15 mayo, 2015
El policía acusado de torturar a Luciano Arruga fue condenado a diez años
Este viernes el Tribunal Oral Criminal 3 de La Matanza dictó sentencia en el juicio por torturas contra Luciano Arruga cuando fue detenido en septiembre de 2008. El ex policía Julio Diego Torales fue condenado a diez años de prisión.

Este viernes el Tribunal Oral Criminal 3 de La Matanza dictó sentencia en el juicio por torturas contra Luciano Arruga cuando fue detenido en septiembre de 2008. El ex policía Julio Diego Torales fue condenado a diez años de prisión.
Los jueces Diana Volpicina, Gustavo Navarrine y Liliana Logroño fallaron de forma unánime aplicando la pena solicitada por la fiscalía a cargo de José Luis Longobardi. Por su parte los abogados de la familia (representados por el Centro de Estudios Legales y Sociales -CELS- y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos -APDH-) habían pedido 16, mientras que la defensa solicitó la absolución.
Antes de conocerse la condena, la hermana de Luciano, Vanesa Orieta, había declarado que «la Justicia tiene que decidir y después que se respeten los derechos que cada uno tiene. No estamos planteando odio, no estamos planteando que nadie se pudra en ningún lugar ni que sufra lo que sufrió Luciano». Y remarco la importancia de que «se haga justicia y que esto nos permita por supuesto avanzar en la causa principal que es compleja».
Además de Orieta, durante el juicio declaró la madre del joven, Mónica Alegre. Allí contó que aquel 22 de septiembre la policía llegó a su casa cerca del mediodía para informarle que su hijo había sido detenido “por un robo”. De acuerdo con la versión policial, Arruga fue demorado por averiguación de antecedentes ante la denuncia del robo de un celular. “Cuando fui a buscarlo me atendió Torales y me dijo que no podía verlo porque estaba incomunicado”, dijo.
La madre de Luciano explicó que “todo esto empezó cuando él se negó a robar para la policía”, coincidiendo así con lo planteado por diversos organismos de Derechos Humanos que apuntan que esto llevó a la policía a luego secuestrar y desaparecer a Luciano el 31 de enero de 2009 para que finalmente su cuerpo fuera encontrado el año pasado como NN en el cementerio de la Chacarita.
Por su parte, Vanesa subrayó que en las audiencias se dejó en claro «el sufrimiento de Luciano, las golpizas que recibió y algunas vejaciones más: humillaciones que estando en el encierro tuvo que padecer».
«Se planteó también esto del verdugueo que se vive siempre cuando uno va a retirar un familiar que tiene que ver con dejar esperando, tener que hacer trámites una y otra vez. Eso que se prolongó durante casi diez horas», añadió.
Al conocerse la condena a Torales familiares, amigos y organizaciones que acompañaron durante el juicio celebraron dentro y fuera de la sala.
Foto: Facundo Nivolo
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