Fútbol internacional

14 mayo, 2015

Mano a mano el Barsa de Messi y la Juve de Tévez

Finalmente los argentinos tendremos la panzada de fútbol que rara vez nos brinda la versión doméstica de tal deporte cuando uno se dispone cual espectador a la espera del placer que habita entre pases y buenos toques. El próximo 6 de junio definirán la final de la Champions League la Juventus de Carlos Tevez y el Barcelona de Lionel Messi.

Finalmente los argentinos tendremos la panzada de fútbol que rara vez nos brinda la versión doméstica de tal deporte cuando uno se dispone cual espectador a la espera del placer que habita entre pases y buenos toques. Sucede que este miércoles la Juventus de Carlos Tévez concretó la hazaña de eliminar de la Champions al Real Madrid accediendo así a la final que se jugará el próximo sábado 6 de Junio en la ciudad de Berlín.

Ese mismo sábado, de la otra mitad que fracciona la línea de cal, esperará por ellos el Barcelona de Lionel Messi. Un equipo, el Barcelona, que enterró sus propios fantasmas tras sacarse de encima con cierta holgura al vertiginoso Bayern Munich de Guardiola, arquitecto del concepto que su ex equipo trasmite en cada una de las canchas donde juega al fútbol.

El día martes, y con la clasificación a la final prácticamente consumada tras las fantasías exhibidas por Messi en el Camp Nou, el Barcelona pisó el Allianz Arena con la idea de jugar un partido inteligente y ordenado en todas sus líneas tratando de evitar cualquier tipo de sobresaltos durante los 90 minutos. Claro que frente a ellos estuvo el Bayern Munich con la explícita intención de remontar el 0-3 padecido en la ida.

A los siete minutos de juego el Bayern se puso en ventaja tras un centro desde el tiro de esquina que Benatia, luego de desairar a Busquets en la marca, arrinconó de cabeza contra el palo de Ter Stegen.

Tan solo unos minutos de suspenso en Munich y tras ellos Messi apretó con su zurda la pelota y poniéndose el equipo al hombro desató su amor letal. Alcanzaron dos triangulaciones entre él, Suárez y Neymar para que el conjunto culé diera vuelta la historia con un par de goles muy similares. El argentino para el uruguayo, éste aguantando la posición hasta el último segundo para recién entonces habilitar al brasileño que, primero con el arco prácticamente a disposición y luego colocando la bocha junto al primer palo de Neuer, convirtió los tantos que sentenciaron la historia en Alemania.

Sobrevino a ello la reacción de los locales, quienes a pesar de la quimérica posibilidad de acceder a la final jugaron un segundo tiempo arrollador topándose con un Barcelona convencido del triunfo y dispuesto a administrar sus energías.

La estadística dirá que Lewandowski sacó a pasear a Mascherano y acomodó con virtuosa sutileza la pelota junto a un palo y que luego Muller fue autor del remate que sentenció el 3-2 anecdótico.

El miércoles lo propio hizo la Juventus de Carlos Tévez en Madrid superando en condición de local al gigante europeo con un 2-1 producto de una brillante actuación del apache, disponiéndose así a aguantar el partido de vuelta ante un Real Madrid que seguramente saldría a comerse la cancha, y así fue.

Los primeros minutos, salvo un remate de Vidal que Casillas contuvo en buena forma, los locales fueron una y otra vez en busca del gol ante un equipo italiano que se replegó en su campo con éxito relativo y escasos aportes lúcidos de sus figuras.

El Real Madrid encontró pasados los 20 un penal dudoso pero cobrable, más aun si se entiende que el contacto en el área entre Chiellini y James Rodríguez existió. Ronaldo no dudó y facturó desde los 12 pasos el gol que puso de manera parcial el pase de los suyos a la final. Lejos de cualquier tipo de reacción, la Juventus se mostró cada vez más inofensiva y el Real juntó a sus 11 rivales detrás de la mitad de cancha.

El segundo tiempo ofreció un panorama similar hasta que a los 56 Sergio Ramos cometió una infracción infantil sobre el lateral ofreciéndole en consecuencia una remota posibilidad a la Juventus de arrimar peligro. Tras un centro de Pirlo al corazón del área y un débil rechazo de Casillas la pelota cayó cerca de Vidal, quien a la espera de un rebote no dudó en meterla de primera nuevamente al área para que Pogba la encontrara en vuelo y cabeceara nuevamente al corazón del área.

La pelota cayó en posición de Morata, el ex merengue se la acomodó con el pecho y fusiló de zurda Casillas determinando el 1-1 que le quemó todos los papeles al Madrid.

Los locales fueron en busca del triunfo para evitar la eliminación en su propio estadio, sin embargo cada intento confirmaba aún más la férrea vocación defensiva característica de los equipos italianos hasta que paulatinamente se fueron extinguiendo sus posibilidades. Fin de juego y clasificación de una Juventus que de la mano de Carlos Tévez vuelve a la cima del fútbol europeo.

Será entonces el 6 de Junio cuando en Berlín se vean las caras Messi y Tévez. Íconos del fútbol argentino de una década a esta parte. Enemistados por una prensa que tuvo que silenciar sus eufóricos rumores luego que Martino los volviera a juntar en la selección y ambos se encargaran de desmentir las amarillas versiones instaladas entre ellos.

Nuevamente habrá argentinos en la cima del fútbol mundial y nuevamente los cuatro (Mascherano y el «Tucu» Pereyra completan la nómina) retornarán con lo justo para sumarse al plantel nacional de cara a la Copa América que se jugará en Chile. Paradójica satisfacción.

Martín Acosta – @guigiar

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