26 agosto, 2015
Pequeña gigante bañada de gloria
El 24 de agosto de 2015 quedará en la historia del deporte argentino: Paula Pareto se consagró campeona mundial de judo. Una historia -que es la de muchos deportistas amateurs- de lucha contra la adversidad y las dificultades. Un ejemplo de perseverancia y de vida.

“Mide menos de 1,60 y pesa menos de 50 kilos. ¿Cómo va a ser una deportista que pueda meterse en la élite mundial? Es imposible. Mejor que se dedique a otra cosa. Si, mejor que siga estudiando medicina que le puede ir bien. Pero que deje de joder con el deporte que, encima que no la va a llevar a ningún lado, la va a retrasar con las materias de la facultad y no se va a recibir nunca”.
¿Cuántos habrán pensado de esa manera? ¿Cuántos en su entorno dudaron de su capacidad para lograr todo lo que se proponía? Tenía todo en contra. Pero a ella le bastó tener mucha confianza propia para demostrar que no era ninguna “Peque”, más bien, era una Gigante.
Paula Pareto es una de las mejores deportistas de la historia argentina. Pero para llegar a ser eso, primero tuvo que lidiar con muchas contras, tuvo que tropezar miles de veces y tuvo que atravesar cualquier obstáculo que se le presentaba. Es campeona mundial en Judo, un deporte con poca trascendencia y difusión en Argentina.
Ser deportista amateur y meterse en la élite mundial es, sin dudas, para unos pocos. Y ni hablar para este tipo de disciplinas. Porque para llegar a eso hacen falta muchas horas de dedicación, constancia, esfuerzo y relegar cosas de la vida cotidiana. Enfrentarse a adversidades inimaginables: muy pocos recursos para entrenar, muy pocos recursos para viajar a competir y hasta una competencia interna casi nula.
Poco le importó todo eso. Fue contra viento y marea para conseguir lo que se propuso. Incluso relegando cosas y el gran ejemplo de eso lo dio en el año 2008. Fue uno de los más importantes de su carrera, porque iba a competir en un Juego Olímpico. Todo lo que rodea a ese torneo es maravilloso, pero si hay algo que moviliza e impacta es la Ceremonia de Apertura. Pero Paula se tuvo que ausentar a la realizada en Pekín, por tener competencia al otro día. Su objetivo era otro.
Al día siguiente tendría algo más emotivo. Se subió al podio tras lograr la medalla de bronce y sorprender a todos aquellos desprevenidos que todavía no conocían a esta joven Pareto.
Pero en un mundo tan exitista, la “fama” puede ser muy efímera. Luego de ganar la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011, los medios se olvidaron de semejante deportista. Porque en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 no pudo repetir la hazaña y se quedó a nada de lograr una nueva medalla.
Una de sus principales virtudes es la superación constante. Y fue por más. En el Mundial de Rusia 2014 consiguió la medalla plateada y era su reaparición. Fue candidata a portar la bandera en la apertura de los Panamericanos de Toronto 2015, pero otra vez participar al día siguiente le impedía presenciar dicha cita.
En ese torneo no pudo defender el oro conseguido en México, no pudo levantar la bandera en la apertura, pero en una demostración de grandeza propia de una deportista amateur con una ética y un entendimiento de todo sin importar el resultado final de la competencia, levantó a su rival a lo más alto y le demostró al mundo quien era la nueva campeona Panamericana.
Tan solo segundos después de haber perdido la final, la “Peque” alzó a la cubana Dayaris Mestre (su vencedora) para felicitar, para enaltecer su figura y para que el público pueda aplaudirla estando en “lo más alto”. ¿Qué importa haber perdido? A veces el éxito no es solo ganar y así lo entendió la argentina.
En pocos segundos y con una acción propia de una persona con mucha moral, derribó el mito de que arriba de un “tatami” -o una cancha de cualquier deporte- no existen las amistades. Tuvo mucha grandeza incluso en la derrota y de esa manera se quedó con la medalla de oro. Sin importar en que escalón del podio estaba, ganó, sin lugar a dudas.
Si solo importan los logros deportivos: el 24 de Agosto de 2015 se consagró, por primera vez, campeona mundial de Judo en la categoría -48KG. Lo hizo en Astaná, Kazajistán, tras vencer en la final a la japonesa Haruna Asami por 2-1 en penalizaciones.
La doctora Pareto no para de hacer historia. Si, la doctora. Porque en el año 2009 y en medio de una agotadora carrera como deportista, Paula logró ir contra todos los pronósticos: está en la élite del judo mundial y logró recibirse de médica, carrera que tiene pensado ejercer cuando termine de hacer historia con el deporte.
Un ejemplo de superación para cualquier deportista. Inspiración para cualquier ser humano. Hace rato dejó de ser “La Peque” para ser una verdadera Gigante.
Juan Cruz Carrasco – @juanccarrasco
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