27 enero, 2015
Los islamófobos alemanes siguen fuertes
Luego de la aparición de fotos de su líder disfrazado como Hitler, que lo obligaron a renunciar, el movimiento PEGIDA logró reunir más de 15 mil personas en su tradicional movilización en Dresde. Sin embargo, las marchas opositoras aumentaron su número.

Luego de la aparición de fotos de su líder disfrazado como Hitler, que lo obligaron a renunciar, el movimiento PEGIDA logró reunir más de 15 mil personas en su tradicional movilización en Dresde. Sin embargo, las marchas opositoras aumentaron su número.
Había gran expectativa en Alemania ante una nueva movilización del movimiento anti islámico Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (PEGIDA). Era la primera vez que sus partidarios salían a la calle después de la caída en desgracia de su líder, Lutz Bachmann, luego de que se hicieran públicas imágenes suyas posando como Adolf Hitler.
Bachmann, al igual que todas las caras visibles de PEGIDA, había hecho un esfuerzo notorio por evitar cualquier asociación con los movimientos neonazis que, de manera casi marginal, llevaban años actuando en el Este de Alemania. Finalmente, y de una manera bizarra, esto se reveló como una simple estrategia política que le permitió al movimiento alcanzar una masividad llamativa.
El primer cambio tras la salida del líder fue el formato de la convocatoria: PEGIDA abandonó sus tradicionales marchas frente al Teatro de la Ópera de Dresde los lunes por la noche, que venían realizando desde octubre. La última movilización fue un domingo y en horario diurno. En cuanto a la cantidad de participantes, puede haber dos lecturas: por un lado, hubo más de 15 mil personas; pero por el otro, por primera vez disminuyó su número (habían sido 22 mil el 12 de enero). Además, unos días antes, un grupo similar con sede en Leipzig, la mayor ciudad del Estado federado de Sajonia, había alcanzado una asistencia similar.
El acto estuvo liderado por Kathrin Oertel, portavoz del movimiento que, tras la salida de Bachmann, quedó como la máxima dirigente. Cuando se hicieron públicas las fotos del hasta entonces líder, Oertel simplemente lo calificó como “un hecho privado”. La portavoz presentó también un mensaje grabado por Geert Wilders, el líder del partido de extrema derecha holandés PVV, que afirmaba que “es «realmente fantástico lo que está pasando en Dresde» y que “»La gente está harta del terrorismo y el odio, de los atentados, del derramamiento de sangre, de la islamización, de las elites políticas que traicionan nuestra identidad judeo-cristiana y nuestras tradiciones, destruyen el futuro de nuestros hijos y llevan a cabo la liquidación de nuestros países y nuestra civilización».
Mientras tanto, las movilizaciones en oposición a la islamofobia se expanden por más ciudades y crecen en número. Así, el lunes unas 25 mil personas se reunieron en Dresde para un festival contra PEGIDA, mientras que en Hannover la policía reprimió una marcha masiva del mismo tono. Unas 3 mil personas se reunieron en Frankfurt, la capital financiera del país, para frenar una convocatoria de PEGIDA que apenas reunió 700 personas. En Bremen, en el norte del país, y en Karlsruhe, en el sur, también hubo marchas.
Las diversas cifras coinciden: los anti-PEGIDA ya superaron en número a los militantes islamófobos. En su base de operaciones, Dresde, su número bajó. La aparición de las fotos de Lutz Bachmann puede generar rechazo en muchos partidarios del movimiento, conscientes de la historia alemana, aunque por ahora el panorama sigue sin estar claro.
Nicolás Zyssholtz – @likasisol
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