América Latina

22 enero, 2015

Nicolás Maduro: “Contra la burguesía parasitaria, con las empresas que quieran trabajar”

El miércoles 21 de enero, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, concurrió a la Asamblea Nacional a emitir su mensaje anual, previsto por la Constitución. Aumento salarial, continuidad de los subsidios a alimentos y medicamentos a través de la asignación de divisas, mayor dureza contra la guerra económica promovida por la “burguesía parasitaria” y gestos de conciliación con sectores capitalistas “que quieran invertir”.

Apenas pasado el mediodía, el centro de Caracas comenzó a notar la presencia de pueblo movilizado, a la espera del mensaje anual de Memoria y Cuenta que ofrecería Nicolás Maduro ante el Poder Legislativo. Alrededor de las cinco y media de la tarde, en la calle se vivió el clímax con el arribo del presidente. Rompiendo el protocolo e incluso tensando los límites de su propia seguridad, Maduro eligió llegar a la Asamblea Nacional caminando entre la gente, saludando mujeres, hombres y niños que se agolpaban ante las vallas que delineaban un callejón, para expresarle su afecto. La escena contrariaba la imagen que los grandes medios privados instalan a nivel internacional.

En el recinto no cabía un alfiler. Allí estaban los diputados y diputadas de todos los bloques junto a invitados especiales: los máximos representantes de los demás poderes públicos, los altos mandos de las Fuerzas Armadas, personalidades de la cultura y el deporte. En las gradas, entre otras pancartas podían observarse banderas del PSUV, de la diversidad sexual y la enseña que identifica a las campesinas y campesinos, caracterizada por el grito de Ezequiel Zamora: “Tierra y Hombres Libres”.

“¡Con cola y saboteo, con Maduro me resteo!”, era uno de los cantos de apoyo que se escuchaban, mientras el mandatario saludaba a los presentes. También estaban los voceros y voceras de los Consejos Presidenciales de Gobierno Popular y los integrantes del Comité de Víctimas de las Guarimbas y el Golpe Continuado, que fueron saludados especialmente por Maduro al comenzar su discurso. “¡Democracia con Justicia! ¡Paz con justicia!”, enfatizó el presidente, quien luego se refirió a Robert Serra, el joven diputado asesinado el 1° de octubre de 2014. “Robert fue asesinado por sicarios que vinieron desde Colombia. Grupos paramilitares introducidos por la extrema derecha venezolana para influir en el desarrollo político del país”, aseguró. “Nos dejó un ejemplo de lo que es la confianza en un proyecto político, el de la Revolución Bolivariana”.

Luego de recorrer lo sucedido en el año 2014, criticando duramente a los sectores que promovieron #LaSalida, el presidente señaló que “fue un año complejo pero triunfó la paz. Enfrentando conspiraciones, guarimbas, acciones criminales, si algún logro tuvo el 2014 fue que asentó la conciencia y la voluntad de paz que hoy tiene la gran mayoría de nuestro pueblo”.

La coyuntura actual

“Hoy vemos como el 2015 arranca con las políticas fracasadas que le hacen daño al país”, dijo en referencia a lo sucedido durante las primeras dos semanas del año, donde se agravaron las operaciones psicológicas y el golpe económico.

Maduro aseguró que hubo un plan de guerra psicológica que creó una situación de punto crítico: “Fueron a comprar 18 millones de personas. Compraron en cuatro días lo que normalmente se vendería en un mes y medio. Hubo sectores de la extrema derecha que se prepararon para generar esto, pero el pueblo les dio una lección”.

“La burguesía parasitaria anda en una actitud insurreccional”, agregó. “Por ahí me dicen que hay que cambiar el modelo. Yo estoy cambiando el modelo de distribución y comercialización porque la guerra económica la han hecho grupos mafiosos”, aseguró. Informó que profundizará las políticas contra el acaparamiento y convocó a reunión a todas las distribuidoras mayoristas del país, a quienes advirtió que si violan la ley encontrarán “un puño férreo”.

Sostener la inversión social: “No como en Europa”

Ante la caída de los precios de petróleo, principal generador de divisas del país, Maduro reconoció que existen “dificultades económicas serias. Todos los venezolanos somos responsables de asumir un compromiso para afrontar esas dificultades y mantener el ritmo de inversión social y los niveles de empleo en el país”.

Maduro reseñó, a través de indicadores, los logros de la Revolución, y señaló que su gobierno siempre se orientará a la inversión pública en los sectores populares. Para 2015, anunció la construcción de 400 mil viviendas, la creación de un plan especial de protección de 500 mil familias; 300 mil nuevas pensiones para la vejez y 200 mil becas estudiantiles, entre otros programas sociales; y un aumento de salarios y pensiones del 15% a partir del 1° de febrero.

El presidente bolivariano comparó estas medidas con las aplicadas en los últimos años en Europa, ante su crisis económica, recordando los desahucios y el desempleo generado por las políticas de ajuste neoliberal. “Pero ya en Europa han empezado a soplar vientos de cambio”, auguró.

Inversiones, divisas y precio interno de la gasolina

Hacia la burguesía “que quiera trabajar”, Maduro dijo que tenía las puertas abiertas, señalando explícitamente a sectores propietarios del campo y de la industria y convocando a las empresas internacionales que “honestamente” quieran asociarse al Estado venezolano en tres zonas especiales de inversión, entre las que se destaca la Faja Petrolífera del Orinoco, la principal reserva de crudo del mundo.

Sobre el precio del litro de gasolina dentro del país (que al tipo de cambio oficial, cuesta poco más de un centésimo de dólar, lo cual favorece el contrabando), Maduro aseguró que hay que ir a un sistema de precios equilibrados, justos. “Creo que es una necesidad que demos ese paso, y encargo al vicepresidente ejecutivo que asista a la Asamblea Nacional para explicar esta propuesta que vamos a hacer al país. Llamo a todo el pueblo a este debate”.

Respecto al tipo de cambio, mantuvo el subsidio para los alimentos y los medicamentos, a través del dólar preferencial a 6,30 bolívares, “con el objetivo de proteger nuestra economía y nuestra sociedad”. Y anunció que se establecerá un sistema de subastas y de bolsas, donde cotizarán libremente las divisas y tanto el Estado como los privados podrán ofertar, para combatir al mercado paralelo.

Maduro señaló que la situación exige optimizar la distribución de divisas que genera la República. Si bien no lo señaló explícitamente, se espera que esto se traduzca en negar el acceso a quienes luego desvían los productos hacia el mercado informal, teniendo superganancias ilícitas y presionando sobre el dólar paralelo. Otras medidas posibles, como la nacionalización del comercio exterior, no fueron mencionadas, aunque esta seguramente se convertirá en una alternativa cada vez más compartida al interior del chavismo, en el caso de que la burguesía importadora no se discipline y la confrontación se agudice.

Fernando Vicente Prieto, desde Caracas – @FvicentePrieto

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