campo Maripe, como la Confederación Mapuche Neuquina manifestaron que “es una vergüenza que a esta altura del avance del derecho indígena, no haya forma de lograr un diálogo que no sea a través de medidas de fuerza”.