5 agosto, 2015
Acuerdo en la Línea 60: el jueves se restablece el servicio
Luego de cuatro reuniones en el Ministerio de Trabajo finalmente los trabajadores y la empresa arribaron a un acuerdo para poner fin a más de 40 días de conflicto que tuvieron paralizada la línea de colectivos más utilizada del área metropolitana.

Luego de cuatro reuniones en el Ministerio de Trabajo finalmente los trabajadores y la empresa arribaron a un acuerdo para poner fin a más de 40 días de conflicto que tuvieron paralizada la línea de colectivos más utilizada del área metropolitana.
Según explicó el delegado Santiago Menconi en diálogo con Notas, este martes “hubo una propuesta que fue muy similar a la del día sábado donde se reincorporan 50 de los 53 despedidos. Los tres restantes que son los que ya estaban judicializados entran en la conciliación” y allí se terminará de resolver su situación.
Por otra parte Menconi apuntó que la empresa se comprometió a pagar «dos cuotas cinco mil y otra más de seis mil», a modo de anticipo salarial y «el pago de los días caídos» durante el conflicto. Finalmente el acuerdo también incluye el reconocimiento de 12 días de licencia gremial para los delegados.
El trabajador de la Línea 60 comentó que cuando llevaron esta propuesta a sus compañeros “fue casi unánime la asamblea en la decisión de levantar la medida de fuerza».
Si bien la propuesta original del Ministerio de Trabajo era que la Línea vuelva a funcionar este miércoles los choferes resolvieron que «se restablece el servicio el jueves a las cero horas” porque “este miércoles a las 2 de la tarde se firma el acuerdo”.
Un conflicto de 41 días
Todo comenzó el jueves 25 de junio cuando los choferes llevaron a cabo una medida de fuerza que implicaba no cobrar el boleto a los 250 mil pasajeros que utilizan la línea diariamente. La protesta fue para exigir la reincorporación de Ariel Alejandro Benítez, despedido sin motivo un día antes.
Un día después, luego de una audiencia en el Ministerio de Trabajo, las autoridades de la cartera laboral dictaron la conciliación obligatoria por lo que la medida de fuerza debía quedar suspendida y la empresa reincorporar a Benítez.
Sin embargo el sábado de esa misma semana, el chofer despedido no pudo ingresar a trabajar y la patronal impidió la salida de los colectivos dando inicio a un lockout. Además la empresa DOTA (que maneja 46 líneas del área metropolitana) envió 50 telegramas de despidos. Desde entonces y durante cinco días la Línea 60 estuvo sin funcionar.
Finalmente los trabajadores lograron poner nuevamente en funcionamiento los colectivos siguiendo con la medida de fuerza de no cobrar boleto aunque se vieron forzados a brindar un servicio reducido ya que fuerzas policiales -con orden judicial solicitada por la empresa- bloquearon el predio de la cabecera de Ingeniero Maschwitz (partido de Escobar). Allí los choferes estuvieron yendo a cumplir horario pero sin poder salir a hacer sus recorridos.
Una nueva orden judicial llamó a normalizar el servicio. No obstante los choferes advirtieron que continuaban los inconvenientes “porque la empresa no hace nada para sacar los colectivos a la calle”.
Durante el fin de semana del 11 y 12 de julio (luego de dos semanas de conflicto) hizo su aparición el titular de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Roberto Fernández, anunciando que había alcanzado un acuerdo con la empresa para reincorporar a los trabajadores despedidos.
Fernández dejó en claro rápidamente cual era su rol al sostener que “un minúsculo grupo de personas maliciosas que no representan al sindicato está impidiendo la libertad de trabajo en la Línea 60″. Coincidiendo así con el discurso de la empresa que sostiene que son los trabajadores los que impiden el funcionamiento.
En ese sentido los trabajadores de la línea 60 señalaron: “Los trabajadores y el cuerpo de delegados le comunican a los usuarios que jamás ha sido convocado a ninguna reunión de conciliación, que la empresa sigue en situación de lockout patronal y que los trabajadores estamos en nuestras cabeceras dispuestos a que nos den servicio. Continuaremos con nuestros reclamos por los 53 despedidos, los días caídos y el cambio de las condiciones de trabajo entre otros reclamos”.
Pocos días después, mientras los trabajadores realizaban una asamblea en Constitución, un fuerte operativo de la Policía Federal se desplegó en el lugar con orden de desalojar. La rápida respuesta de sus compañeros y distintas organizaciones que manifestaron su solidaridad impidió que se lleve a cabo la orden judicial.
Posteriormente los choferes realizaron un festival allí mismo en Constitución para visibilizar su reclamo y exigir que se abra una mesa de diálogo con la empresa, algo que no sucedió. Ante la falta de respuesta, el jueves 23 de julio resolvieron llevar a cabo un primer corte de la Panamericana, aunque dejando liberado uno de los carriles. El martes 28, al intentar cortar la totalidad de la ruta, fueron reprimidos.
Tal como explicó en su momento Menconi a Notas, “está de manifiesto que el Estado nos viene atacando para hacer pelota la lucha”. Pero aclaró: “Nosotros salimos a cortar la ruta, que es la última alternativa después de haber agotado todas las instancias legales y judiciales, y el Estado salió a reprimirnos”.
Frente a la visibilidad que cobró el hecho se entabló la primera mesa de negociación que, finalmente este martes, logró alcanzar un acuerdo.
Si llegaste hasta acá es porque te interesa la información rigurosa, porque valorás tener otra mirada más allá del bombardeo cotidiano de la gran mayoría de los medios. NOTAS Periodismo Popular cuenta con vos para renovarse cada día. Defendé la otra mirada.