América del Norte

12 marzo, 2015

Ferguson: Tras la renuncia del jefe de policía dos agentes fueron heridos en un tiroteo

Este jueves por la madrugada, mientras se realizaba una manifestación frente al Departamento de Policía de Ferguson, Missouri, dos policías resultaron heridos por disparos. El hecho ocurrió después de que el jefe policial local, Thomas Jackson, renunciara.

Este jueves por la madrugada, mientras se realizaba una manifestación frente al Departamento de Policía de Ferguson, Missouri, dos policías resultaron heridos por disparos. El hecho ocurrió después de que el jefe policial local, Thomas Jackson, renunciara.

La renuncia de Jackson se dio luego de que, la semana pasada, el Departamento de Justicia de EEUU emitiera un informe donde denunciaba el accionar de la policía de la ciudad. Allí planteaban que las fuerzas de seguridad locales “violaron rutinariamente la Cuarta Enmienda mediante la detención de personas sin sospecha razonable, arrestos sin causa probable y el uso de fuerza excesiva”.

Para el procurador Eric Holder Jr, “todo esto agravó la profunda desconfianza debido a ejercicios inconstitucionales de poder policial, ninguno de los cuales es más dañino que el patrón de fuerza excesiva”.

Finalmente el informe apuntaba un 93% de los arrestos realizados entre 2012 y 2014 por la policía de Ferguson correspondió a residentes afroamericanos, a pesar de que representan el 67% de la población de la ciudad. En el caso de los conductores detenidos, representaron el 85% del total, así como el 90% de las multas por violaciones de transito. También representaron el 88% de los casos de arrestos, en los que la policía recurrió al uso de la fuerza y el 92% de los casos en que se emitió una orden de arresto en 2013.

Una renuncia que no es la primera

La conflictividad en esta pequeña ciudad de Missouri estalló en agosto de 2014 cuando el oficial Darren Wilson asesinó a Michael Brown, un joven negro de 18 años que iba desarmado, en plena calle y con las manos en alto.

Si bien Wilson terminó renunciando, fue exonerado de todos los cargos, primero por un jurado y luego por el mismo departamento de Justicia que cuestionó a la policía de Ferguson. Pero la situación no terminó allí.

El jefe de policía Jackson se había resistido a abandonar su cargo a pesar de las presiones sociales y políticas. El jefe policial era muy criticado tanto por la agresiva respuesta de las fuerzas de seguridad contra los manifestantes durante las protestas por Brown como una errática y poco frecuente publicación de información clave. Hay que recordar que tardó casi una semana en identificar públicamente a Wilson como el tirador.

Su renuncia se sumó esta semana a las del administrador de la ciudad, John Shaw, y el juez municipal, Ronald J. Brockmeyer. Como administrador de la ciudad, Shaw supervisaba el cuestionado departamento de Policía y nombraba al juez municipal.

Por su parte, la Corte Suprema de Missouri decidió el último lunes transferir a un juez estatal los casos municipales de Ferguson para reformar el sistema y recuperar la confianza tras el negativo informe del Departamento de Justicia lo que derivó en la dimisión de Brockmeyer.

Protesta y disparos

Al conocerse la noticia del retiro de Jackson, unos 150 manifestantes se concentraron frente al Departamento de Policía de Ferguson. Todo transcurrió con calma hasta que, cuando parecía que la protesta se dispersaba, se escucharon dos disparos que impactaron en dos agentes.

Una de las víctimas, que fue herida en un hombro, tiene 41 años, y es miembro de la Policía del Condado de San Luis, donde se ubica la ciudad de Ferguson. El otro herido es un agente de la ciudad de Webster Groves, del mismo condado, tiene 32 años y recibió el impacto de bala en la cara.

Los dos oficiales debieron ser inmediatamente trasladados a un hospital pero ahora están «fuera de peligro», de acuerdo a la información bridada por el jefe de policía del condado de Saint Louis, John Belmar. «No sé quién es el autor de los disparos, para ser franco con ustedes», dijo Belmar.

Aunque para el jefe policial los autores se habían incorporado «de alguna manera» a los manifestantes, se conocieron testimonios previos de testigos, incluidos los de un cronista y un fotógrafo del St Louis Post-Dispatch, que ubicaron el origen de los disparos en una manzana del centenario barrio residencial de Tiffin Hill.

La hipótesis policial, según el lugar donde estaban los agentes y la trayectoria de las balas, es que «estos disparos se dirigieron exactamente contra mis agentes», opinó Belmar. Y concluyó: «He dicho muchas veces que no podemos mantener esto [la tensión entre la Policía y los manifestantes] sin problemas. Este es un ambiente muy peligroso para nuestros agentes».

 

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