Nacionales

26 mayo, 2015

“Vendrán muchos 25 de Mayo más donde el pueblo se volcará a la Plaza“

En un discurso en Cadena Nacional Cristina Kirchner repasó algunos hitos del ciclo kirchnerista y anticipó su seguridad de que “continuará el rumbo de transformación“. Pidió ante una Plaza de Mayo colmada como en pocas ocasiones que no se viva este 25 de mayo con tristeza sino con alegría.

Luego de que El Arranque acompañara a Guillermo Fernández en una versión tangueada del Himno Nacional, los fuegos artificiales anunciaron que la presidenta iba a tomar la palabra ante una Plaza de Mayo colmada por cientos de miles de personas.

En un discurso transmitido por Cadena Nacional, Cristina Fernández arrancó recordando que “un 25 de mayo como hoy, un hombre que había sido ungido como presidente apenas con el 22% de los votos, pronunció un discurso ante la Asamblea Legislativa que algunos creyeron que era sólo eso, un discurso” y puntualizó que el concepto más recordado de aquél “discurso fundacional” fue la idea de que “no pensaba dejar sus convicciones en la puerta de la Casa Rosada para gobernar el país”. Luego señaló que hubo otro pasaje menos recordado que hoy “adquiere una dimensión simbólica sin precedentes”: el que planteaba “que los dirigentes íbamos a ser juzgados por nuestras acciones, por los resultados de la políticas que aplicáramos para el país”.

Como es habitual, el discurso presidencial repasó hitos de gobierno desde la asunción de Néstor Kirchner en 2003, con el país “en pedazos”: Cumbre de las Américas de 2005, salida del default con la “reestructuración de deuda soberana más importante en la historia del mundo” o la reestructuración de 2010 de la que quedaron “aleteando afuera algunos pocos buitres”. Retomando otro de los clásicos ejes argumentales, vinculó a esos buitres “poderosos” con “medios de comunicación y ONGs”, a través de los que operan para atacar al país. En este tramo, Cristina aprovechó para desmentir acusaciones: “No tengo nada de qué avergonzarme. No tengo ninguna cuenta en el exterior. Al contrario, les descubrieron a otros miles de cuentas y sin embargo no salieron investigaciones ni programas sobre eso”.

Luego recordó que las primeras medidas en 2003 estuvieron vinculadas con educación, con la reparación a los jubilados y con la convocatoria al Consejo del Salario que reinstituyó las paritarias libres. Tras destacar los últimos acuerdos paritarios alcanzados, pidió a los dirigentes sindicales “que sigan poniendo la misma fuerza para luchar por los trabajadores” y anticipó que si no lo hacen les dirá a los trabajadores “que cambien de dirigentes”.

En cuanto a las celebraciones de los últimos días planteó que “tenemos que acostumbrarnos a festejar la Semana de Mayo con orgullo” y destacó la inauguración en la ex ESMA de un Sitio de la Memoria. También subrayó el rol de los organismos de Derechos Humanos y afirmó que los DDHH “no estaban en ninguna agenda, no daban puntos”.

En un tramo autocrítico reconoció que hubo sectores del peronismo implicados en violaciones de derechos humanos: “Teníamos que hacernos cargo los peronistas de que muchas veces de un lado había una víctima y entre los victimarios también había algunos que eran de nuestro movimiento”.

En relación con el acto en la ex ESMA aprovechó para cuestionar nuevamente a los medios masivos de comunicación , sugiriéndole al curador del espacio que se ponga un cartel que diga: “¿Cómo puede ser que la prensa y los medios de comunicación hayan ignorado lo que pasaba aquí y en otros centros clandestinos de detención a lo largo y a lo ancho del país?”. Mientras, en la plaza se entonaba “Tomala vos, dámela a mí, el que no salta es de Clarín”.

Cristina sostuvo que es el terreno de los derechos humanos donde debe buscarse la explicación de la dureza de algunas críticas hacia su gestión, no tanto desde sectores de la oposición política sino sobre todo desde “alguna manifestación exacerbaba por algunos medios de comunicación”, donde siempre se encuentra gente que está vinculada con violaciones a los derechos humanos. “Y eso no es abrir ningún abismo ni ninguna grieta” concluyó, destacando que, por el contrario, el traslado del sable corvo de San Martín probó que lo que prima es “la reconciliación del pueblo con el Ejército Sanmartiniano”.

Luego destacó el “orgullo como argentina” que le provocaron los actos en el nuevo Centro Cultural Néstor Kirchner (“Si les molesta, ¿por qué no hacen un mejor, más grande, y le ponen el nombre que quieran? ¿O acaso creen que me gustan algunos nombre de algunas calles o avenidas y plazas?”) y afirmó: “La verdad, qué pequeñez fijarse en el nombre. Lo importante es que millones de argentinos van a poder acceder democráticamente y en forma igualitaria para que la cultura no sea propiedad de la elite, porque entonces no es cultura”.

Después de señalar los “costos personales” que ha tenido encabezar este proceso, dijo que “este proceso de transformación de 12 años debe ser profundizado, debe continuar”. Y agregó: “Esto que tiene la Argentina hoy no se pudo haber hecho en cuatro años. Esto no es ambición, al contrario, quieren hacerle creer a la gente que cada cuatro años es bueno que cambie todo. Pero cuando cambia todo cada cuatro años es que todo sigue igual”.

También criticó a los opositores que hablan de cambio cuando plantean mantener la mayoría de las políticas principales del gobierno. Ante la pregunta de qué va a pasar en el futuro, respondió: “Va a pasar lo que ustedes quieran que pase. Porque ustedes son los que están empoderados. Ustedes son los dueños de su destino”.

Antes de terminar pidió ampliar la mirada para ver lo que está pasando en el resto del mundo, donde se han aplicando las fórmulas sugeridas por el FMI, y tomó como ejemplo el caso español (de donde destacó los buenos resultados de Podemos este domingo) y planteó: “Hay un mundo nuevo, hay realidades diferentes, que no nos vuelvan a poner anteojeras como al caballo para tirar del carro. No, nos queremos subir al carro para conducirlo nosotros, los argentinos”.

Por último, volvió a pedir a los medios que “no hagan tanto ruido” para que la gente pueda elegir libremente a los candidatos que conducirán al país en la nueva etapa y cuestionó a sectores que “intenten hacer cosas para enojar a la gente, para que la gente se asuste, para que se enojen con alguien”. Dejó en claro que, a pesar de todo, confía en que “el rumbo será el de la transformación que hemos venido realizando, porque nadie vota para atrás, la gente vota para adelante, para el futuro, para mejoras”.

Al despedirse solicitó a todos los argentinos que piensen y digan “con una mano en el corazón y piensen si están un poco mejor que en el 2003 o están peor” y pidió que no se viva este 25 de mayo “con nostalgia y tristeza” sino con alegría “porque vendrán muchos 25 de Mayo más donde el pueblo se volcará a la plaza y festejará feliz”.

 

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