Fútbol

15 junio, 2015

Falopas duras y el corazón ahuecado

Bueno acá estamos de vuelta, seguramente seamos muchos menos que el año pasado, no hay que olvidarse que los paladines de la histeria viven su temporada fuerte cada cuatro años, después vaya a saber uno donde esperan agazapados.

Bueno acá estamos de vuelta, seguramente seamos muchos menos que el año pasado, no hay que olvidarse que los paladines de la histeria viven su temporada fuerte cada cuatro años, después vaya a saber uno donde esperan agazapados.

La selección argentina tiene una droga que ya sabe que le hace mal pero no puede dominar la tentación. La droga consiste en acumular a los mejores sin importar que jueguen en la misma posición. Esta adicción viene desde la época de Diego, al que es fácil criticar, pero después Batista, Sabella y ahora Martino, en mayor o menor medida, no se aguantaron las ganas y pisaron el palito.

Diez meses de declaraciones medidas de Tata Martino se fueron al tacho en dos cambios, 75 minutos duró la cordura. Los cambios del entrenador terminaron de partir a un equipo que ya estaba troquelado hacía varios minutos.

Pero un mal cambio no cuenta como un gol en contra, es verdad, Paraguay llegó al merecido empate por dos razones: Haedo Valdez pasó a jugar de Haedo Valdez y fue un problema sin solución; Néstor Ortigoza juega al fútbol con la sencillez con que nació este deporte, lo enaltece, piensa antes de actuar, juega a un toque, como se juega al fútbol. Pase a Haedo en el primer gol, centro medido para el segundo, aunque el empate vino de una segunda jugada.

Argentina empató ante Paraguay, no lo ganó por la displicencia/ineficacia de Lionel Messi y Ángel Di María en muchos contragolpes, se desordenó demasiado en el segundo tiempo y es imposible defender bien si los de arriba no arrancan ejerciendo una leve presión en el contrario.

Muchos envidian los goles que los delanteros argentinos hacen en Europa que acá no les sale, yo cambio los goles (que ya van a venir) por la obediencia táctica de volver siempre con un rival, que allá cumplen a rajatabla y acá omiten. El lateral izquierdo paraguayo, Samudio, se mandaba porque no lo seguían y en el palo por palo lastimó, así como de contra Argentina podría haber goleado.

Para rescatar de una jornada gris, primero que para Chiquito Romero y Ezequiel Garay nunca terminó el mundial, siguen en el mismo nivel superlativo, segundo que el Kun Agüero volvió a estar picante y de hecho nunca debió salir de la cancha. Del primer tiempo las ráfagas de Messi y Fideo que desarticulan cualquier bloque defensivo y un buen primer pase en Banega.

En el complemento cuando Pastore empezó a tomar vuelo salió, en el banco había varias golosinas que pesaron a la hora de elegir los cambios, el problema fue que elegimos el postre con la comida todavía tibia en el plato.

Queda muchísimo por corregir, pero el Tata Martino no es Batista y va a tomar notas de los horrores del partido.

Un 13 de junio de 2015 descubrimos que la droga dulce llamada “delanteros top” nos puede, es nuestra debilidad. Un 13 de junio de 2015 es hora de levantar el oído y escuchar al sabio pelado que arriba de un escenario alguna vez cantó: “Falopas duras en tipos blandos ahuecan corazones”. Argentina tiene el corazón ahuecado hace 22 años, primero debe reconcer la adicción para luego encontrar la cura. Estamos a tiempo, la rehabilitación empieza con el doctor Martino. Confiamos en él.

Lucas Jimenez – @lucasjimenez88

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