Nacionales

28 enero, 2015

“Permitir que se instalen estas mineras en Andalgalá es permitir que nos maten”

El gobierno de Catamarca y la empresa minera La Alumbrera pretenden comenzar a explotar el yacimiento de oro y cobre “Bajo El Durazno” en Andalgalá. Esta decisión se tomó sin realizar una consulta previa a los habitantes de la zona, violando de ese modo artículos de la Ley de Medio Ambiente. Asambleístas se movilizaron para protestar.

El gobierno de Catamarca y la empresa minera La Alumbrera pretenden comenzar a explotar el yacimiento de oro y cobre “Bajo El Durazno” en Andalgalá. Esta decisión se tomó sin realizar una consulta previa a los habitantes de la zona, violando de ese modo artículos de la Ley de Medio Ambiente. Asambleístas se movilizaron para protestar.

Sergio Martínez, de la Asamblea “El Algarrobo” de Andalgalá, dialogó con Radio Sur y dio cuenta de las irregularidades que existen en el proceder de estas empresas así como de los efectos ambientales y, por lo tanto, para la vida de las personas. También relató la resistencia de los pueblos en defensa de sus recursos naturales.

“Nosotros hacemos todo lo que podemos para frenar este megaproyecto minero que pretende instalarse en nuestra tierra. Esta es la tarea diaria de hace muchísimos años del pueblo de Andalgalá, defender la vida, nuestros recursos naturales y nuestra identidad cultural”, señaló.

-¿Cuáles son los efectos que el establecimiento de este proyecto puede acarrear?

– Nosotros estamos rodeados de montañas y vivimos en un valle. Nuestras montañas son nuestros tanques de agua porque ahí se genera el agua que da vida a todas las poblaciones: El departamento de Santa María, Belén, Tinogasta, Andalgalá. Entonces, permitir que se instalen estas empresas mineras en estos lugares es como permitir que nos maten o silenciarnos a que nos expulsen de nuestra tierra y dejarla a la suerte de estas multinacionales que solo hacen desastre y ningún beneficio dejan, sobre todo a la naturaleza, a la que destruyen.

Yo soy nacido en Andalgalá y vamos a defender a capa y espada esta tierra que es nuestra.

– ¿Alguien les consultó si estaban de acuerdo o no con la instalación de un proyecto minero?

– En absoluto. Se trata de una permanente violación de la ley argentina, de las leyes internacionales, de los derechos humanos. Nunca fuimos consultados nosotros y específicamente la Ley de Ambiente dice, en sus artículos 19 y 20, que los pueblos deben ser consultados e incluso se habla de participación ciudadanía a partir de los mecanismos que genera el Estado, desde auditorias públicas o consultas populares. Nada de eso ha ocurrido.

Pero más grave aún es la situación de que este pretendido emprendimiento de “Bajo El Durazno” no cuenta con los requisitos formales que se exige en la Ley en cuanto a la presentación de informes de impacto ambiental porque quieren hacerlo aparecer como una ampliación de la actividad minera La Alumbrera.

Y que suceda esto es peligrosísimo. Porque si consintiéramos esto, estaríamos consintiendo que exploten no solo Bajo El Durazno, sino también el Cerro Atajo, Bajo San Lucas, Agua Tapada, Bajo la Junta, Altos de la Renda, Las Papitas, Agua Tapada, la Josefa, Mina Abel Peirano, etc.

Todos esos son yacimientos diferentes, frente a los cuales, cualquier empresa debería presentar el informe de impacto ambiental para cada uno. Y en cada uno de esos debiera ser consultado el pueblo de Andalgalá, que es donde están asentados todos estos yacimientos.

– ¿Qué está haciendo la asamblea para frenar el avance de las mineras?

– Hay un grupo de compañeros que están interfiriendo el paso de insumo a otro yacimiento que es Agua Rica, también pretendido emprendimiento minero, que está frenado por el juez Raul Guillermo Serda, desde el 16 de febrero de 2010.

Cuando se levantó el pueblo de Andalgalá contra las fuerzas del orden en aquella oportunidad el juez tuvo que dictar una medida cautelar de suspensión de todo tipo de actividad de minera Agua Rica hasta tanto se restablezca la paz social. Porque a su vez el tejido social de Andalgalá ha quedado muy resquebrajado desde aquel entonces. Casualmente por estos emprendimientos mineras inconsultos al oeste catamarqueño.

– ¿Cómo responden las autoridades estatales, ya sean municipales, provinciales y nacionales?

– Absolutamente nada. Nosotros hemos tenido la oportunidad de invitarlos para un debate público. Hemos generado espacios para que se acerquen a discutir de forma pública ante todo los vecinos y hasta el día de hoy las autoridades no han aparecido.

La actual intendencia municipal, a cargo de Alejandro Páez, ganó las elecciones con el lema “no a la minería a cielo abierto”. Hubo una gran expectativa en el primero momento de que se podría frenar toda esta locura. Yo particularmente fui invitado a formar parte el gabinete de esta actual gestión como secretario de Medio Ambiente y acepté, pero dure unos pocos meses al ver que la cosa seguía igual en el sentido de hacerle el juego a las mineras.

Y el diálogo que se proponía para hablar con las comunidades, hacer consultas populares, plebiscitos, todo fue sistemáticamente frenado. Incluso la Corte Suprema de Catamarca ha hecho lugar a una cautelar del intendente anterior negando la participación popular en un plebiscito que se había convocado en una coyuntura política histórica en la que cinco de los siete concejales andalgaleces habían hecho lugar a la consulta para el 25 de mayo de 2010.

La línea que siguen las autoridades políticas que nos gobiernan es el silencio, el ninguneo y la indiferencia frente al reclamo popular del pueblo de Andalgalá.

– ¿Cómo cambió el paisaje con la presencia de esta empresa minera después de tantos años?

– Nosotros tenemos informes médicos de que solamente con minera La Alumbrera las enfermedades han aumentado en porcentajes altísimos. Por ejemplo el cáncer de huesos, hay una incidencia de 2.500% a partir de la minera; 800% más de cáncer en general; 500% en enfermedades respiratorias.

No tenemos acceso a la salud, no tenemos un hospital que funcione cuando habían prometido un hospital de alta complejidad, hoy en día no pasa de ser una sala de primeros auxilios. La mentira típica de todas las multinacionales para instalarse, engañar a los pueblos, saquearlos, contaminarlos y expulsarlos de sus tierras.

Convocamos a todo el país que participe, que los jóvenes participen, porque sino las decisiones las toman los de siempre y ya sabemos cómo lo hacen. En cambio la participación de la juventud, de la sociedad civil en todas las asambleas, es lo único que puede frenar todos estos emprendimientos que nos quieren imponer estas empresas.

 

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