10 abril, 2015
Game of Thrones y el materialismo dialéctico
El economista Paul Mason publicó un artículo analizando desde una perspectiva marxista la reconocida serie Game of Thrones (Juego de Tronos) que estrena su 5ta temporada este domingo. En la previa al esperado lanzamiento, desde Notas compartimos los puntos centrales de sus observaciones y una reflexión al respecto.

“La elite se encuentra en problemas, sus fuentes de riqueza se están agotando y su forma de vida esta siendo amenazada por fanáticos enloquecidos mientras que las masas se encuentran en una revuelta abierta. No, no es Europa. Es Westeros, el legendario escenario de Game of Thrones”.
De esta forma comienza el artículo publicado el pasado 6 de abril en The Guardian, escrito por el economista Paul Mason, titulado “¿Puede la teoría marxista predecir el final de Game of Thrones?”. En esta nota, el autor plantea -de un modo tan curioso como lógico- la aplicación del materialismo dialéctico a la realidad de la serie de televisión basada en la saga fantástica de George R. Martin, que el día domingo estrena su 5ta temporada.
La serie ya es considerada de culto y existen grandes sectores de Internet dedicados a intercambios de opiniones, críticas y teorías acerca de la vida de los personajes. Pero entre todos esos elementos, el artículo de Paul Mason se destaca rápidamente.
En primer lugar, porque plantea un eje común con respecto a las novelas de ficción al cuestionarse: “Pero, ¿por qué muchos de estos mundos de fantasía se reflejan en la coyuntura del feudalismo en crisis? Desde Tolkien y C. S. Lewis, pasando por Frank Herbert (Dune), e incluso en Game of Thrones, los mundos de fantasía más logrados son los que no solo invocan los elementos atrapantes del feudalismo – los reyes, la tortura y los juicios por combate-, sino los que retratan la crisis misma de ese sistema”.
Esto lleva a Mason a plantear entonces que, en la novela fantástica contemporánea, suele haber una crisis del sistema que sucede tanto en el plano económico como en las esferas del poder (y, ¿por qué no? de la magia). Existe un concepto para definir esta idea: “thinning”, palabra que no tiene una traducción literal en castellano, pero que puede definirse como una “amenaza permanente de decadencia” acompañada de una visión negativa del mundo.
Una vez terminada esta aclaración de tipo más conceptual, Mason se vuelca a los hechos concretos: en la economía de Westeros se gasta mucho pero se consigue cada vez menos oro de las minas. Durante la cuarta temporada la actual familia real, los Lannister, comienzan a ver como sus recursos son minados por los gastos que consumen tanto las guerras como las bodas. Las crecientes deudas con el Banco de Hierro parecen contradecir el lema familiar: “Un Lannister siempre paga sus deudas”.
Así, para el autor, si se aplica el materialismo dialéctico al análisis de la serie hasta el momento, se podría predecir su desarrollo en la quinta y la sexta temporada. “Lo que sucedió en el feudalismo, cuando los reyes se hallaron endeudados con los bancos, fue, como primera medida, el uso desmedido de la fuerza», indica. Y suma: «El Rey Eduardo III de Inglaterra encarceló a sus banqueros italianos en la Torre de Londres hasta que sus deudas fueron condonadas”.
La argumentación central es la siguiente: “Existe una razón por la cual se conciben y despliegan estos mundos fantásticos adoptando el encanto de un feudalismo siempre en crisis pero nunca derrocado». «Esa fantasía construye el paisaje ideal para dramatizar los deseos secretos de quienes vivimos en el capitalismo moderno”, agrega.
Siguiendo este razonamiento, el autor describe la salida a la crisis feudal en Europa y como se desarrolla su análoga en Westeros. En el primer caso la respuesta es fácil: el final llegó de la mano del capitalismo, sostenido en el desarrollo de la fuerza del mercado y la aparición de nuevos actores en la vida económica y social: los mercaderes y los bancos. De esta forma, el poder del comercio comenzó a sobrepasar al poder de los reyes. Pero nada de esto hubiese sido posible sin la existencia de normas y códigos que terminaron subordinando a la realeza y dictaminando la moral, los negocios y la vida familiar. No ocurre lo mismo en el mundo de George R. Martin, sino que los miembros de la élite de nuestra historia estarían más involucrados en ejes diferentes, como las muertes violentas, las violaciones y el sexo salvaje.
Si la única vía de salida es el capitalismo, entramos en contradicción con la declaración previa: este mundo de crisis perpetua debe continuar porque de otro modo no podría desarrollarse el encanto y el drama de la ficción. Nadie se quedaría en sus casas viendo una serie que nos haga recordar más que permitirnos imaginar. Esto está relacionado, además, con la identificación del espectador con los personajes: uno siempre se proyecta como uno de los protagonistas con peso en la saga.
Por último, tras aclarar que esto corresponde al campo de la psicología social, Mason resalta que todo lo que la economía política puede hacer, desde su punto de vista, es presentar las contradicciones y hacia dónde conducen. En este sentido, predice que en las próximas temporadas sobrevendrá la caída de los Lannister, tal cual sucedió en el feudalismo. La única manera de evitar ese destino sería si “ellos descubrieran nuevas tierra llenas de oro y con personas que se puedan matar fácilmente, tal como lo hizo la España monárquica durante la crisis del sistema feudal en el mundo real”.
Hasta aquí la original nota inglesa. Ahora, es necesario considerarla tanto bajo la lógica de la historia como desde la óptica del entusiasta que no sólo ve la serie, sino que también ha leído uno o más libros. Aunque podríamos iniciar un debate eterno, es posible destacar dos cuestiones puntuales. En primer lugar -y por más que nos guste poder aplicar las categorías y los conceptos del marxismo a una de las series más vistas de los últimos años- nos encontramos con que es conceptualmente difícil que las mismas puedan dar cuenta de un proceso en una historia que todavía no se terminó de escribir.
En segundo lugar, el autor deja sin explicar las realidades de otros protagonistas y se concentra en uno solo de los puntos cardinales del mundo inventado por Martin, Westeros. De esta forma, para hacer un análisis mucho más exhaustivo, se deberían incluir todas las otras familias relevantes de la saga, como los Tyrell, los Stark, los Martell y los Targaryen; así como todo el arco argumental en Essos, el continente cruzando el Mar Angosto.
Mucho más puede analizarse o discutirse sobre la serie pero, de todas formas, lo único que nos queda a los fanáticos es esperar hasta el domingo.
Daniela Villotti – @dani_villotti y Matías Falzarano – @MatiRamonero
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