Batalla de Ideas

12 mayo, 2015

Buenos Aires, la provincia, las internas

Por Juan Manuel Erazo. La provincia más extensa y poblada del país se va acercando a las primarias de agosto con un escenario político notoriamente vertiginoso: el PRO cosechando buenos resultados en otros distritos, Massa golpeado pero conservando una buena imagen entre los bonaerenses y el FPV con una interna para todos los gustos.

Por Juan Manuel Erazo. La provincia más extensa y poblada del país se va acercando a las primarias de agosto con un escenario político notoriamente vertiginoso: el PRO cosechando buenos resultados en otros distritos, Massa golpeado pero conservando una buena imagen entre los bonaerenses y el FPV con una interna para todos los gustos.

PRObando suerte

El mes de abril le sonrió al PRO que obtuvo buenos resultados en Santa Fe, Mendoza y la Ciudad de Buenos Aires. Esto no tiene porque trasladarse mecánicamente a un incremento del voto bonaerense, pero sin dudas ofrece mejores condiciones para encarar una apuesta que le permita fortalecer su presencia en la provincia donde el kichnerismo (en sus diferentes variantes) y el massismo son claramente más fuertes.

Esta fuerza que fue ascendiendo tras el aumento en la polarización kirchnerismo / antikirchnerismo generado por el caso Nisman y la incorporación de Carrió, Reutemann y la UCR a sus filas, hoy presenta a dos posibles candidatos para la gobernación bonaerense: María Eugenia Vidal, vicejefa de Gobierno porteño y la elegida de Mauricio para recorrer la provincia; y Jorge Macri, primo de Mauricio e intendente de Vicente López.

No obstante, no es sólo la correlación de fuerzas lo que complica al PRO en la provincia sino algo casi básico y elemental: la falta de personería. Este hecho prohibiría que el PRO se pueda presentar con su sello, aunque según Julio Garro (apoderado del PRO en Buenos Aires) el partido ya inscribió otros nombres que podrían ser utilizados en caso de no poder contar con el de PRO.

Las vacilaciones del Frente Renovador

El diputado nacional Sergio Massa pareciera estar lejos de los vientos a favor que en el 2013 lo vaticinaban como el futuro presidente de los argentinos. Al contrario que el macrismo, el Frente Renovador que lidera el ex intendente de Tigre pierde margen de maniobra, cosecha pésimos resultados electorales en las provincias y, actualmente, ve tambalear a los barones del conurbano que supo sumar a sus filas.

A pesar del lanzamiento presidencial en Vélez y la alianza con el gobernador cordobés José Manuel De la Sota, el massismo resintió una serie de partidas iniciadas por Sandro Guzmán, intendente de Escobar quien volvió a los brazos del FPV, seguido por Jesús Cariglino, intendente de Malvinas Argentinas que por el momento no definió su futuro y Gustavo Posse, intendente de San Martín que decidió presentarse con boleta corta.

El que más revuelo ha generado fue el diputado nacional Darío Giustozzi, quien se retiro recientemente de las filas del Frente Renovador denunciando “errores, contradicciones y la falta de una organización nacional».

Los cambios en el escenario político argentino generan un alto nivel de incertidumbres que hacen tambalear al massismo. Sin dudas Massa sigue sosteniendo una imagen positiva en la provincia y se posiciona como la principal oposición al kirchnerismo en términos locales.

¿Podrá sostener su alianza con Francisco De Narváez? Todo indica que si ¿Se bajará de sus aspiraciones presidenciales y abrazará la posibilidad de una gobernación? Todo parece indicar que no, pero los sucesivos guiños a la unidad de la oposición (es decir, al PRO) y su incapacidad de constituir al Frente Renovador como una fuerza nacional deben generar más de un interrogante, con el tiempo la coyuntura y las dudas pueden ir minando este espacio.

La provincia de Scioli ¿la provincia del kirchnerismo?

Sin dudas, el dato más curioso de estas elecciones provinciales es la gran cantidad de candidatos que presenta el Frente para la Victoria.

Las candidaturas van desde Diego Bossio, un joven tecnócrata neodesarrollista (el Randazzo de la provincia) que se acerca ni más ni menos que al secretario de Seguridad, Sergio Berni, pasando por Julián Domínguez recién bajado de las presidenciales, Aníbal Fernández que entró a los codazos a la interna, Martín Insaurralde que no saca los pies del plato y Fernando Espinoza, actual presidente del PJ provincial e intendente de un municipio clave como La Matanza.

Esta situación no es un dato menor. Actualmente la Provincia de Buenos Aires es gobernada por la gestión Scioli, ni más ni menos que uno de los candidatos al sillón de Rivadavia mejor posicionado en las encuestas. Cabe preguntarse entonces, si Buenos Aires es gobernada por Scioli, es decir, por el kirchnerismo ¿Por qué la interna es tan amplia? ¿No debería haber sucesores más claros?

Esto demuestra en que situación se encuentra la interna del FPV, en constante tensión entre un kirchnerismo más puro y un Scioli con posibilidades de autonomizarse. Las palabras de Cristina en Chaco lo dicen todo: «Capitanich sería un buen ejemplo puertas afuera y puertas adentro. Que parece que de ser presidente y gobernador nadie baja de ningún lado y vean el ejemplo de este hombre que por su provincia vuelve a un lugar de laburo». Haciendo referencia a la candidatura a intendente del ex jefe de Gabinete.

Es que en el fondo, entre peronistas, todo se trata de lealtad, y cuando las cosas dentro de la propia fuerza no son tan propicias nada mejor que exigir un poco más de esta. Como decía Perón: “Los hay ortodoxos, los hay heterodoxos, los hay retardatarios, los hay apresurados, los hay contemplativos. Pero son todos buenos muchachos”, claro esta, mientras sean como “Coqui”.

@juanchivasco

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