30 enero, 2015
Citando a la CIA y la secta Moon: ¿Qué es el Washington Times?
Diversos medios de comunicación se hicieron eco de un editorial publicado en el Washington Times respecto a la muerte del fiscal Alberto Nisman. Ninguno se ocupó de explicar a quién pertenece este diario o a qué intereses responde.

Diversos medios de comunicación se hicieron eco de un editorial publicado en el Washington Times respecto a la muerte del fiscal Alberto Nisman. Ninguno se ocupó de explicar a quién pertenece este diario o a qué intereses responde.
No debería extrañar ver medios argentinos citando notas negativas referentes al país aparecidas en sus pares estadounidenses. Ya se ha vuelto común encontrar citas de una columna en el New York Times, el Washington Post o –más normal aún, por su mentalidad conservadora- el Wall Street Journal. Generalmente se las engloba bajo un título difuso como “en Estados Unidos dicen que…”, sin aclarar que se trata de la editorial de un diario. Pero esta vez, diversos medios, con La Nación a la cabeza fueron más allá y no citaron a unos de esos prestigiosos periódicos, sino al Washington Times.
Esta publicación capitalina tituló una editorial así: “Lloren por Argentina mientras terroristas y gángsters salen impunes de un asesinato”. El artículo alaba casi lateralmente la “labor” del fiscal Alberto Nisman -nunca detalla por qué sería motivo de alabanzas-, a la que considera “tenaz” y ataca a la presidenta Cristina Fernández por su cambio de postura respecto a si se trató de un asesinato o un suicido, antes de llegar a su verdadera tesis. Acusar a Irán de Estado terrorista y preguntarle al presidente norteamericano, Barack Obama, “¿qué piensa hacer su administración para asegurar que los terroristas internacionales no salgan impunes con 85 asesinatos cometidos en 1994, y la eliminación del fiscal que intentó hacerlos pagar en 2015?”.
El artículo está firmado por Clifford D. May, presidente de la “Fundación para la Defensa de las Democracias”. Si se ingresa al portal de esta fundación, rápidamente se descubre que tiene como cabeza, por delante de May, a R. James Woosley, ex director de la CIA entre 1993 y 1995, durante el gobierno de Bill Clinton.
En cuanto a sus labores en defensa de las democracias, no se encuentra demasiado. Sí, en cambio, queda claro su carácter de lobby anti-islámico en general, y anti-iraní en particular. Diez de las 16 notas en su portada están dedicadas a la República Islámica; en los otros seis, critica a los musulmanes sin distinción de colores políticos. Hay tres dedicados a la muerte del Rey Abdullah de Arabia Saudita, dos a Palestina y uno al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.
Los medios no nacen de un repollo
¿Qué es el Washington Times? Es un periódico con sede en la capital estadounidense que, en el año 2008, rondaba los 90 mil ejemplares de tirada, algo así como el 15% de la que alcanza el Washington Post, el diario más leído de la ciudad y uno de los más importantes del país. No hay datos más actualizados, pero se puede inferir que, siguiendo la tendencia a nivel mundial, los números son aún más bajos siete años después.
Fue fundado en 1982, por la News World Communication Inc., un holding mediático iniciado seis años antes por el coreano Sun Myung Moon, el líder de la Iglesia de la Unificación, más conocida como la Secta Moon. El reverendo Moon aseguraba que Jesucristo se le había aparecido en 1936, en su Corea del Norte natal, para asegurarle que él era el nuevo mesías. Luego de ser encarcelado durante la guerra de Corea, comenzó a predicar en un campo de refugiados del Sur. Desde allí construyó un imperio que fue mucho más allá de lo religioso.
Según cuenta el periodista Jean-François Boyer en El imperio Moon, una empresa propiedad de la iglesia, Tong Il, se dedica a la fabricación de fusiles M16, lanzagranadas y ametralladoras que vende al Ejército de Estados Unidos. Todo para compartir al mayor enemigo del “unificacionismo”: el comunismo.
Fue en la búsqueda de terminar con ese enemigo que Moon fundo la NWC, y luego el Washington Times. Con él buscaba sacarle público al Post, conocido por sus tendencias “liberales” -en el sentido estadounidense del término-. El Times, entonces, se ubica a la derecha incluso del espectro político local: en su momento atacó a George W. Bush por su “tibieza”, y desde hace años aboga por una invasión a Irán.
De esa relación entre servicios de inteligencia y sectas anticomunistas surge, entonces, el artículo que les pide a sus lectores que “lloren por Argentina”, y asegura que la presidenta es una “estadista convertida en matona”. No se trata de inocentes reflexiones preocupadas desde el gran país del Norte. Nunca lo son.
Nicolás Zyssholtz – @likasisol
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