Medio Oriente

14 septiembre, 2015

Alto el fuego en Turquía

El Partido Democrático de los Pueblos (HDP, por sus siglas en turco) hizo un llamado internacional por un alto el fuego el pasado 10 de septiembre. Con este pronunciamiento, busca poner en evidencia la política belicista que el AKP, partido del gobierno provisional turco, lleva adelante contra la población kurda.

El Partido Democrático de los Pueblos (HDP, por sus siglas en turco) hizo un llamado internacional por un alto el fuego el pasado 10 de septiembre. Con este pronunciamiento, busca poner en evidencia la política belicista que el AKP, partido del gobierno provisional turco, lleva adelante contra el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) y específicamente contra “la población civil kurda, las fuerzas democráticas, la política democrática, las mujeres y la oposición en su conjunto en Turquía”.

El comunicado de la Comisión de Asuntos Exteriores del HDP, indica que el alto el fuego debe ser llevado adelante con carácter de urgencia. El objetivo es hacer frente a la constante violación de los derechos humanos y las prácticas y medidas antidemocráticas que viene perpetrando el Estado turco sobre territorio kurdo y regiones occidentales con el fin de lograr una paz duradera en Medio Oriente.

Turquía, país aliado de la OTAN, ha violado la tregua de negociaciones a favor de la paz a principios de 2015, dando inicio a la violencia sistemática contra el PKK, la población civil kurda y pro kurda. Parte de las operaciones militares que se están implementando tienen como uno de los principales afectados al HDP, brazo político pro kurdo del Consejo Democrático de los Pueblos (HDK).

Este partido, que brega por la representación y la unidad de los trabajadores explotados, oprimidos y discriminados por motivos étnicos, religiosos o de género, logró un contundente triunfo electoral en las elecciones generales del 7 de junio de 2015. Con el 13,1% de los votos y 80 escaños, el HDP superó la barrera del 10% de los votos, condición legal para acceder a una representación en la cámara legislativa.

De esta forma, por primera vez en la historia de Turquía, una expresión electoral prokurda logró formar un bloque en el Parlamento. Además, sus listas de candidatos y candidatas estuvieron conformadas en un 48% por mujeres y uno de sus candidatos, Baris Sulu, es el primer candidato abiertamente gay en Turquía.

Los resultados de junio arrojaron una nueva conformación de la cámara legislativa turca, en la que el AKP -Adalet ve Kalkınma Partisi, partido conservador islamista que lidera el actual presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan- perdió la mayoría absoluta. Esto ha impedido avanzar el proyecto del presidente de la reforma constitucional.

Desde ese momento, los funcionarios del partido y co-presidentes se han convertido en un “blanco fácil de todos los días” para los miembros de las organizaciones ultra nacionalistas turcas. En este escenario, el HDP no ve lejano que el AKP inicie prontamente una guerra contra los militantes del partido.

En la actualidad, existen prohibiciones de salidas y entradas a las ciudades kurdas, cortes totales de comunicación por vías telefónicas e internet y restricción a la prensa de transmitir información que clarifique la situación del actual conflicto.

Las ciudades que se vieron más afectadas desde este último mes fueron Silopi, Lice, Şemdinli, Silvan, Yüksekova y Cizre. Esta última estuvo recientemente sitiada por el Ejército turco por más de una semana, quedando sus ciudadanos desprovistos de alimentos, agua, electricidad y sin podes acceder a los servicios de salud para asistir a sus heridos, ni enterrarlos en su muerte, por prohibición de las fuerzas militares turcas.

Mapa Kurdistán

Autogobiernos en el Kurdistán turco

Estas acciones violentas en distritos y barrios de la diversa comunidad del oriente turco han sido resistidas por amplios sectores de la población. La reacción general fue el rechazo y total desconocimiento del actual Estado, para dar nacimiento a nuevas formas de autogobierno. Estas expresiones se han desarrollado desde las zonas más urbanas de Diyarbarkir (capital kurda) y Batman (zona industrial), pero también en poblaciones de carácter rural y muy empobrecidas, como aquellas cercanas a la frontera siria (Tumceli).

Sin embargo, el ejercicio de fundación de autogobiernos en los territorios kurdos no es algo nuevo. Distritos como el Ipekyolu de Van, Sur de Amed y Hakkari, se declararon “zonas autónomas” desde agosto pasado, como respuesta a los bombardeos de las fuerzas militares turcas sobre Qandil.

Estas zonas, aún con un desarrollo incipiente, se caracterizan por tomar decisiones de manera asamblearia y se han centrado en suscribir declaraciones populares para la organización del territorio y la población que abarcan, como así también preparar la seguridad y la defensa. Es notable la alta participación de las mujeres en estos procesos, tanto de organización de los autogobiernos como de los grupos de autodefensa, lugares prohibidos para su participación en la sociedad turca.

Por estas horas, la totalidad de las 20 ciudades autónomas kurdas en territorio turco se encuentran en permanente alerta y movilización. Están exigiendo la inmediata liberación de Abdullah Öcalan, -apodado “Apo”, que significa una familiar manera de decir “tío”- quien es el máximo referente de la comunidad kurda.

Öcalan, fundador del PKK y líder kurdo está preso desde 1989 cuando fue detenido en Kenia por la Agencia Central de Inteligencia de EEUU (CIA). Fue propulsor del concepto del “confederalismo democrático” y defensor de la salida pacífica al conflicto kurdo.

Los altos niveles de movilización popular en todo el oriente turco se han extendido, principalmente en las zonas habitadas por la comunidad kurda. Estas movilizaciones se dirigen principalmente a la resistencia de la política extendida de violencia que se ejerce desde el gobierno nacional y que se expresa en la militarización creciente del territorio. El clamor central del pueblo movilizado es la paz, como así también el respeto a los derechos de los kurdos y kurdas.

En medio de una escalada de los conflictos en Medio Oriente, la paz de Turquía será clave para frenar un proceso belicista que puede abarcar la totalidad de la región, y cuya concreción pareciera estar en la mira de los países que conforman la OTAN y la Unión Europea.

María Florencia Rojas – @MariaCytisus

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