Cultura

31 diciembre, 2014

Lo que no vimos

Decisiones empresariales, de calendario o, simplemente, de criterio, muchas veces nos impiden ver excelentes producciones cinematográficas. En Notas te comentamos cuatro de esas películas de 2014 que no pudiste ver en los cines pero que aún pueden llegar directamente del set a la pantalla de tu computadora.

A raíz de decisiones empresariales, de calendario o simplemente de criterio, muchas veces nos perdemos la oportunidad de ver excelentes producciones en la pantalla grande. En Notas te comentamos esas películas de 2014 que pasaron del set directamente a la pantalla de tu computadora (o podés aprovechar para ver durante el verano).

 

Mommy, de Xavier Dolan

Es difícil hablar de una obra de Dolan sin mencionar un curioso dato: a pesar de sus cortos 25 años, este joven director ya cuenta con cinco películas en su haber. La quinta de ellas, Mommy, cuenta la historia de Diane Despres (Anne Dorval) una madre que, ante la muerte de su pareja, debe cuidar por su cuenta a su problemático hijo Steve. Tras comenzar a recibir ayuda de su misteriosa vecina Kyla la historia se dispara en diferentes sentidos, todos apoyados en la versátil cámara de Dolan, utilizando ingeniosos recursos para el desarrollo de la sensible historia. Su ojo le valió la preselección a Mejor Película Extranjera en la próxima entrega de los Oscar, así como el Premio del Jurado en Cannes y una nominación a la Palma de Oro del mismo festival.

 

Snowpiercer, de Bong Jon-ho

Primer película en inglés de este experimentado director surcoreano. Ambientada en un futuro pos-apocalíptico que mucho le debe al Brazil de Terry Gilliam (1985), Snowpiercer cuenta la historia de una sociedad que, tras un experimento fallido que tenía como objetivo contrarrestar los efectos del calentamiento global, se ve obligada a vivir en un enorme ferrocarril que circunvala el planeta sin pausa. Como en toda su historia, el tren se divide en sectores asignados por clase social: las clases altas van a la vanguardia, cerca de la máquina, mientras que los desposeídos se ubican al final del vehículo. Concientes de las injusticias a las que se ven sometidos, los oprimidos del Snowpiercer deciden avanzar revolucionariamente sobre la delantera del ferrocarril.

Snowpiercer está basado en el cómic Le Transperceneige, del francés Jean-Marc Rochette. Tras su estreno recaudó 53,6 millones de dólares, con lo que se transformó en la décima película más rentable de su país.

 

Frank, de Lenny Abrahamson

A veces lo bizarro se toma tiempos. Mientras más pacientes seamos, más disfrutaremos de la tercera (sin contar cortos y colaboraciones) obra de Abrahamson, basada en las peripecias de su guionista, Jon Ronson, como tecladista de Chris Sievey. Sucede que en sus días de música conoció a Fran Sidebottom, un extravagante personaje de la banda que sorprendía a su público en cada show. A través de Frank nos asomaremos a la historia de una peculiar banda buscando la fama. La componen su peculiar y enmascarado cantante (quien le da nombre a la película); Clara, la extraña tereminista (una adorable Maggie Gylenhall), y Don, su manager. Aquí no veremos un Get him to the Greek (2010) desaforado sino, más bien, una fábula acerca de cuán extraños pueden ser los caminos a la fama.

 

Skeleton Twins, de Craig Johnson

Dos hermanos unidos por algo más que los padres. Cuando Maggie está agarrando un puñado de pastillas para decretar su propio final, el teléfono la interrumpe. Milo, su hermano, tuvo la misma idea en su casa de California y Maggi decide ir a buscarlo. De esta manera retoman relaciones luego de diez años, ahora en el departamento de Maggie, en la ciudad de Nueva York. Es entonces cuando sus caminos y familias se cruzan, desarrollando así esta comedia negra compuesta de manera por demás interesante por Craig Johnson.

 

Ivan Soler – @vansoler

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