18 junio, 2015
Caso Brian Nuñez: «Se hizo justicia y para mi hijo salió el sol»
El pasado martes fueron condenados por Tribunal Oral Federal 1 de San Martín cuatro de los siete agentes del Servicio Penitenciario Federal (SPF) acusados del delito de torturas físicas y psíquicas en 2011 a Brian Núñez. Notas dialogó con Liliana Valenzuela, la madre del joven.

El pasado martes fueron condenados por Tribunal Oral Federal 1 de San Martín cuatro de los siete agentes del Servicio Penitenciario Federal (SPF) acusados del delito de torturas físicas y psíquicas en 2011 a Brian Núñez. Notas dialogó con Liliana Valenzuela, la madre del joven.
El hecho ocurrió el 16 de julio de 2011, un día después del cumpleaños de Brian, día del SPF y jornada en la que Argentina enfrentaba a Uruguay por la Copa América de aquel año. Esto último fue la excusa que desató las torturas sobre el joven de 20 años que, tal como le habían prometido los guardia cárceles, solicitó ver el partido.
Los agentes del SPF le negaron esa posibilidad, la situación derivó en una discusión que terminó en una brutal golpiza de más de cuatro horas.
Desde entonces la familiar de Brian (que sigue cumpliendo su condena) comenzó a pelear para que se juzgue a los responsables y así se llegó al martes 16 de junio de 2015 donde en un hecho histórico, por primera vez se condenó a miembros del SPF por delitos de este tipo.
Los agentes penitenciarios acusados de agredir a Brian eran cuatro: Juan Pablo Martínez (jefe de turno), Roberto Cóceres, Víctor Guillermo Meza y Javier Enrique Andrada. Martínez recibió la pena más alta: el tribunal le dio nueve años y seis meses por considerarlo coautor de torturas. Cóceres y Meza fueron condenados a ocho años y seis meses de prisión, y Andrada resultó absuelto.
Los otros tres penitenciarios estaban acusados de haber omitido la denuncia por los hechos de tortura: Juan José Mancel, el jefe de día del complejo, resultó el único condenado entre ellos, con dos años de prisión en suspenso; mientras que Ede Martín Vallejos (celador del pabellón donde empezó la tortura) y Juan Fernando Morinigo (requisa) -que sigue trabajando donde ocurrieron los hechos- resultaron absueltos.
Con este fallo, Notas dialogó con la madre de Brian para reconstruir los hechos de aquel trágico día, así como también la lucha que llevó a este juicio histórico.
– ¿Qué fue lo que le pasó a Brian?
– A mi hijo lo torturaron penitenciarios de alto rango en el año 2011 en la cárcel de Marcos Paz. Una semana antes de que pasara esto le habían dicho que tenían un ‘lindo regalito’ para él porque mi hijo cumplía 20 años el 15 julio. El 16 me dice ‘mamá ¿qué será el regalito?’ y le contesté ‘ni idea, pero estos no te regalan nada’.
– El no tenía ni idea de lo que le esperaba ¿lo habían amenazado? ¿Tenía miedo?
– Le dijeron lo del regalito y nada más. No lo habían amenazado ni nada, si no me hubiera dicho. Yo tampoco me imaginaba lo que iba a pasar.
– ¿Hace cuanto estaba en el penal?
– Estaba hace dos años. Primero en Ezeiza un año y medio más o menos y medio año en Marcos Paz porque mudaron a todos los jóvenes adultos ahí. Y también otro sector que eran jóvenes adultos de la Unidad 24.
– ¿Cómo te enteraste que a tu hijo lo habían torturado?
– Siempre después de la visita él me llamaba al celular y me decía ‘mami estoy bien’, porque pasaban cosas así que él nunca me quería decir, entonces me confirmaba que estaba bien.
Ese día no me llamó porque supuestamente tenían el beneficio de ver Argentina – Uruguay pero no fue así. Los guardia cárceles estaban celebrando el día del SPF comiendo asado y tomando. Entonces se alcoholizaron, lo buscaron a mi hijo y le dijeron que no iban a ver el partido porque no tenían ganas.
Ahí hubo una discusión de por medio, vino el jefe y le dio una trompada a mi hijo, él se la devolvió y ahí vinieron todos los de la requisa y empezaron a golpearlo. Eso lo contó en el juicio el compañero que estaba con mi hijo en la celda en ese momento.
Después se lo llevaron arrastrando a un cuartito le siguieron pegando, después más lejos porque se escuchaban los gritos. Los golpes fueron tan fuertes que le provocaron 19 lesiones en el cuerpo.
– El cuerpo médico del servicio penitenciaro, ante estas situaciones que lamentablemente son recurrentes, suele ser cómplice. En este caso ¿constataron las lesiones que tenía tu hijo?
– Un médico dijo que no, que era un golpe nada más y que las piernas las tenía hinchadas, mientras que el que lo atendió de entrada dijo ‘este chico tiene quebrados dos dedos del pie’. O sea que no era una cuestión de criterio.
Nuestro abogado le dijo que cuando uno va al médico este le pregunta a uno que le pasó, o sea que lo vio a Brian y no le preguntó nada. Y el médico que dijo que no tenía nada respondió que son tantos que los atiende así nomás.
El otro médico en cambio dijo la verdad. Que mi hijo tenía graves lesiones. Es un cirujano que ya no trabaja más en el Servicio Penitenciario y dijo que había que llevarlo al hospital, pero no lo llevaron esa noche así que se tuvo que bancar ese dolor tremendo.
Durante cuatro horas fue torturado, se turnaban para jugar con el cuerpo de Brian.
– ¿Cómo se llegó al juicio y cuanto tuvieron que pelear para que esto suceda?
– Estuvimos cuatro años peleando para llegar a esto. Inmediatamente, cuando encontré a mi hijo en silla de ruedas, con la piernas en malas condiciones, su cara desfigurada y todas las cosas que viví en ese momento, hice la denuncia a la Procuraduría General de La Nación. Ahí fueron y sacaron fotos a mi hijo y en el penal que fueron parte de las pruebas exhibidas en el juicio.
Además uno de los penitenciarios, Vallejos -que fue absuelto-, se retiró del SPF porque dijo que no podía vivir ocultando lo que había visto. El se reunió con la gente de la Prouraduría y dijo que sí, que mi hijo fue torturado por Martínez, el jefe de esa área, Meza que era de Requisa y por Cóceres y Andrada.
– ¿Cómo fue la vida de tu hijo dentro del penal durante este proceso hasta que se llegó al juicio?
– El fue amenazado de muerte todo el tiempo, que le iban a quebrar la columna y que no iba a llegar al juicio. Pero mi hijo siempre se la bancó, no tuvo problema con ningún preso, todos lo querían. El problema era con los penitenciarios porque hicimos la denuncia.
Mi hijo fue valiente y yo también porque tuve muchos problemas de salud: ataques de pánico, se me cayó el pelo, tuve que hacer tratamientos para afrontar este juicio bien, sana, fuerte.
– ¿Cuál es tu sensación después de haber logrado lo que se logró en este juicio?
– Estoy conforme porque se hizo justicia y se pudo comprobar la tortura de mi hijo. Habíamos pedido más años, 18, pero bueno el juez dio nueve.
El médico que no atendió a mi hijo sigue estando y no entiendo por qué. Pero vamos a continuar con eso porque es responsable de encubrimiento.
Estoy feliz de que se hizo justicia por primera vez y para mi hijo salió el sol.
Federico Araya – @fedearayac
Foto: Facundo Nívolo/Infojus Noticias
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