América Latina

25 junio, 2015

«El pueblo venezolano, con Chávez como maestro, aprendió que en la oposición no hay vida»

El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela anunció que las elecciones legislativas de ese país se realizarán el 6 de diciembre. Desde la oposición se presentó esto como una victoria de la huelga de hambre que realizaba Leopoldo López en la cárcel. El periodista argentino residente en Venezuela, Marcos Salgado, analizó la situación.

El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela anunció que las elecciones legislativas de ese país se realizarán el 6 de diciembre. Desde la oposición se presentó esto como una victoria de la huelga de hambre que realizaba Leopoldo López en la cárcel. El periodista argentino residente en Venezuela, Marcos Salgado, analizó la situación.

En diálogo con Radio Sur, Salgado repasó los argumentos que esgrimen los sectores opositores al gobierno de Nicolás Maduro para sostener que «le arrancaron» la fecha de elecciones al CNE al mismo tiempo que explica como se definen estas cuestiones en el país caribeño. A su vez repasa las complejidades y el escenario de los comicios que se realizarán en diciembre.

– ¿Por qué Leopoldo López levantó la huelga de hambre que venía realizando hace un mes? ¿La convocatoria a elecciones legislativas es una «victoria» de la oposición?

– La oposición evidentemente logró que quedara en el centro de la agenda política la cuestión de la convocatoria a las elecciones y tuvo éxito presionando al CNE y a la hora de poner en la agenda nacional y especialmente internacional el tema del llamado a elecciones.

¿Por qué? No es una cuestión de que el llamado no se iba a hacer, ni que el CNE se había atrasado o escatimaba la fecha. No. El CNE dio la fecha de las elecciones y el cronograma electoral completo dentro de los plazos establecidos.

Se sabía desde hace tiempo que iba a haber elecciones y que las mismas iban a ser en el último trimestre de este año. El 6 de diciembre de hecho no es una fecha anormal. Puede sonar rara en Argentina pero en realidad aquí las vacaciones son en julio y agosto porque es cuando se da el receso escolar. Diciembre es un mes de plena actividad hasta las semanas de las fiestas.

Pero entonces hay que preguntarse ¿cómo puede ser que la oposición haya hecho una huelga de hambre para pedir lo que se sabía que iba a venir? Bueno, esa fue la inteligencia de esos sectores, ayudados por medios de comunicación complacientes que no se hacen esta pregunta. Y también por personajes de la derecha internacional como Felipe Gónzalez, Andrés Pastrana, Sebastián Piñera, que fueron convirtiendo la huelga de hambre por nada (porque la reivindicación no tenía sentido) de Leopoldo López en un hecho político significativo.

La oposición ha sido inteligente en ese tema como no lo es en otros. Especialmente en tratar de mostrar una unidad y alguna propuesta que vaya más allá de salir del chavismo mañana mismo, que es en lo único que se ponen de acuerdo.

– Considerando que hizo un mes de huelga de hambre ¿cuál es el estado de salud de Leopoldo López?

– Si estuviera escuálido, esquelético o con problemas de salud ya hubiera aparecido alguna foto. Lo que mejor hace la oposición es el show. Ese lugar de ponerse en víctimas.

Doy un ejemplo concreto. Vinieron senadores de Brasil, entre ellos Aecio Neves que perdió con Dilma Rousseff la última elección. Querían visitar a Leopoldo López, cosa que no iban a lograr porque no es que uno va, toca el timbre de una cárcel y se entrevista con un preso de máxima seguridad. Pero querían hacer ese show.

Se encontraron con algo muy común en Venezuela que son los embotellamientos. Se aburrieron de esperar en la autopista que va del aeropuerto a la ciudad de Caracas y se volvieron diciendo que los habían hostigado, que el gobierno había cortado la circulación entre dos ciudades importantísimas del país solamente para que ellos no pudieran pasar y que eso demuestra que es una dictadura.

Esto que uno ve y le parece tan absurdo, así es el día a día de la forma en que la oposición hace política en Venezuela. Así que no hay que sorprenderse. Van a querer instalar la idea de que el Poder Electoral no es confiable, como lo hacen siempre, cosa de que si el resultado no es favorable a ellos, salgan a denunciar que hubo fraude. Lo hacen siempre.

– Considerando que la oposición festejó esta convocatoria a elecciones como una victoria ¿Creés que tienen la certeza de que van a ganar?

– Ellos dicen que le «arrancaron» al CNE la fecha de la elección. Eso pueden anotárselo, por lo que decíamos antes, como una victoria política más allá de que no tiene mucho sentido.

Pero acá no se puede pensar que la oposición va a ganar la elección, si no si el chavismo y particularmente el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) va a perder.

¿Qué quiero decir con esto? Hay dos o tres elementos que es importante tener en cuenta. Uno de ellos es el tema económico, con dos aspectos: una inflación galopante, a las puertas de la hiperinflación; y un desabastecimiento cíclico, que ya lleva mucho tiempo. Que comenzó puntualmente después de la muerte del presidente Chávez pero que se ha ido progresivamente agravando.

No es que hay hambre, pero el venezolano se ha ido acostumbrando a tener que andar buscando demasiado los productos de primera necesidad a precios accesibles.

Eso puede convertirse en una suerte de termómetro de cuanto, las mayorías chavistas, resisten la situación de desabastecimiento e inflación.

En esto la oposición está afuera. La oposición está sentada esperando a ver si la situación económica le genera votos a favor o, en todo caso, una ausencia en las urnas de parte del chavismo que haga que termine imponiéndose.

Hoy el Parlamento se renueva por completo (170 bancas), no por mitades como en Argentina. Actualmente hay una mayoría ajustada a favor del chavismo. La oposición espera revertir eso y que por lo menos el chavismo se convierta en primera minoría y ya no le alcance para legislar en forma directa.

Ahora, como toda elección en Venezuela (independientemente de los cargos que se elijan) siempre termina convirtiéndose en un plebiscito y a eso apuntan los opositores.

Sin embargo hay que ver que pasa porque falta mucho y el chavismo tiene cartas en la manga. Una de ellas es la movilización. El PSUV ya está movilizado haciendo lo que mejor hace, que es ser maquinaria electoral. Están empezando a elegir, desde las bases, una parte de sus candidatos a diputadas y diputados.

– ¿Considerás que la situación económica actual y los problemas que mencionaste (inflación, desabastecimiento) son producto de errores del gobierno o inciden también otros factores?

– Nicolás Maduro está siendo sometido a una presión formidable. Un ataque en varios frentes, que nunca se había visto durante los años en que el comandante Chávez estaba al frente.

La presión sobre el bolívar es brutal. En abril del 2013, cuando Maduro asumió el Gobierno, el dólar paralelo no llegaba a 30 bolívares, hoy está más de 400. Eso no tiene explicacion si no es por la guerra económica a la que se somete a Venezuela. Lo mismo el desabastecimiento, es un plan pensado por los sectores privados, para generar demandas infladas artificialmente y obtener grandes ganancias.

El contrabando de extracción a países vecinos también creció muchísimo. Hoy la venta de la gasolina venezolana, que está prácticamente regalada, en las zonas fronterizas en Colombia mueve más dinero que el narcotráfico. Esto es así porque hay una enorme permisividad del Estado colombiano.

Después está la presión internacional, que no cesa un día. Cuando no es Colombia, es Estados Unidos o la prensa española cartelizada. Todo para crear la idea en la opinión pública internacional de que Venezuela es un narcoestado fallido y justificar eventuales intervenciones a mediano plazo. Hay una presión para aniquilar la experiencia Bolivariana.

Pero el proceso chavista también tiene problemas que aportan a esta situacion compleja. La burocracia, la corrupción y la ineficiencia diluyen las medidas del Estado para frenar las maniobras desestabilizadoras.

Lo comunicacional sigue siendo un problema. Ya Chávez lo decía una y otra vez. Se hace muy difícil enfrentar esa guerra mediática internacional contra Venezuela. El hecho de que toda la gestión gubernamental parece estar centrada en Maduro a la hora de comunicar la hace todavía más compleja.

Aún así, creo que el pueblo venezolano, con Chávez como maestro, aprendió que en la oposición «no hay vida», como se dice acá. Encuestas recientes hablan de que hay disposición a votar en las parlamentarias del 6 de diciembre, incluso más entre el chavismo que entre los que se definen opositores. Falta bastante y si el Gobierno tiene un as en la manga para intervenir seriamente en lo económico, estaríamos ante la elección 19 ganada por el chavismo, de 20 en total desde 1999.

 

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