Europa

18 febrero, 2015

Ucrania no cumple el alto el fuego y peligra la paz

El domingo entró en vigencia en Ucrania el alto el fuego acordado en Minsk, capital de Bielorrusia, la semana pasada. Sin embargo las fuerzas de Kiev se niegan a retirarse de los territorios en conflicto para garantizar la «zona de seguridad» estipulada por el acuerdo.

El domingo entró en vigencia en Ucrania el alto el fuego acordado en Minsk, capital de Bielorrusia, la semana pasada. Sin embargo las fuerzas de Kiev se niegan a retirarse de los territorios en conflicto para garantizar la «zona de seguridad» estipulada por el acuerdo.

La ciudad de Debáltsevo, ubicada entre las autoproclamadas República Popular de Donetsk (RPD) y República Popular de Lugansk (RPL), es el eje de los enfrentamientos que aun persisten y amenazan la posibilidad de avanzar hacia una paz duradera. Allí, cinco mil soldados ucranianos permanecen roeados y atrincherados. Esta localidad es un importante nudo ferroviario estratégicamente ubicado.

Milicias de la RPD y la RPL, que controlan el 80% de la ciudad, se unieron para estrechar el cerco y obligar al ejército ucraniano a rendirse. La intención de las repúblicas rebeldes es que las fuerzas armadas de Kiev se retiren y cumplan con lo acordado en Minsk. De hecho el día lunes, la televisión rusa mostró el diálogo del líder de la RPD, Alexándr Zajárchenko, con un grupo de miembros de la Brigada 101 de operaciones especiales de Ucrania, quienes se rindieron y lograron salir de Debáltsevo sanos y salvos.

Sin embargo el representante del Ministerio de Defensa ucraniano, Vladimir Polevoi, dijo a la radio lituana Baltkom que «no se ha hablado de rendición alguna pues en la región del cerco hay suficiente fuerza militar como para sostener las posiciones ocupadas».

Desde Kiev, el vocero del Estado Mayor de la operación en el sureste ucraniano, Andrei Lysenko, añadió que las tropas no estaban listas todavía «para el repliegue del armamento pesado hacia la línea de contención». Argumentó que «112 ataques no son muestra de alto al fuego, por ello no estamos listos, aunque se realizó un trabajo preparatorio». Además destacó: «Los nuestros tienen total derecho a abrir fuego en respuesta y retener las posiciones que ocupaban en los últimos meses».

El acuerdo de Minsk planteaba la retirada de las armas de gran calibre en el transcurso de 48 horas desde el momento de implantación del alto al fuego, decretado a las 00:00, hora local del domingo en la zona donde Kiev lleva a cabo la operación militar de castigo contra las regiones de Donetsk y Lugansk. Sin embargo esto no fue llevado a cabo.

Ya el lunes 16 el comandante adjunto de las milicias de la RPD, Eduard Basurin, había denunciado que las tropas ucranianas habían trasladado «secretamente armamento pesado hacia la línea de contacto» con las milicias de este territorio insurgente, lo cual viola lo pactado en Minsk. «Las Fuerzas Armadas de Kiev han desplazado en forma secreta armamento pesado -lanzamisiles múltiples Grad y Uragan- hacia las villas de Artiomovsk, Mironovskoye, Svetodarskoye y Luganskoye», añadió Basurin.

El jefe insurgente señaló que «Kiev pretende abrir fuego y cuando los milicianos respondan culparlos en una campaña mediática de ser los violadores de los entendimientos de Minsk».

Según la Agencia de Noticias de Donetsk (AND), solo el día lunes se registraron 49 golpes coheteriles y de artillería convencional contra posiciones rebeldes, entre ellos el aeropuerto de Dontesk.

Por su parte el representante especial de la RPD en las negociaciones de Minsk, Denis Pushilin, advirtió que «los esfuerzos pacificadores de algunos gobiernos europeos y de Rusia están en peligro por la pregonada negativa de Kiev a retirar las armas pesadas». Pushilin informó: «Estamos listos solo a un repliegue mutuo de la técnica», tal como fue contemplado en el acuerdo.

Este martes Naciones Unidas brindó su opinión a través del vocero de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Rupert Colville. Este precisó que «más allá del panorama en Debáltsevo, la tregua se ha venido cumpliendo en las últimas 48 horas», lo cual se traduce en una «dramática reducción de las bajas, sobre todo civiles». No obstante, el vocero pidió a los actores de la crisis «respetar en su totalidad lo acordado».

La oficina de la ONU informó también que «de abril de 2014 al 15 de febrero pasado, al menos cinco mil 665 personas perdieron la vida por el conflicto en el sureste de Ucrania, mientras casi 14 mil sufrieron lesiones». Respecto a la cifra de desplazados internos y externos, la ONU estima que superan el millón y medio.

 

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