19 agosto, 2015
Louis CK, el abanderado de los perdedores inteligentes
Louis CK es ni más ni menos que lo mejor que uno puede ver en stand up en la actualidad. Sus especiales y su serie de televisión Louie, nos reconcilian con la especie humana. Pero no se trata de una reconciliación tonta que se nieva a ver los defectos sino un abrazo amoroso lúcido, amargo y divertidísimo.

Los pocos que reconozcan a Louis CK tal vez lo hagan como personaje secundario de películas como la oscarizada Escándalo americano, La invención de la mentira, Blue Jasmine -la última más o menos mirable de Woody Allen, donde interpreta al colorado que esperanza y abandona a la hermosísima Cate Blanchett- o la muy simpática Role Models.
Pero hay más, muchísimo más. Nacido en septiembre de 1967 como Louis Szekely, Louis CK (cuenta que debe la simplificación de su apellido de origen húngaro a un coordinador de colonia de vacaciones que claramente le estaba haciendo bullying) es uno de los mejores standaperos de la actualidad, además de guionista de TV y cine, actor, productor y director. También es la estrella de una de las más exitosas comedias de la señal de cable FX, Louie, que escribe, dirige y protagoniza.
CK es hijo de un economista mexicano y de una ingeniera de software yanqui irlandesa. Aunque nacido en Washington, vivió hasta los siete años en Ciudad de México (su primera lengua es el español y aún conserva la nacionalidad mexicana) para luego mudarse a Boston. Hizo sus primeras experiencias en la comedia stand up a mediados de los ochenta, escalando poco a poco hasta llegar a abrirle al mismísimo Jerry Seinfeld. Luego, lógicamente, se mudó a Manhattan.
Fue guionista de shows como The Late Show with David Letterman, Late Night with Conan O’Brien, The Dana Carvey Show o The Chris Rock Show. De la experiencia con Rock también nació la película de culto Pootie Tang, que recibió críticas lapidarias y que sigue, sin embargo, siendo uno de los trabajos preferidos de CK.
Siguiendo las huellas del procer del stand up George Carlin, Louie llevó al stand up a un nivel superior. De hecho, su especial Hilarious, un vivo de abril de 2009 producido y dirigido por él mismo, fue el primer show de stand up en competir en el festival de cine independiente de Sundance. Hilarous es una gran puerta de entrada para ingresar al universo CK y se puede ver en Netflix y otros sitios de streaming.
En junio de 2006, estrenó Lucky Louie en HBO. La amarga y divertidísima sitcom familiar con audiencia sólo duró una temporada. Pero la revancha llegaría en 2010 con Louie, que ya lleva su quinta temporada de éxito por la señal FX. Hasta el momento van tres temporadas de 13 capítulos, una de 14 y una en curso desde el mes de abril. De lo mejor que puede ofrecer la televisión estadounidense en la actualidad.
El eje de Louie son apenas escenas de su propia vida ficcionalizada. Es decir, la vida de un cómico cuarentón, de un mix judío-mexicano-neoyorkino, de un colorado que se está quedando pelado y echando panza, de un padre divorciado de dos pequeñas demonias, del looser más patético que uno pueda imaginar con las mujeres y de uno de los tipos más lúcidos y divertidos que uno puede llegar a conocer.
Otra gran forma de conocer a Louie puede ser buscando su participación en Comedians in cars getting coffee, la serie «acerca de nada» que finalmente logró hacer Jerry Seinfeld por Crackle. En ella Seinfeld pasa a buscar a distintos comediantes con un auto elegido especialmente para cada uno y lo lleva a tomar café a algún lado. Mientras tanto charlan y, casi sin querer, construyen una de las mejores series online del momento. El episodio con CK es mágico.
Aunque el humor de CK tiene un valor especial para sus coetáneos, que gracias a la inmediata identificación sacarán mucho más provecho de cada referencia, su humor no se limita a un acotado target generacional. Cualquiera que se haya extrañado ante la rareza del bicho humano y crea que el humor sana y salva puede acceder al universo CK.
En reciente libro de entrevistas del director cinematográfico Judd Apatow (responsable de comedias tan disfrutables como Virgen a los 40, Ligeramente embarazada o Bienvenido a los 40), uno de los 37 comediantes elegidos es precisamente Louie. En esa gran entrevista cuenta que en 2014 para su segunda participación como anfitrión del histórico semillero de comicos Saturday Nigth Live, mandó al carajo al mismísimo creador del show Lorne Michaels porque quiso recortarle el monólogo de apertura. Al final salió casi como había sido planeado y generó uno de los últimos grandes escándalos en torno a los “límites del humor” en Estados Unidos. Allí Louie abordaba temas tan sensibles como el racismo, el feminismo, Israel-Palestina y hasta el abuso infantil. Nada menos. Y fue divertidísimo.
Hay que ser muy bueno para ser gracioso con esos temas. La provocación es fácil. Cualquier boludo puede “no ser políticamente correcto” y hacer ostentación de machismo, racismo o fascismo. El desafío es otro, infinitamente más difícil: buscarle el lado inteligentemente gracioso. Toda vivencia humana lo tiene. Bien mirado, todo es un poco ridículo, incluso la tragedia.
“Decir que un tema es demasiado horrible como para bromear acerca de él es como decir que una enfermedad es demasiado horrible como para ser tratada”, dijo Louie alguna vez. Afortunadamente para él no hay límites. Se puede bromear con todo, ampliar el límite de humor. Y puede ser incómodo, claro, pero uno disfruta cada vez viéndolo arrancar a lo bestia los alambres de púa de las fronteras y volver, chorreando sangre pero feliz, a nuestro lado.
En algunos momentos la serie alcanza los niveles insuperables de lucidez crítica de Seinfeld, pero sin ser tan cruel. E incluso cuando lo es se ubica siempre como parte de la troupe que recibe los cachetazos. Humildad y honestidad. Como si de Jesús se tratara, el humor de Louie lava los pecados del mundo al asumirlos en si mismo. El ser humano es digno de amor, qué duda cabe, pero no necesariamente de respeto.
“Life’s too short to be an asshole” (La vida es demasiado corta para ser un imbécil/forro), suele decir.
Próximamente también tendrá un rol importante en la biopic del gran escritor norteamericano Dalton Trumbo (que será interpretado por Brian Cranston/Walter White), acosado por el macartismo norteamericano por su militancia comunista. Se estrena antes de fin de año, el elenco es maravilloso y pinta muy bien.
Gracias por tanto, Louie.
Pedro Perucca – @PedroP71
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