Derechos Humanos

13 febrero, 2015

Presentación de querellas en la causa de Franco Casco

Los familiares de Franco Casco, el joven de 20 años que fue visto con vida por última vez el 6 de octubre en la comisaría 7ª de Rosario y que tres semanas después apareció muerto en el río Paraná, presentaron este jueves las querellas de la investigación en la causa.

La presentación se realizó en los Tribunales Federales de Rosario. Allí se dio a conocer las tres partes que conformaran la querella. La madre de Franco, Elsa Godoy, será representada por los abogados Salvador Vera, Nicolás Vallet , Juliana Girolimo y Guillermo Campana, integrantes de la Asamblea por los Derechos de la Niñez y la Juventud; mientras que Ramón Casco, el padre de Franco, recibirá el patrocinio de la defensora general de la Nación, Matilde Bruera.

Además, se presentó como querellante la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación en representación del Estado. Estará a cargo del abogado Santiago Bereciartúa. Esta última querella responde “a las potenciales responsabilidades internacionales que pueda caber en el caso de que quedara impune una desaparición forzada de persona”, sostuvo Guillermo Campana, abogado de Elsa Godoy, en diálogo con Notas.

Tras la presentación, ahora resta que el juez admita las querellas. En este sentido, Campana expresó que será en un par de días, y que suponen que «no va haber problemas”. Además de la presentación, hubo un acto en la puerta de los tribunales para exigir justicia donde se leyó un documento consensuado entre las organizaciones que están acompañando a la familia de Franco desde el primer momento. Asimismo, los querellantes expusieron lo que van a hacer de aquí en adelante en la causa que llevara adelante el fiscal Marcelo Degiovanni y el juez federal Carlos Vera Barros, titular del Juzgado Federal N°3.

Guillermo Campana explicó que tuvieron acceso al expediente, no así al material probatorio que existe. Este paso se va a concretar cuando sean formalmente aceptados como parte querellante.

Una vez formalizados por el juez, Campana precisó, “lo primero que tenemos que hacer es un relevamiento de toda la prueba que hay, conocerla, y a partir de eso ver que medidas son las mas urgentes considerando que en los primeros días de la desaparición de Franco no se investigó y quizá haya prueba que sea difícil de recolectar”.

Con respecto a las investigaciones previas en la causa, el representante de Elsa Godoy afirmó que “hubo una inspección ocular; se solicitó el libro de guardia de la comisaria y los celulares de todos los policías que estuvieron en la comisaria del 7 de octubre en adelante”. También agregó que “se sustrajo la camisa del comisario que dijeron que rompió Franco el día que lo detuvieron y se pidieron los GPS de los móviles”, aunque admitió aún desconocer el análisis que se hizo de ese material.

En un primer momento la causa estuvo a cargo del fuero provincial. Sin embargo, pasó al ámbito federal a raíz del pedido de Gabriel Ganon, que es defensor general de la provincia. “Es auspicioso que haya pasado al fuero federal, mientras estuvo en la Justicia provincial no hubo avances en la causa, no hubo compromiso con la investigación, incluso se permitió que la policía se investigara a si misma”, sentenció el abogado Campana. También sostuvo que “se inventaron algunos testigos que decían haber visto a Franco días antes de que aparezca el cuerpo sin vida, por lo tanto no solo no se investigó sino que se obstaculizo el esclarecimiento”.

Como parte de una de las querellas, Campana enfatizó que “va haber una potencia suficiente para que la investigación se lleve adelante, para que podamos aportar pruebas y para que también podamos construir otra versión distinta a la versión de la policía que es la única que existe hoy en día”.

Franco vivía en la localidad de Florencio Varela del conurbano bonaerense. Trabajaba como ayudante de albañil y tenia un hijo, Thiago, de tres años. Había llegado a Rosario a pasar el fin de semana con sus primos que vivían en el barrio Ludueña y Empalme Graneros de la ciudad de Rosario. Tras estar desaparecido por más de tres semanas y ser buscado por sus familiares, el 30 de octubre de 2014 fue encontrado su cuerpo en el rio Paraná. Antes de desaparecer fue visto en la comisaria séptima de Rosario, es por eso que se presume que hay una vinculación directa de efectivos de la policía con su muerte.

Sin embargo, al día de hoy no hay ningún imputado en la causa. Mientras tanto, la familia, las organizaciones y los representantes derechos humanos siguen pidiendo justicia por Franco Casco y el esclarecimiento inmediato para que este caso, entre muchos otros que existen en la ciudad de Rosario, no quede impune.

 

Noemí Romero – @Noi_Romero

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