Fútbol

22 junio, 2015

El miedo es sonso

Ya está. Ya todos saben que jugamos contra Colombia en los cuartos de final de la Copa América. Se podrá oír que Perú cambio la taba porque se filtró entre Brasil y el seleccionado dirigido por José Néstor Pekerman. No será extraño leer que ahora sí, que ahora habrá que dar todo porque sino…

Ya está. Ya todos saben que jugamos contra Colombia en los cuartos de final de la Copa América. Se podrá oír que Perú cambio la taba porque se filtró entre Brasil y el seleccionado dirigido por José Néstor Pekerman. No será extraño leer que ahora sí, que ahora habrá que dar todo porque sino…

¿Sino, qué? ¿Qué pasa si queda eliminada? ¿A qué habría que temerle?

¿Y si gana? Dirán que jugamos contra una Colombia que no se parece a la de hace un año atrás, obviando claro el proyecto que encabeza el entrenador argentino que lleva más de tres años, que se clasificó segunda en las Eliminatorias y que logró, por primera vez en la historia, la clasificación a los cuartos de final de un Mundial. Y que nuestra selección no alcanza los 15 partidos con Martino en el banco.

Porque los que no pierden nunca desde los escritorios y llenan papeles con palabras variopintas, y muchos hinchas también, sólo analizan resultados. Y el resultado cuando explica un partido es un arma de doble filo. Porque a veces, quizás más de lo que creemos, no hay correlato entre lo que sucede en un encuentro y lo que indica la chapa final. Menos aún, cuando algunos creen que algunas chapas están talladas antes de que el árbitro del pitazo inicial.

¿Acaso el 2 a 2 con Paraguay reflejó la superioridad de Argentina sobre su rival por más de 60 minutos? ¿Acaso sirve para explicar que el DT argentino hizo “mal los cambios”? ¿Por qué se siembra el manto de sospecha cuando el Martino sostiene que los cambios que hizo fueron en base a la convicción de que el potencial del equipo podría marcar las diferencias entre uno y otro? Enseguida aparece Bielsa en los discursos al tiempo que ven a Pastore en la selección. Hola, ¿hay alguien ahí?

Necio sería dejar de reconocer que la idea que gobierna el juego de este equipo que está empezando a marchar es con la pelota y que en la segunda parte del partido, en el que se abrió el grupo, eso pareció olvidado y que el propio entrenador confundió con el ingreso al unísono de Tevez e Higuaín cuando sostuvo que ambos más Agüero se disputaban la “9” del equipo.

Allí, en primera fila, lista para aparecer cuando la ocasión mandara estaba la palabra “equilibrio”. Nobleza obliga, la utilizan propios y extraños, pero revelan distintas intenciones. Sus portavoces, “los equilibristas”, también hablan de “cerrar partidos” y suelen explicar partidos desde la mística, como si eso fuera posible. Equilibrio para ellos es jugar como jugó Uruguay contra Argentina y lograr empatar. Pero como enfrente estaba la Celeste, apareció la palabra que estaba en la segunda fila: carácter.

Entonces el 1 a 0 se explicó por el temple, el carácter de un equipo que intentó más y mejor en la primera parte y que en los segundos 45 y sobre todo, desde que se puso en ventaja, perdió nuevamente su brújula la pelota. Romero se tuvo que revolcar. A Uruguay no se le reclama que pase la mitad de la cancha, ni que haga dos pases seguidos. No hace falta, están “los equilibristas con carácter”. Esos que a los extremos cuidados le agregan un poco de vigor y obtienen algún éxito que los inmuniza.

Hay que ser equilibrados y demostrar carácter pero a Jamaica “le hacemos cinco”, “si no tienen ni idea de lo qué es el fútbol”. “Nosotros tenemos a Messi, a Dí María y Agüero, y ellos a uno que no lo conoce ni la mamá”. Y la memoria es un recuerdo borroso, casi imperceptible, de lo que sucedió hace un año atrás y después de un tiempo mayor de trabajo. Porque el logro eclipsa el recorrido.

¿Acaso contra Irán en el mundial de Brasil, Argentina no ganó con un gol de Messi en el ocaso del partido? ¿Será que los anteojos me dejan ver como si fuera hoy a Romero evitando la caída de nuestro arco en situaciones muchos más claras que las que generó nuestra selección con sus figuras? ¿Y el partido contra Bosnia? ¿Y el de Suiza, que lo ganamos con un gol a tres minutos de los penales? ¿Y contra Holanda, cuantas veces pateamos al arco?

El viernes a las 22.30 muchos se pondrán el buzo de entrenador por enésima vez, otros detrás de un teclado esgrimirán las cualidades y defectos según lo que indique el tanteador final. Colombia es un rival a respetar pero finalizada la fase de grupos y con los cuartos del final definidos, Argentina ha demostrado estar mejor porque se parece más a lo que su entrenador quiere aun a sabiendas que hay mucho por mejorar.

Martino asume el riesgo. Martino sabe que el miedo es sonso.

Federico Coguzza – @Ellanzallama

Si llegaste hasta acá es porque te interesa la información rigurosa, porque valorás tener otra mirada más allá del bombardeo cotidiano de la gran mayoría de los medios. NOTAS Periodismo Popular cuenta con vos para renovarse cada día. Defendé la otra mirada.

Aportá a Notas