Mundo Gremial

14 agosto, 2015

Un año de gestión obrera en MadyGraf (ex Donnelley)

Hace un año la imprenta de capitales norteamericanos cerró sus puertas. Empezaba un proceso de lucha por el mantenimiento de los puestos de trabajo que hoy continua.

Hace un año la imprenta de capitales norteamericanos cerró sus puertas. Empezaba un proceso de lucha por el mantenimiento de los puestos de trabajo que hoy continua.

El 12 de agosto del 2014 los obreros vieron que del portón de la fábrica colgaba una nota avisando que, a raíz de una fuerte crisis, la imprenta dejaba de funcionar. Los trabajadores no sólo dudaban de la nota en sí (no estaba sellada, ni firmada, era una simple fotocopia) sino de lo que los entonces directivos consideraban como una crisis. Con importantes clientes como las revistas Gente, Para Ti, Paparazzi, Billiken y la folletería de Carrefour y Musimundo los niveles de producción no habían disminuido.

Desde el Gobierno Nacional se habló de una “quiebra fraudulenta” donde la justicia, en un trámite express, acató el pedido de quiebra de la empresa cuando esta, a todas luces, funcionaba con normalidad. La presidenta de la Nación anunció la aplicación de la Ley Antiterrorista por alteración al orden financiero y económico. Finalmente, dicha normativa no se aplicó y la AFIP denunció a Donnelley por accionar fraudulento.

Además, Cristina Fernández se ocupó de señalar la relación de la imprenta de capitales estadounidenses con el fondo buitre NML, cuya figura pública es el conocido Paul Singer. Según relató la presidenta NML había transferido parte de sus acciones al fondo de inversión BlackRock, que tiene participación accionaria en la empresa gráfica.

Desde el primer momento del conflicto, los trabajadores tuvieron la decisión de mantener la fábrica en funcionamiento y produciendo. Si no era a partir de una empresa multinacional, sería a partir de una cooperativa de trabajadores. Fue así que los 400 gráficos de la imprenta de Garín conformaron la Cooperativa MadyGraf.

La actualidad de la imprenta

De esta manera, comenzó la organización obrera de la ex Donnelley. Si bien hoy los operarios están trabajando, se presenta un escollo que por ahora no logran resolver. Todavía no poseen el título de propiedad del establecimiento y es eso lo que vienen reclamando a las autoridades.

Para lograrlo, necesitan que el Senado bonaerense termine de tratar la ley de expropiación que ya tiene media sanción en la Cámara de Diputados. En un comunicado que los trabajadores sacaron por este primer aniversario explicaron: “Reclamamos la expropiación para que sea gestionada por nosotros, los trabajadores. El proyecto de Ley presentado por el diputado bonaerense Christian Castillo tiene media sanción de la Cámara de Diputados provinciales pero aún no fue tratado por el Senado”.

Además, entienden que “esa expropiación que reclamamos será una solución parcial, porque seguiremos dependiendo de los avatares del mercado y a merced de maniobras especulativas de los grandes grupos de la industria gráfica. Por eso, nuestra lucha de fondo es por la estatización bajo gestión obrera. Y así no solo defender los puestos de trabajo sino poder poner esta fábrica al servicio de la comunidad, imprimiendo manuales, libros y cuadernos, como demostramos simbólicamente cuando imprimimos diez mil cuadernos que donamos a los alumnos de las escuelas vecinas”.

Finalmente, los trabajadores de MadyGraf agradecen la solidaridad de organizaciones obreras, estudiantiles, políticas y de derechos humanos y, especialmente, a “los hermanos gráficos de World Color” quienes también se encuentran luchando por el mantenimiento de las fuentes de empleo contra una empresa, al igual que ocurría con Donnlley, cuya casa matriz está en Estados Unidos.

Santiago Lecuna – @santirayado

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