Fútbol

12 febrero, 2015

River, un justo campeón

El equipo que dirige Gallardo venció nuevamente a San Lorenzo por 1 a 0 y obtuvo así la Recopa Sudamericana. Es el séptimo torneo internacional para los de Nuñez.

El equipo que dirige Gallardo venció nuevamente a San Lorenzo por 1 a 0 y obtuvo así la Recopa Sudamericana. Es el séptimo torneo internacional para los de Nuñez.

Cuando finalizó el partido de ida en el Monumental quedó la sensación de que la final de la Recopa quedaba abierta. Y eso fue responsabilidad de River. El miércoles, luego de que Pitana marcará el final del partido, los que terminaron festejando merecidamente fueron los jugadores de River. Eso también fue responsabilidad del equipo que dirige Marcelo Gallardo.

Acá responsabilidad es sinónimo de protagonismo pero sobre todo de superioridad. Desde el minuto 1 al 180, River demostró que se nota mucho la diferencia cuando se enfrentan un equipo contra un conjunto de tipos que visten una misma camiseta y tratan, con pelotazos, de palear su incapacidad en la generación de juego.

River fue más a los largo y lo ancho de los dos partidos porque tiene una idea de juego definida. Empieza por la sobriedad de un arquero que escapa del flash pero que siempre sale en la foto. Una defensa que se muestra sólida por arriba y por abajo, que ofrece salida y por sobre todas las cosas que entiende de momentos de partidos e instancias. Anticipa, achica espacios y si hay que patearla afuera el rubor es para el que lo mira.

El mediocampo de River es solidaridad, recuperación rápida y posibilidad de juego asociado. Allí está Kranevitter volviendo de a poco, siendo dueño de un mediocampo que a veces parece quedarle grande y exponerlo. Rojas y Sánchez lo ayudan pero también juegan, y cuando uno sale el otro entra, o cambia de frente para liberar el juego. O prueba desde afuera del área. O la pisa y marca los dos goles de la serie. Pisculichi, Teo y Mora se mueven por el frente de ataque con libertad, se separan, se unen, tocan y tocan buscando el momento justo para dar la estocada final.

Estocada que se hizo esperar hasta los 31 minutos del segundo tiempo cuando Sánchez marcó el 1 a 0. Y si se hizo esperar fue un poco por Barovero, pero sobre todo porque River así lo quiso. Porque eso es lo que sucedió en estas finales, River jugó con San Lorenzo. Desnudó su anarquía estilística de juego. Su incapacidad de juntar a dos o tres jugadores en algún sector del campo, donde ser más sea posibilidad de juego asociado y desequilibrio.

Para River el año en el terreno de los porotos comienza con una sonrisa y como una continuidad de lo mostrado a lo largo de los últimos seis meses, donde obtuvo la Copa Sudamericana y disputó el campeonato hasta la última fecha sin perder de vista que no lo ganó porque eligió una competición sobre la otra. Para San Lorenzo el año comienza con la misma duda que la que arrastra desde la obtención de la Libertadores: ¿A qué intentar jugar?

River asumió la responsabilidad. River es un justo campeón.

 

Federico Coguzza – @Ellanzallama

 

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