20 agosto, 2015
«Dilma tiene que gobernar para quienes la eligieron en las urnas»
Por Maura Silva. Frente al complejo escenario que vive Brasil, una entrevista con Giselene dos Santos de la dirección del Movimiento de los Sin Tierra (MST), que analiza el actual momento político y las movilizaciones de sectores de la izquierda y la derecha de esta semana.

Por Maura Silva*. Frente al complejo escenario que vive Brasil, Giselene dos Santos de la dirección del Movimiento de los Sin Tierra (MST) analiza el actual momento político y las movilizaciones de sectores de la izquierda y la derecha de esta semana.
De un lado, el pedido de impeachment de la presidenta Dilma Rousseff, enmarcado en un discurso de odio y antipopular como en las movilizaciones del último domingo. Del otro, movimientos populares que critican duramente la política económica adoptada por el gobierno federal, como el ajuste fiscal y la Agenda Brasil, pero que resaltan la defensa de la democracia y el respecto a la voluntad popular que eligió a Dilma como presidenta de la república por segunda vez y se movilizarán en todo el país este jueves 20.
Giselene dos Santos, dirigente del MST analiza el actual momento político y considera que la unidad entre las organizaciones se está dando “contra las medidas conservadoras y el ataque a los derechos realizados por el Congreso, representada principalmente por la figura de Eduardo Cunha (PMDB)”. Y también la crítica a la política económica del gobierno. “Creemos que la salida es por la izquierda, con el pueblo en al calle y por reformas populares”, afirma.
– ¿Cuál es su evaluación sobre la manifestación del pasado domingo?
– El derecho a manifestarse es de todos. Pero el acto “Fuera Dilma” representa a la minoría del pueblo brasilero, una clase media privilegiada que no quiere perder privilegios y que se siente amenazada por el ascenso de la clase trabajadora.
Está claro que lo que esas personas quieren es un gobierno que aumente las diferencias entre los ricos y los pobres.
– ¿Usted cree que hay una posibilidad real de impeachment?
– Nunca creímos en la posibilidad de impeachment. Esto porque la clase social que de hecho manda en este país -los grandes grupos económicos y el capital financiero-, ya está satisfecha con este gobierno desde el inicio de su segundo mandato.
La actual política económica del gobierno federal, con el aumento de las tasas de interés, la flexibilización del mercado de trabajo, el recorte del presupuesto de las carteras sociales es la que beneficia a esos grupos. O sea, los que tienen mayor poder político y económico. Por eso, no interesa crear una inestabilidad política aún mayor sin tener certeza de las consecuencias que eso traería.
Ahora, es un hecho que algunos grupos de derecha buscan ese objetivo. Para eso utilizan un discurso conservador, muchas veces fascista, diseminando el sentimiento de odio en la sociedad a través de pautas “genéricas” como la corrupción.
Veamos: ¿quién fue el mayor ganador en la historia de Brasil con la corrupción? Fue justamente la burguesía brasilera compuesta por empresarios, latifundistas, banqueros, etc. Para que exista un corrupto debe existir alguien que lo corrompa.
– En las últimas semanas también se percibió un cambio en la línea editorial de los principales medios de comunicación ¿A qué se debe esto?
– Más allá de la presión de los grupos ya mencionados, hay otros factores que pueden ayudar a explicar este cambio en relación al discurso del impeachment.
La primera sería que esa estrategia es parte de la táctica de la propia Red Globo, que estira el elástico hasta el último momento y después sale de la jugada, dejando el movimiento seguir por su propia cuenta. Así, la Globo preservaría su imagen, en el caso de que se diera un golpe, podría decir que en la víspera defendía la democracia y al continuidad del mandato de Dilma.
Otra cuestión es la supervalorización de la crisis económica. A pesar de que existe una crisis económica, no es tan grave como anuncian los medios de comunicación. Pero por el hecho de insistir tanto en ese asunto, esa crisis se agrava, perjudicando inclusive el presupuesto publicitario de estos medios de comunicación.
Un último punto es la falta de consenso entre la propia derecha en cuanto a lo que se haría en el caso de que la presidenta fuese derrocada. O sea, no consiguieron crear una estabilidad política.
– La respuesta del gobierno para la salida de la crisis política y económica fue la Agenda Brasil ¿Cómo evalúa esa propuesta?
– La Agenda Brasil es un engaño, un retroceso para los derechos de los trabajadores. Renan Calheiros, presidente de la Cámara de Senadores y del PMDB, no representa los intereses de Brasil. Representa la agenda de los grandes latifundistas, del agronegocio, empresarios, banqueros y un Senado que no está preocupado ni tiene propuestas que contemplen la realidad del pueblo brasilero.
La presidenta vio en la Agenda Brasil la posibilidad de salir de esa crisis política que arrastra desde el comienzo de su segundo mandato. Por ello, esa Agenda representa un retroceso en los derechos laborales, en la cuestión ambiental y en el área de la salud.
Refuerza, por ejemplo, el PL 4330 (ahora PLC 30), que abre la posibilidad de la tercerización irrestricta, flexibiliza las legislaciones ambientales para los grandes emprendimientos, impide el debate en torno del nuevo Marco de la Minería y abre margen para el agronegocio sobre las tierras de los pueblos indígenas.
– ¿Cuál sería entonces una posible salida del gobierno para superar este momento y por qué no lo hace en todo caso?
– La presidenta Dilma precisa gobernar para quien la eligió en las urnas. Precisa tener una posición mas firme con ampliación de las políticas publicas y no retroceder, principalmente en lo que respecta a los derechos laborales.
En relación a la crisis económica, falta pasar la cuenta a quien realmente debe al pueblo brasilero, gravando las grandes fortunas, reformando el sistema impositivo -uno de los más injustos del mundo- bajando la tasa de interés y recolocando al Estado como impulsor de la economía brasilera, favoreciendo el mercado productivo y no el financiero.
En la política, creemos que sólo una profunda reforma del sistema político podría acabar con esta distorsión. Ya nadie se siente representado por el Congreso Nacional, y es porque las grandes empresas secuestraron el sistema electoral brasilero, por medio del financiamiento privado de la campaña.
– ¿Cuáles son las medidas que los movimientos populares están tomando para posicionarse en esta coyuntura?
– En primer lugar llevando información a la población para que no se transformen en masa de maniobra y no sean manipulados por el actual partido de derecha, representado actualmente por los medios de comunicación.
En segundo lugar, organizando nuestras bases para salir a las calles a defender nuestros derechos. No es casual que la Ley Antiterrorista haya sido creada y aprobada. La derecha sabe que existen organizaciones sociales dispuestas a luchar contra el modelo neoliberal y capitalista.
Y en tercer lugar, construir un Frente Nacional Popular por Brasil, unificando movimientos, centrales sindicales, partidos y diversos sectores de la sociedad. Necesitamos un proyecto para el país que profundice la democracia, aumente los derechos laborales y garantice de hecho la participación del pueblo en la vida política del país.
– Este jueves diversas organizaciones están convocando a la población a salir a las calles ¿Qué esperan de este acto?
– El segundo semestre comenzó muy bien. Ya en la primera semana tuvimos una jornada nacional de lucha del MST, en la que ocupamos 13 sedes del Ministerio de Hacienda y nos movilizamos en 18 Estados. Una semana después mas de 70 mil mujeres del campo marcharon por Brasilia en la Marcha de las Margaritas. En esta semana tendremos las movilizaciones del día 20 de agosto. Y el 5 de septiembre será lanzado el Frente Brasil Popular.
Las fuerzas populares se están moviendo para cada vez más cambiar la correlación de fuerzas en la sociedad, tanto con movilización en las calles como con la creación de una fuerza unitaria para pensar un proyecto a mediano/largo plazo para el país.
El acto del día 20 es la continuidad de un proceso de movilizaciones unitarias que los movimientos sociales del campo y la ciudad, centrales sindicales y partidos, han realizado en la defensa de nuestros derechos.
Nos movilizaremos contra las medidas conservadoras y el ataque a los derechos realizados por el Congreso, representado principalmente en la figura de Eduardo Cunha (PMDB). Otro punto central es nuestra critica a la política económica del gobierno. Creemos que la salida es por la izquierda, con el pueblo en las calles y por reformas populares.
O sea, será un ejemplo mas de la unidad popular, en la lucha contra el retroceso y la política económica y por la defensa de la democracia. Saldremos en las calles de todo el país con demandas concretas y objetivas, como la Reforma Tributaria, Agraria, Urbana, Educacional, Política y por la democratización de los medios de comunicación.
*Artículo publicado originalmente en www.mst.org.br. Traducción: Natacha Guala
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