América Latina

22 enero, 2015

Cuba y EE.UU: la discusión sobre la cuestión migratoria

Delegaciones de Cuba y Estados Unidos sostuvieron un dialogo sobre asuntos migratorios, el cual es uno de los pocos intercambios oficiales que ambos países mantenían previo al restablecimiento de las relaciones.

En la víspera de su encuentro diplomático más importante en décadas, delegaciones de Cuba y Estados Unidos han sostenido este miércoles un dialogo sobre asuntos migratorios, el cual constituye uno de los pocos intercambios bilaterales oficiales que ambos países mantenían con anterioridad al restablecimiento de las relaciones.

Dicho encuentro fue encabezado por el secretario asistente adjunto para Latinoamérica del Departamento de Estado, Edward Alex Lee y por la directora para EEUU del Ministerio de Relaciones Exteriores de la isla, Josefina Vidal Ferreiro.

Allí se evaluaron diversos aspectos de los acuerdos migratorios, incluyendo el cumplimiento de los acuerdos vigentes firmados en 1994 y 1995, así como la emisión de visas para emigrantes y visitas temporales.

Vidal Ferreiro señaló que en algunos aspectos se identificaron avances y que Cuba reconoció el cumplimiento de los compromisos asumidos por el gobierno de Estados Unidos en cuanto al otorgamiento de no menos de 20 mil visas anuales a emigrantes cubanos y al incremento de las visas concedidas también a ciudadanos cubanos para realizar visitas temporales a la nación norteamericana.

Ley de Ajuste: una herencia de la guerra fría

No obstante, hubo algunos puntos de desacuerdo. Alex Lee dijo en rueda de prensa que EE.UU «está totalmente dispuesto a mantener la Ley de Ajuste cubano», que «seguirá guiando» la política migratoria de su país hacia la isla.

La Ley de Ajuste Cubano, sancionada en 1966, otorga privilegios a los cubanos que llegan a Estados Unidos de modo irregular e ilegal.

Fue el presidente Lyndon Johnson quien firmó el texto que dice que “cualquier extranjero nativo (de Cuba) o ciudadano cubano, que haya sido inspeccionado y admitido o puesto bajo palabra de Estados Unidos después de primero de enero de 1959, y que haya estado presente físicamente al menos durante dos años, puede ser ajustado por el Fiscal General, a su discreción y conforme a las regulaciones que pueda prescribir, a la de extranjero admitido legalmente para residir permanentemente»

En 1995, el Congreso la revisó y modificó, dando lugar a lo que popularmente se conoce como la política de “pies secos, pies mojados”.

Entre otros aspectos, esta Ley facilita a los cubanos que arriban a territorio norteamericano, recibir de forma inmediata y automática permiso de trabajo, prescindir de la prestación de una declaración jurada de manutención para recibir su residencia legal y obtener un número de seguridad social, así como beneficios públicos de alimentación y alojamiento.

Al tiempo que permite ajustar su situación migratoria sin necesidad de ir a su país de origen a recibirla -como ocurre con solicitantes de otras nacionalidades-, sin necesitar abogados para obtener la residencia permanente.

Para los funcionarios cubanos, estos instrumentos siguen siendo el estímulo principal a la emigración ilegal, al tráfico de emigrantes y a las entradas irregulares a EE.UU desde terceros países de ciudadanos cubanos que viajan legalmente al exterior.

Además, violan el espíritu de los acuerdos firmados en 1994 y 1995 para regular el flujo de personas entre ambos países. Precisamente estas reuniones bianuales tienen por objetivo pasar revista al cumplimiento de los acuerdos sellados durante la administración de Bill Clinton.

En tal sentido, Gustavo Machín, subdirector de la dirección general de Estados Unidos de la Cancillería cubana, señaló que «nosotros expresamos nuestra preocupación porque (la Ley de Ajuste) atenta contra el espíritu y la letra de los acuerdos migratorios que estamos revisando», entre ellos «el comportamiento de los flujos migratorios» entre los dos países.

Por otra parte, Cuba hizo saber su rechazo a la política establecida en el año 2006 por el expresidente George W. Bush de otorgar residencia en Estados Unidos a los profesionales y técnicos cubanos de la salud que abandonen su misión en terceros países.

Dicha práctica resulta a todas luces hostil, ya que busca privar de recursos humanos vitales a muchos países que se benefician de la colaboración cubana y no se corresponde con el contexto de reanudamiento de las relaciones.

El jueves, las partes comenzarán a abordar el restablecimiento de las relaciones diplomáticas, con la reapertura de embajadas como asunto prioritario, en encuentros que estarán encabezados por la secretaria de Estado para Latinoamérica, Roberta Jacobson, quien llegará por la tarde a La Habana, y la misma Vidal Ferreiro por Cuba.

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