27 mayo, 2015
Ayotzinapa: «Hay un Estado que ya no da ningún tipo de garantías»
Este martes concluyó la «Caravana Sudamericana 43» en la que padres de los normalistas desaparecidos en Ayotzinapa, México, en septiembre del año pasado, recorrieron el sur del continente para contar su lucha. En ese marco Radionauta dialogó con Paloma Robles, de la Asamblea de Mexicanos en Argenti

Este martes concluyó la «Caravana Sudamericana 43» en la que padres de los normalistas desaparecidos en Ayotzinapa, México, en septiembre del año pasado, recorrieron el sur del continente para contar su lucha. En ese marco Radionauta dialogó con Paloma Robles, de la Asamblea de Mexicanos en Argentina.
La gira “Caravana Sudamérica 43” cerró su recorrido por el país con tres días de actividades en Buenos Aires luego de visitar Rosario y Córdoba. Robles acompañó a los padres de Ayotzinapa y participó de las distintas actividades.
Entrevistada por la radio de la ciudad de La Plata comentó que el objetivo de esta gira es «seguir planteando la necesidad de que el Estado mexicano haga justicia frente a una situación de extrema violencia que vivió la comunidad de Ayotzinapa». En ese sentido comentó que durante las jornadas que estuvieron en Buenos Aires «escuchar a los padres fue muy fuerte para los mexicanos que vivimos acá pero sobre todo hubo una empatía increíble de las organizaciones argentinas que estuvieron presentes en cada uno de los espacios que se abrieron».
Robles resaltó sobre todo el encuentro con los integrantes del acampe Qopiwini en la Avenida 9 de julio que reclaman hace meses ser recibidos por las autoridades para exigir algún tipo de respuesta frente a la ocupación de sus tierras y la represión de los gobiernos provinciales. A los padres de Ayotzinapa «les pareció muy relevante su situación porque es lo que más los espeja a una realidad como la mexicana: el despojo, la discriminación y la violencia directa a sus comunidades», comentó la entrevistada.
La ciudadana mexicana contó que «el Estado argentino antes de denunciar la situación de violencia ha reforzado su relación diplomática y eso hay que dejarlo sentado». Recordó al respecto que en el mes de diciembre «nos han acompañado las Madres de Plaza de Mayo, Adolfo Pérez Esquivel, a entregar un documento donde varias organizaciones pedían el cese de las relaciones diplomáticas». Sin embargo en los últimos meses «vimos un reforzamiento a nivel político, económico y cultural que nos hace pensar que rol están jugando los otros Estados sobre lo que está ocurriendo en México».
Consultada sobre la problemática del narcotráfico, la integrante de la Asamblea de Mexicanos en Argentina sostuvo que «lo que Ayotzinapa develó es que el tema narco -y esto hay que tenerlo muy claro para los demás países- es el nuevo gran enemigo con el que el Estado se permite armarse. Y así, comunidades enteras terminan despojadas».
«Por eso las comunidades Qom fueron tan importantes para ellos. Porque están entendiendo esa agenda transversal latinoamericana que hay que tener muy clara. La historia nos ha dicho varias veces como se replican las cosas por toda Latinoamérica», advirtió.
Por otra parte, si bien hace dos años «se logró la primera ley de víctimas del país, una herramienta legal que permite a los familiares ciertas garantías para que ser víctima no fuera solo una cifra, una historia, si no que tuviera un proceso legal que seguir», las autoridades «no aplican las leyes».
La aparición masiva de fosas comunes en el marco de la investigación de los 43 normalista desaparecidos sacó a la luz la falta de políticas de Estado para enfrentar la problemática del crimen organizado y los asesinatos de la población.
Robles se lamentó que «aun cuando nuestra legislación y nuestra Constitución abrió las puertas a los Derechos Humanos, todo el sistema judicial sigue sin apelar a estos. Las fosas comunes han revelado esto: un Estado inepto, que no sabe tratar el tema, por eso la importancia del trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense que estuvieron acompañando a los papás de Ayotzinapa».
Finalmente señaló como desde que se llevó a cabo esta masacre, los familiares de los normalistas han sido perseguidos por el propio Estado que debería garantizarles justicia. «Las autoridades han jugado a desesperarlos psicológicamente. Uno de los padres me contaba ‘a mi me han matado tres veces. Cada vez que la autoridad me dice que los tiene yo quiero creer que mi hijo está ahí pero luego me someto a pruebas que me dinamitan el corazón’. Eso es un ataque a su psicología y a su espíritu», explicó Robles.
«Hay un Estado que para los padres ya no da ningún tipo de garantías. Por lo que para estas elecciones no han dicho que no voten, pero tampoco que voten. Lo que han dicho es que nos organicemos porque Ayotzinapa es la expresión de muchas otras cosas», concluyó.
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