Europa

4 septiembre, 2015

¿Quién es Jeremy Corbyn, el pacifista que se está convirtiendo en un líder político en Gran Bretaña?

La historia de Jeremy Corbyn, parlamentario inglés por el partido Laborista, poco tiene que ver con lo que suelen ser las vidas de los líderes políticos de Occidente. ¿Quién es este dirigente de izquierda que puede llegar a presidir el laborismo británico?

La historia de Jeremy Corbyn, parlamentario inglés por el partido Laborista, poco tiene que ver con lo que suelen ser las vidas de los líderes políticos de Occidente: sus padres se conocieron en la guerra civil española, su carrera política comenzó en el sindicato de trabajadores estatales, fue un miembro activo de la campaña para que Pinochet sea extraditado de España, es vegetariano y abstemio, va a trabajar en bicicleta y no tiene auto.

Además, es miembro activo de la Palestine Solidatiry Campaign, organización inglesa que promueve la solidaridad con el pueblo palestino, militante por los derechos del colectivo LGBT y ecologista. Sin embargo, según las encuestas, todo parecería indicar que Jeremy será el próximo candidato por el partido Laborista en las elecciones presidenciales del 2020 en el Reino Unido.

La candidatura de Corbyn depende del resultado de las elecciones internas de su partido que tendrán lugar el próximo 10 de septiembre, cuyo resultado se conocerá recién el 12. Esta votación busca definir quién será el nuevo líder de la organización, tras la renuncia de Ed Miliband luego de la derrota en las últimas elecciones generales frente al partido Conservador.

El próximo jueves, alrededor de 610 mil personas, entre militantes, miembros de sindicatos e inscriptos como simpatizantes, tendrán que pronunciarse sobre todos los candidatos que se presentaron, ordenándolos por preferencia.

Desde su postulación hace algunos meses, la figura de Corbyn está generando mucho revuelo en la isla británica. Varios miembros de su propio partido están desalentando públicamente a los votantes que se inclinan por Corbyn. Argumentan, por un lado, que las promesas del candidato son irrealizables. El ex presidente Tony Blair pidió rechazar lo que califica de políticas de “Alicia en el País de las Maravillas”.

Por otro lado, muchos laboristas se muestran preocupados por la performance electoral que podría hacer su partido con un candidato tan alejado del centro y temen perder puestos en el Parlamento, municipios, etc. También dudan de la capacidad de Corbyn de mantener el liderazgo hacia el interior del laborismo.

Sin embargo, Jeremy logró sumar muchas adhesiones desde que comenzó su campaña, sobre todo en sectores de la juventud y sindicatos. Actualmente lo apoyan seis de los 14 sindicatos afiliados al partido Laborista, entre ellos los dos más grandes. Además, logró acercar a muchos jóvenes que no estaban dentro del partido y que se sienten atraídos por un discurso que habla de cambios en la política y la economía inglesa.

“El pueblo está cansado de las políticas que hemos sufrido en los últimos tiempos. Yo puedo ofrecer un cambio”, dice Corbyn, quien votó más de 500 veces en contra de los lineamientos de su partido en su carrera como parlamentario. Muchos analistas opinan que el fuerte apoyo que está recibiendo Jeremy Corbyn, alrededor del 40% de intención de voto en las encuestas, se debe al enorme descontento que sufrieron los simpatizantes laboristas respecto de las políticas llevadas adelante por Tony Blair.

Las propuestas de Corbyn apuntan, sobre todo, a combatir las políticas de austeridad llevadas adelante por el gobierno conservador de David Cameron durante los últimos años. Algunas de sus inciativas son la renacionalización de los servicios públicos, revertir los recortes en el sector público y bienestar social y la mejora en la educación pública. En materia de política fiscal propone un aumento en los impuestos a los sectores más ricos, así como también a las grandes empresas y al sector financiero.

Otra de sus banderas más importantes es la necesidad del desarme nuclear de Gran Bretaña y el ponerle fin al programa “Tridente”, un millonario programa militar nuclear. También sostiene la necesidad de fomentar la producción de energías renovables y aumentar los derechos de los trabajadores ingleses, poniendo en cuestión, por ejemplo, el aumento de la edad jubilatoria aprobado hace algunos años.

Hace pocos días su nombre resonó en nuestro país por unas declaraciones que hizo sobre Malvinas, en las cuales sostuvo que estaría dispuesto a pensar en la posibilidad de una administración conjunta con el gobierno argentino, si llegara a ser mandatario del Reino Unido.

En consonancia con otros procesos que se están desarrollando en Europa, pareciera ser que un sector del pueblo inglés busca, por primera vez en muchos años, voces diferentes que se alejen de las fórmulas tradicionales que aplicó Occidente durante años para gobernar.

Marina Gamba

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