11 septiembre, 2015
Desidia y especulación, la política de vivienda del PRO
La muerte del joven de 17 años en Villa Soldati se suma de forma trágica a otros acontecimientos que marcan la falta de políticas públicas para la vivienda en el sur de la Ciudad de Buenos Aires.

El jueves 3 de septiembre Cristian Crespo cayó al vacío junto a dos amigos, los cuales sufrieron graves heridas, luego que la baranda en la que estaban apoyados cediera. Cristian murió. Vivía en el Complejo Soldati, en la sureña comuna 8 de la Ciudad de Buenos Aires. Luego de la tragedia, algunos vecinos recorrieron distintos medios de comunicación afirmando que vienen denunciando desde hace años las pésimas condiciones edilicias del complejo.
Además, sostienen que la intervención del Estado porteño se limitó a pintar las paredes y cambiar las lámparas de luz. En algunos canales de televisión se pudo observar la decadencia de escaleras, ascensores, pasillos y balcones.
Abandono
Durante agosto, en el también sureño barrio de La Boca, hubo un intento de desalojo en el conventillo de Suárez 107 donde viven siete familias. En el mismo mes y el mismo barrio se produjo un incendio en Olavarría 252, conventillo en el que viven 27 familias. El fuego comenzó durante la madrugada devorándose las chapas y las maderas de toda la estructura.
En el intento de desalojo los vecinos denuncian que el Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC) no les brinda respuestas a sus reclamos de conseguir los papeles para que puedan habitar el lugar legalmente. Hay familias que hace 30 años viven en ese sitio, que si no existiera terminarían en la calle. En el conventillo incendiado los habitantes fueron trasladados a hogares de tránsito, también dependientes del IVC.
Estos hogares de tránsito aparecen como una solución provisoria o de paso hasta que la persona en situación de calle encuentre una vivienda fija. Por lo tanto, cuenta con las comodidades mínimas, solo acondicionados para pasar la noche y asearse. De esta forma, no representan una solución real a la emergencia habitacional que tiene la Ciudad de Buenos Aires.
Especulación
Los vecinos de La Boca sostienen que detrás del abandono macrista y la falta de políticas públicas para la vivienda aparece el negocio inmobiliario como último objetivo. A través de desalojos e incendios se dejan disponibles terrenos para aquellos que tengan el capital de comprarlos.
La Boca es el barrio del Distrito de las Artes, de Caminito, del Tango y de Boca Juniors. Es decir, un punto turístico porteño por excelencia con un potencial de rentabilidad altísimo. Vale recordar que en septiembre del año 2013 el gobierno porteño quiso desalojar 17 conventillos habitados por 300 familias.
La movilización de los vecinos y de distintas organizaciones populares evitó la maniobra cuyo fin era extender el circuito turístico del barrio avanzando sobre los sectores más pobres del mismo. De esta manera, se buscaba incrementar el valor de la tierra para su posterior explotación, expulsando a los habitantes más humildes.
Gentrificación
Esta palabra es de un uso cada vez más corriente entre militantes de organizaciones sociales, políticas o vecinales de la zona. Se refiere a “un proceso de transformación urbana en el que la población original de un sector o barrio deteriorado y paupérrimo es progresivamente desplazada por otra de un mayor nivel adquisitivo a la vez que se renueva”.
Los trabajadores del Molino Osiris que se encuentran ocupando la fábrica para preservar sus fuentes de trabajo, también hablan de este proceso de gentrificación. El molino está ubicado en Parque Patricios que, como La Boca, es parte de la Comuna 4. Los trabajadores tienen la hipótesis que los dueños cerraron las puertas para luego vender el terreno, cuyo precio aumentó considerablemente.
En este sentido, los obreros del molino sostienen que el barrio cambió mucho en los últimos años. A pocas cuadras del último molino harinero de Capital Federal se levanta la moderna sede del Gobierno de la Ciudad, hace poco llegó el subte y, como parte del Polo Tecnológico, numerosas empresas se han radicado en el barrio.
Estas noticias el macrismo las utiliza para hablar de una supuesta revalorización del la siempre postergada zona sur. Sin embargo, omiten que los beneficiados son aquellos con el enorme capital para poder invertir el mercado inmobiliario y los perjudicados los vecinos históricos del barrio, que también suelen ser los más humildes.
Las cifras
Ante esta situación, un colectivo de vecinos y organizaciones sociales se movilizó este 10 de septiembre, primero concentrándose en el Congreso y luego marchando a las puertas del IVC. El reclamo fue para que el macrismo enfrente la emergencia habitacional que sufre la Ciudad de Buenos Aires y que golpea especialmente a los sectores postergados.
Además, según informaron mediante un comunicado, hay 20 mil personas desalojadas anualmente, 17 mil viviendo en la calle, 270 mil habitando en villas sin urbanizar, 200 mil viviendo en hoteles, inquilinatos y pensiones hacinados y más de 500 mil personas sufriendo diferentes formas de emergencia habitacional.
Las organizaciones que se movlizaron fueron la Coordinadora de Inquilinos de Buenos Aires, Cooperativa de Vivienda CIBA; Cooperativa Cevallos, Cooperativa Papa francisco (Santa Cruz 140), Cooperativa de Encargados de Edificios y Afines, Cooperativa las Soñadoras de Gardel, Manos Solidarias T y T de la Boca, Federación de Cooperativas Todos Juntos, Espacio 341 por la Vivienda Social, Compañeras/os de Base de La Carbonilla, Compañeras/os de Base del Playón de Chacharita (Fraga), Cuerpo de Delegados de María Auxiliadora (Bermejo, Lugano), MP 22 de Agosto, Facción Latina y la Red de Acción Fotográfica.
Santiago Lecuna – @santirayado
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