19 marzo, 2015
Condenaron a prisión perpetua a un represor en La Rioja
El Tribunal Oral en lo Criminal Federal de La Rioja condenó este miércoles a prisión perpetua a Ángel Ricardo Pezzeta, imputado por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura en esa provincia. La acusación que pesaba en su contra era por el homicidio agravado, privación ilegal de la libertad y tortura de los sacerdotes Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville.

El Tribunal Oral en lo Criminal Federal de La Rioja condenó este miércoles a prisión perpetua a Ángel Ricardo Pezzeta, imputado por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura en esa provincia. La acusación que pesaba en su contra era por el homicidio agravado, privación ilegal de la libertad y tortura de los sacerdotes Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville.
En la sentencia que se dio a conocer el miércoles por los jueces José Fabián Asís, Juan Carlos Reynaga y Mario Eugenio Garzón, se informó que los fundamentos se notificarán el próximo 21 de abril.
De este modo, el Tribunal confirmó el pedido de condena que solicitó el Ministerio Público Fiscal y ordenó que la pena se cumpla en una cárcel común. Además, solicitó que se continúe la investigación sobre los servicios de inteligencia de la regional Córdoba que tenían a cargo la Base Aérea Celpa y que dependía de la Jefatura II del Comando Mayor de la Fuerza Aérea.
“La memoria de los sacerdotes está viva, ellos lucharon por un país mejor y hoy se hizo justicia”, dijo a Infojus Noticias Marta Murias, hermana de Carlos.
Antes de darse a conocer la sentencia, a Pezzeta se le dio la posibilidad de decir unas palabras en forma de alegato final. Allí, en su favor manifestó no haber tenido ningún tipo de conflicto en su trabajo ni en la ciudad de Chamical. A su vez, dijo que “tenia buena relación con el cura Gabriel Longueville”, mientras que expresó tener poco trato con Carlos Murias.
En una de sus declaraciones en su defensa afirmó contundente: “Nunca torturé ni le levanté la mano a algún ciudadano o a los sacerdotes ni tampoco tuve órdenes de perseguir a alguien y si la hubiera tenido, jamás la hubiera cumplido».
Sin embargo, esas palabras no le alcanzaron al imputado ya que en el material recolectado como prueba dentro del proceso, quedó comprobada su vinculación debido a que en el momento en que ocurrieron los hechos, Pezzeta era alférez en la base aérea.
La noche del 18 de julio de 1976 los sacerdotes Murias y Longueville «fueron privados ilegítimamente de su libertad en ese lugar». Según el fiscal Darío Illanes, en la Base Aérea de Chamical, los sacerdotes fueron sometidos a torturas tanto físicas como psicológicas y además fueron interrogados brutalmente por su militancia y vinculación con el obispo Enrique Angelelli.
Esta sentencia forma parte de un proceso secundario del juicio que condenó a prisión perpetua en 2013 a Luis Fernando Estrella, Luciano Benjamín Menéndez y Domingo Benito Vera, por los mismos crímenes de lesa humanidad.
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