27 febrero, 2015
¿Vestido azul y negro o blanco y dorado? Acá está la respuesta
El jueves estallaron las redes sociales de todo el mundo. Un debate, en principio intrascendente como los que muchas veces se dan por ese medio, terminó generando debates científicos. ¿Por qué la gente se dividió prácticamente en dos respecto a los colores de un vestido? ¿Quién tiene razón?

El jueves estallaron las redes sociales de todo el mundo. Un debate, en principio intrascendente como los que muchas veces se dan por ese medio, terminó generando debates científicos. ¿Por qué la gente se dividió prácticamente en dos respecto a los colores de un vestido? ¿Quién tiene razón?
Todo empezó cuando una usuaria de la plataforma Tumblr, con el nombre Swiked publicó en su cuenta una foto de un vestido preguntando a sus lectores de qué color lo veían: si azul y negro o blanco y dorado. La imagen fue posteriormente publicada en Mashable y Buzzfeed y a partir de ahí se viralizó dividiendo a las personas en internet. Algunas, efectivamente, lo ven negro y azul y por otro lado están quienes no dudan que es blanco y dorado.
Una primera explicación, carente de toda fundamentación, la dio la usuaria que publicó la foto al explicar «su experimento». Según Swiked, de que color se ve el vestido depende del estado de ánimo de las personas. Si estas de buen humor lo vas a ver blanco y dorado, si estás más deprimido o triste, azul y negro.
Fue una primera explicación que sirvió para calmar algunas ansias, pero no tiene asidero en la realidad.
La ilusión óptica
La revista especializada Wired, explica el trasfondo biológico del fenómeno. «La luz entra al ojo a través del cristalino, una estructura de lentes naturales que permiten hacer foco. Entonces la retina, que está ubicada en la parte trasera del ojo, dispara conexiones neuronales en la corteza visual, el área del cerebro que procesa esas señales lumínicas y las convierte en una imagen», destaca la revista y añade que «determinadas señales lumínicas se corresponden con determinados colores. Así se explica que, al ver un objeto, casi todas las personas lleguen a la conclusión de que el color es uno y no otro».
Sin embargo el problema surge porque «el ojo no capta exclusivamente la luz que reflejan las cosas en las que se está fijando. Todo el entorno también está reflejando luz, y todo llega al ojo». Para evitar confusiones, nuestro cerebro «automáticamente pone en un segundo plano los haces que llegan desde el fondo, y se concentra en aquellos que provienen de los objetos fijados por la vista». En general esto funciona bien y es lo que nos permite desenvolvernos cotidianamente.
Pero aquí surge el problema con esta imagen (y no con el vestido en sí mismo que, ya es tiempo de decirlo, es azul y negro, o naranja muy oscuro, luego explicaremos por qué). La combinación de luces y sombras de la foto discurre en un límite de nuestra percepción. El fondo está muy iluminado haciendo más difícil el trabajo de nuestro cerebro para discriminar el color del objeto (el vestido) en el que se están concentrando los ojos.
«Lo que está pasando aquí es que, cuando nuestro sistema visual mira a esta cosa, intenta rebajar el sesgo cromático producido por la luz del sol», explicó el neurocientífico Bevil Conway especialista del Wellesley College.
Es así que «la gente que rebaja el lado azul, acaban viendo en blanco y oro, y quienes rebajan del lado del oro, terminan viendo azul y negro».
¿Se entiende? Nuestro cerebro debe optar por darle prioridad a determinados haces de luz. La escasa diferencia lumínica que existe en la imagen entre el vestido y el fondo, genera la confusión.
Para despejar toda duda, los editores de fotos de Wired analizaron con el Photoshop la escala cromática y llegaron a la conclusión de que el vestido es efectivamente azul y naranja oscuro que también puede ser visto como negro.
Finalmente, también aparecieron fotos del vestido original en el negocio donde se vende. Al ver el mismo objeto en otra imagen, con una escala de luces diferente, se puede apreciar sin dudas que es azul y negro.
Misterio resuelto.
Agregado:
A pesar de que ha quedado fehacientemente demostrado el efecto óptico, algunas personas siguen insistiendo en que lo cada uno ve es su verdad. Por ello aportamos una nueva prueba. La misma persona que subió la foto original del debate, compartió posteriormente otra imagen del mismo vestido, desde otro ángulo y con otra iluminación.
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