«Le gané a Harvard, pero también quiero presupuesto para mi Facultad»

Lucas Tavolaro Ortiz, uno de los estudiantes de la UBA que integró el equipo argentino que participó del Mundial de Programación en Marruecos y superó a universidades como Harvard y Stanford, publicó una carta pidiendo presupuesto para su facultad. Además escribió otras dos para el rector y el ministro de Educación.

«Soy estudiante y docente de Ciencias de la Computación – UBA, y parte del equipo ‘Melarita’ que salió campeón latinoamericano y puesto 18 en el “Mundial de Programación” realizado en Marrakesh, Marruecos», comienza el texto que difundió el joven de la Facultad de Ciencias Exactas.

Tras enumerar los logros obtenidos en la competición donde superaron a universidades de prestigio como Harvard, Shangai, San Pablo y Stanford, Tavolaro Ortíz manifestó su «grave preocupación» por «el presupuesto que le asignó el rectorado para este año a nuestra facultad».

En una entrevista exclusiva que brindó a Notas ya había planteado esta problemática asegurando que “si no se resuelve el problema presupuestario de Exactas va a ser muy difícil que un éxito así se repita”.

Hay que recordar que tanto el Centro de Estudiantes de Ciencias Exactas y Naturales (CECEN) al igual que las autoridades de la Facultad han declarado que la asignación presupuestaria para 2015 es insuficiente. Incluso el decano Juan Carlos Reboreda afirmó: «No llegamos a octubre».

«El presupuesto ha aumentado solo un 11% de 2014 a 2015 cuando la inflación ha sido mucho mayor y esto va a afectar directamente la calidad académica y la formación de los estudiantes», apuntó el estudiante de computación en su carta.

A su vez, junto a ese texto adjuntó dos misivas más: una dirigida al rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Alberto Barbieri, y otra al ministro de Educación, Alberto Sileoni. En ambas solicita una audiencia con cada funcionario para hablar tanto sobre el entrenamiento y preparación de los equipos argentinos de programación, así como también plantearles las inquietudes respecto a la situación presupuestaria de la institución de la que es docente y estudiante.

«Esta situación atenta directamente contra la calidad académica en mi formación y la de otros miles de estudiantes de ciencias exactas y por lo tanto, pone en riesgo las posibilidades de que nuestro país continúe destacándose a nivel internacional por su calidad académica», concluyó Tavolaro Ortíz.