10 abril, 2015
Millones a la Cumbre por la soberanía del sur
Por Micaela Ryan, desde Caracas. La VII Cumbre de las Américas a realizarse el 10 y 11 de abril en Panamá constituye el quinto encuentro presidencial convocado por la Organización de Estados Americanos (OEA) en este siglo. La entidad se encuentra en el momento más débil de sus 67 años de existencia.

Por Micaela Ryan, desde Caracas. La VII Cumbre de las Américas a realizarse el 10 y 11 de abril en Panamá constituye el quinto encuentro presidencial convocado por la Organización de Estados Americanos (OEA) en este siglo. El “ministerio de Colonias” de Estados Unidos, como la ha apodado la Revolución Cubana tras su expulsión en 1962, se encuentra en el momento más débil de sus 67 años de existencia.
Sin dudas, la Cumbre de Mar del Plata, como se recuerda al encuentro de la OEA realizado en el año 2005 en esa ciudad, ha constituido un punto de giro en la larga y tormentosa historia de esta entidad. Fue el momento en que se evidenciaron nuevas relaciones de fuerza y estrategias de alianzas en el sur del continente, tras casi dos siglos oscuros de Doctrina Monroe.
La derrota del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) constituyó el inicio de nuevos proyectos de unidad en América Latina, como lo fue la consolidación de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América(Alba) en 2004, la Unión de Naciones del Sudamericanas (Unasur), en 2008, y más recientemente la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (Celac) en 2010.
Pero además, amplificó el reclamo que inició el presidente venezolano Hugo Chávez en la cumbre de Quebec en 2001: la reincorporación de Cuba a la OEA. Ya en Cartagena, en 2009, fue una reivindicación de todos los países de Latinoamérica y el Caribe. Si Cuba no participaba en la próxima Cumbre, ninguno de esos Estados asistiría.
Y así fue que se llegó a pocas horas de una nueva Cumbre en la que participará la República de Cuba tras 53 años de veto. Pero Cuba llega a este encuentro con el reclamo firme e histórico del fin del bloqueo, luego de que el pasado 17 de diciembre el gobierno cubano y el norteamericano anunciaran algunos avances en las relaciones diplomáticas y comerciales.
Con la misma dignidad de su último representante en esta entidad, Ernesto “Che” Guevara, quien en la reunión de Punta del Este en agosto de 1961 cerrara su discurso diciendo: “Puedo predecir que la Revolución cubana es invencible, porque tiene un pueblo y porque tiene un gobernante como el que dirige a Cuba”.
Por su parte, la República Bolivariana de Venezuela se hará presente, mediante su presidente Nicolás Maduro, con la presentación de más de 13 millones de firmas que exigen la derogación del decreto ejecutivo firmado por Barack Obama el pasado 9 de marzo, en el que declara a Venezuela una “amenaza inusual y extraordinaria” para ese país. Estas firmas, de las cuales tres millones fueron reunidas por el pueblo cubano, han sido presentadas al presidente en Caracas, durante la tarde del 9 de abril.
En una masiva movilización al Palacio de Miraflores el pueblo venezolano llevó las 10.408.083 firmas que recolectó en menos de tres semanas y que fueron posteriormente revisadas por el Consejo Nacional Electoral. Fueron recibidas por el presidente Nicolás Maduro y el presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, quien sumó su firma en ese momento.
“Todo el mundo está con el pueblo venezolano, porque no sólo es una agresión a Venezuela, sino también a Bolivia y a toda América Latina”, afirmó el mandatario indígena. Y agregó: “Si Obama no llega con una derogación del decreto presidencial a la Cumbre de las Américas, el pueblo de Nuestra América lo obligará a hacerlo en Panamá”.
Nicolás Maduro resaltó que es la primera vez en la historia de América Latina que los pueblos se unen para rechazar un decreto injerencista como el que firmó Obama. “Antes, estos decretos anunciaban un golpe de Estado, como pasó en Guatemala, en Brasil, en República Dominicana, en Chile. La OEA promovió y apoyó estos golpes, es la historia de América del siglo XX, la que pretenden reeditar hoy”.
Cambio sobre la hora
Por su parte, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, realizó un paso previo por Jamaica antes de llegar a Panamá. Este jueves 9 de abril, se reunió con países de la Comunidad del Caribe (Caricom) con el objetivo de presentar una propuesta energética. El gobierno norteamericano pretende, de esta manera, afectar las relaciones fraternas de los países del Caribe con Venezuela, establecidos a través del programa de abastecimiento Petrocaribe.
Horas antes de su arribo a la isla, el jefe de Estado norteamericano declaró en entrevista con la agencia EFE: «No creemos que Venezuela sea una amenaza para Estados Unidos y Estados Unidos no es una amenaza para el Gobierno de Venezuela». Estas declaraciones fueron antecedidas por una reunión en Caracas, que no trascendió en los medios internacionales, entre la canciller de la República Bolivariana de Venezuela, Delcy Rodríguez, y el consejero del Departamento de Estado de Estados Unidos, Thomas Shannon. Este funcionario, que trajo un mensaje del gobierno de los Estados Unidos, fue interpelado por la Canciller, quien le exigió la inmediata derogación del decreto ejecutivo que declara a Venezuela una “amenaza inusual y extraordinaria” para su país.
Esto indica un viraje en la política del Departamento de Estado respecto a Venezuela, quien hace tan sólo un mes optaba por avanzar sobre la soberanía de la patria de Bolívar.
Sin dudas, este cambio repentino se debe al contundente rechazo internacional al decreto ejecutivo de Obama, expresado a través de la campaña #ObamaDerogaElDecretoYA. Esta campaña recibió más de 13 millones de firmas en apoyo, más de cinco millones de retweets y cientos de movilizaciones en toda América Latina y ciudades de otros continentes.
Más de 160 países manifestaron su rechazo a la acción injerencista de Estados Unidos, expresado en comunicados y declaraciones de la Alba, Unasur, Celac, Movimiento de Países No Alineados y el Grupo 77 + China. El gobierno de la República Popular de China y el gobierno de la Federación de Rusia emitieron declaraciones diplomáticas en este mismo sentido.
Al cierre de esta edición, trascendió la noticia desde la reunión previa de cancilleres en Panamá, que no habrá declaración unificada de la Cumbre, debido a las diferencias de Estados Unidos y Canadá con el resto de los países, en el punto referido a Venezuela.
Todo esto indica que estamos ante una cumbre donde las diferencias norte-sur serán tajantes, marcando una importante pérdida de hegemonía de Estados Unidos sobre lo que aún considera su “patio trasero”.
Sin dudas, los años de lucha de los pueblos del sur por la soberanía no habrán sido en vano para avanzar. Como afirmó Maduro, mañana será el Che, será Chávez, será Allende, será Fidel quien ocupe la banca de Cuba y de Venezuela y deje bien en claro que aquí nadie se rinde.
@LaMicaRyan
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