Géneros

12 marzo, 2015

Violencia de género: Yanina Gónzalez fue absuelta

Este miércoles, Yanina Gonzalez fue absuelta por el Tribunal Oral Criminal 2. Estaba acusada del abandono de su hija de dos años, que murió por los golpes de su ex pareja, Alejandro Fernández, en agosto de 2013. Los magistrados ordenaron su inmediata libertad.

Este miércoles, Yanina Gonzalez fue absuelta por el Tribunal Oral Criminal 2. Estaba acusada del abandono de su hija de dos años, que murió por los golpes de su ex pareja, Alejandro Fernández, en agosto de 2013. Los magistrados ordenaron su inmediata libertad.

Un poco de historia

Resulta difícil imaginar una situación en la cual una hija es asesinada a golpes por la pareja circunstancial de la madre, y la que es condenada es la madre, gozando su pareja de la más plena libertad. Bien, este es el derrotero de la causa de Yanina González.

Yanina, de 23 años, padece un retraso madurativo y fue acusada por abandono de persona seguido de muerte. Expliquemos esta interpretación insólita, sostenida por la fiscal Carolina Carballido.

Según esta lectura, la hija de Yanina murió porque ella no la llevó al médico. Su muerte fue producto de sus errores como madre, no por los golpes de Alejandro Fernández. Aunque cueste creerlo, esta fue la acusación formulada por la fiscal Carballido a cargo de la Fiscalía Especializada en Violencia de Género de Pilar.

La abogada de la acusada, Gabriela Conder, cuestionó desde el principio a la titular de la Fiscalía Especializada, con sede en Derqui, por culpabilizar a su defendida de la muerte de su hija.

“Yanina declaró que la noche anterior Fernández la forzó a tener relaciones sexuales, que ella no quería. Y que a la mañana siguiente, mientras ella le preparaba la mamadera a Lulú, de pronto Fernández la golpeó a la nena porque no dejaba de llorar», señaló Conder en diálogo con Radio Sur. La integrante de La Gremial de Abogados añadió que «ella se había querido ir la noche anterior pero no tenía cargada la tarjeta Sube y como se habían mudado a Derqui hacía pocos meses, ella no conocía a nadie para pedir ayuda. Hay que tener en cuenta además su retraso madurativo, que podría estar relacionado, además, con el contexto de violencia de género en el que creció”. Pero la fiscal Carballido no le creyó.

El proceder de la funcionaria del Ministerio Público decidió pasar por alto el contexto en el que se desarrollaba la vida de Yanina, marcado por violencias de todo tipo. La fiscal decidió transformar a la víctima en victimario, pidiendo una condena de seis años y siete meses.

Así, Yanina estuvo privada de su libertad desde el día en que falleció su hija, el 17 de agosto de 2013. A los pocos días fue trasladada a la cárcel, embarazada de seis meses, y tuvo a su segunda hija en la Unidad Penitenciaria Nº 33, de Los Hornos, en La Plata. Recién a partir del 9 de diciembre de ese año pudo gozar del beneficio de la prisión domiciliaria, por tener una hija pequeña.

Finalmente, la absolución

El miércoles 11 de marzo de 2015, el Tribunal Oral Criminal 2 absolvió a Yanina en una audiencia que fue muy breve. En los fundamentos, los jueces Lino Mirabelli, Esteban Andrejin y Agustín Gossn dijeron que ella, en la medida de sus posibilidades, había intentado salvar a su hija.

Tal sentencia no pudo sino despertar la alegría de muchos que la acompañaron a lo largo de este insólito proceso. «Es una alegría enorme. Quedó demostrado que la fiscal no tuvo ninguna visión de género en este caso «, señaló la abogada de Yanina. Al tiempo que agregó: “Ella (por la fiscal) se dirigió en todo momento en un tono discriminatorio”.

La fiscal nunca pudo probar el dolo, que es requerido por la figura de abandono de persona. Sin embargo, los festejos no detienen una lucha que continúa ya que el homicida de “Lulú”, sigue libre.

En tal sentido, Conder señaló que el 2 de junio del año pasado la misma fiscal que acusó a Yanina abrió una causa paralela que investiga el homicidio de la niña. En ese expediente el principal sospechoso es Fernández. La defensa de la joven acusada recién tomó conocimiento de esta investigación cuando ya estaba en marcha, cinco meses después.

“Hay dos acusaciones, como si hubieran dos personas muertas. Entendemos que eso es fraude procesal y queremos que se investigue. También consideramos que ocultar prueba a la defensa constituye una falta grave. Hubo pruebas de esa causa que se usaron en contra de Yanina”, concluyó Conder.

Llamativamente, en la sentencia no se cuestionó a la fiscal, sino al Centro Comunitario “Gallo Rojo”, lugar al que acudió en busca de ayuda y donde reveló las marcas que la niña tenía en el cuerpo. La gente del centro acompañó a Yanina en todo el proceso.

Las operadoras del centro comunitario contaron cómo la conocieron y asistieron para que enfrentara la violencia de género. Pero para los jueces, según la Ley de Protección de Violencia Familiar vigente en la provincia, “cuando las victimas fueran menores de edad, incapaces o discapacitados que se encuentren en imposibilidad de accionar por sí mismos”, estaban obligados a denunciar.

 

Foto: Nadia Sur

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