Nacionales

24 abril, 2015

Salud, ambiente y agronegocio: El caso de Monte Maíz

Decanos de las facultades de Agronomía y Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) desestimaron la investigación realizada en Monte Maíz que comprueba que se han quintuplicado los casos de cáncer en el pueblo. Notas entrevistó a Medardo Ávila Vázquez quién encabezó el estudio cuestionado.

Decanos de las facultades de Agronomía y Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) desestimaron la investigación realizada en Monte Maíz que comprueba que se han quintuplicado los casos de cáncer en el pueblo.

Medardo Ávila Vázquez es docente e investigador de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNC y encabezó, junto a su equipo un estudio epidemiológico, una investigación en la localidad cordobesa de Monte Maíz cuyos resultados arrojan una incidencia cinco veces mayor de casos de cáncer que el común.

El día martes 21, el ingeniero Marcelo Cornero, decano de la facultad de Ciencias Agropecuarias de la mencionada universidad, presentó un proyecto ante el Consejo Superior para solicitar que se inicie un sumario administrativo a Medardo Ávila Vázquez y al resto del equipo de trabajo de la Cátedra de Clínica Pediátrica por el estudio de Monte Maíz. A su vez, el pasado viernes, el decano de Ciencias Médicas, Gustavo Irico, y el Consejo Directivo dicha unidad académica emitieron un dictamen en el que resolvieron no avalar un trabajo realizado.

Resulta importante comenzar por conocer las características de la investigación y la relevancia de la misma en el ámbito de la salud y el medio ambiente. En torno a ello, Ávila Vázquez afirmó en diálogo con Notas que “el estudio fue muy especial porque es la primera vez que podemos analizar la situación de un pueblo con mucha libertad, accediendo a toda la información que necesitábamos, pudimos hablar con el director del hospital, ingresar al registro civil para obtener los registros de defunción y realizar un análisis ambiental completo». A su vez resaltó que «generalmente hacemos estos estudios con el apoyo de vecinos y organizaciones, pero en contra del intendente. En este caso el intendente fue quien nos convocó debido a una gran preocupación por los numerosos casos de cáncer en la localidad”.

Medardo comentó que estudiaron la contaminación en suelo, el manejo del agua y en la actividad agraria, que es la principal de la zona. Junto al Centro de Investigación de Medio Ambiente de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata realizaron mediciones de agroquímicos y arsénico en agua, suelo y aire. El trabajo se basó en un relevamiento casa por casa, a través de una encuesta. Según el investigador, “el protocolo que empleamos es muy simple y viene empleándose hace más de 20 años en estudios epidemiológicos”.

En cuanto a las conclusiones Medardo explicó: “Nuestro estudio demuestra que se usan 975 mil litros de agrotóxicos en las 60 mil hectáreas que están alrededor del pueblo. Estos se concentran allí porque lo productores ya no viven en el campo, por lo tanto los depósitos de agroquímicos están en el pueblo”.

Un análisis geo-espacial detectó contaminación aérea intensa por acopios de cereales en el centro del pueblo, contaminación con pesticidas en calles y numerosas manzanas por máquinas pulverizadoras, depósitos de plaguicidas entre las casas de los pobladores y fumigaciones en la periferia urbana a escasos metros de las viviendas.

Algunos de los resultados más relevantes reflejan que los casos nuevos de cáncer son dos veces más que el promedio provincial y nacional. También se afirma que los tumores son la primera causa de muerte de sus pobladores y que la tasa de mortalidad por cáncer triplica los indicadores de Córdoba y de la Argentina. El estudio también advierte sobre la prevalencia de enfermedades respiratorias como asma, problemas de tiroidismo y una alta tasa de abortos espontáneos, con una frecuencia que es 4,8 veces mayor a la media urbana en el país.

“La exposición al glifosato y los agroquímicos es alta, y su relación con el cáncer es reconocida por la Organización Mundial de la Salud”, sostuvo Ávila Vázquez.

En cuanto a los impactos de la investigación el entrevistado apuntó que en Monte Maíz se está debatiendo una ordenanza para tomar medidas y reordenar su ambiente: “Por ejemplo, están planificando sacar el acueducto que tiene la Aceitera General Deheza en el pueblo. Esta aceitera genera un polvillo cargado de glifosato que cae sobre un sector que tiene el doble de asma que el resto de la localidad”.

Sobre las opiniones de los decanos que impugnaron su investigación, el investigador afirmó que se trata de cuestiones políticas y que “la investigación genera graves problemas para las autoridades de la Universidad porque es una realidad que ellos no quieren aceptar. La Facultad de Medicina prefiere acusarnos y decir que el trabajo está mal hecho antes que poner en juego sus intereses políticos”. Y añadió: “La facultad salió a decir que no reconocía nuestro estudio, cuando en realidad no todas las investigaciones requieren ser reconocidas por los Consejos de las facultades ya que cada investigador se hace responsable de sus propias conclusiones”.

El comité de bioética de la Facultad de Medicina avaló el estudio realizado en Monte Maíz. Medardo aclaró que el informe fue presentado ante dicho comité en el Hospital la Maternidad y que ya habían sido convocados para que les informaran que iba a ser aprobado. Un día antes de la cita, el director del comité se comunicó con Ávila Vázquez y le informó que la reunión había sido suspendida porque el comité estaba disuelto por órdenes del decano.

“Irico disolvió el comité, la ley habilita a generar un nuevo comité cuando no existe uno. Por ello se constituyó este nuevo espacio con organizaciones de derechos humanos y representantes del pueblo de Monte Maíz que avalaron nuestro estudio. El comité anterior también nos avalaba, por eso fue disuelto”, explicó el investigador.

Respecto del pedido de sumario solicitado por el decano de Agronomía afirmó: “Conrero hizo un pedido de sumario cuestionando a los universitarios que se preocupan de dar una respuesta a los problemas del pueblo. Un decano que pretende vincular a su facultad con Monsanto hace ese cuestionamiento. Yo trato de que el sueldo que me paga el pueblo tenga sentido preocupándome por los problemas de la sociedad”.

A su vez, apuntó que “la actitud antiética y criminal es la asumida por ellos al defender los intereses de las empresas y no los del pueblo”. “Es una disputa. Al servicio de quien está la Universidad, cuál es su significado y rol social. Una disputa sobre la visión epistemológica de la ciencia”, dijo.

Esta semana en la ciudad de Córdoba se realizó una reunión a la que asistieron vecinos, organizaciones sociales, sectores del movimiento estudiantil, sindicatos y partidos en solidaridad con el equipo de investigación. Desde este espacio se definieron actividades a realizarse durante los próximos días.

Se llevara a cabo una movilización en Monte Maíz; se presentará la investigación en la Facultad de Filosofía y se convocará al Consejo Superior de la UNC. Medardo explicó que a esta instancia irán a rechazar el pedido de sumario y llevarán una propuesta: “La OMS ya reconoció que el glifosato es cancerígeno, nuestra investigación muestra claramente esa relación, por lo tanto vamos a proponer que se prohíba el uso de glifosato en la Universidad Nacional de Córdoba e incluso en el campo experimental de la Facultad de Agronomía”, afirmó.

“Este puede ser un antecedente muy importante para otras universidades y sobre todo para otros pueblos del interior de Córdoba que tienen realidades similares a la de Monte Maíz”, concluyó.

María Ordoñez, desde Córdoba

Si llegaste hasta acá es porque te interesa la información rigurosa, porque valorás tener otra mirada más allá del bombardeo cotidiano de la gran mayoría de los medios. NOTAS Periodismo Popular cuenta con vos para renovarse cada día. Defendé la otra mirada.

Aportá a Notas