29 diciembre, 2014
Basura para Navidad en la Ciudad de Buenos Aires
La ciudad de Buenos Aires estuvo estos días festivos plagada de bolsas de basura. ¡Por qué? ¿Quién se encarga de la recolección de residuos? ¿Funciona la gestión de desechos en la Ciudad?

“Desde el 22 de diciembre que no se recolecta la basura”, denunció el Observatorio de Patrimonio y Políticas Urbanas Guarda Patrimonio Vivo en su cuenta de Facebook. Esta y otras acusaciones se viralizaron en las redes sociales, desde distintos barrios, pero con una imagen similar: contenedores de residuos abarrotados y rebosantes de bolsas de basura. Toda la escena estéticamente magnificada gracias al olor, producto de las altas temperaturas veraniegas, esperando una recolección futura de varios días.
Ante la queja de los vecinos, desde el gobierno porteño indicaron que todo se debió a que el miércoles no hubo recolección por el feriado de Navidad a lo que se sumó el jueves. El viernes se dispuso un operativo de emergencia que volvería a la normalidad la situación entre domingo y lunes (ya que los sábados tampoco funciona el servicio). Se confirmó también que las empresas percibirán una multa por lo ocurrido.
Más allá de este episodio, cuya escena es una postal repetida de la Ciudad, es necesario tener en cuenta los siguientes elementos, ya que los actores que son responsables de esta situación estarán presentes por un tiempo:
La actual recolección de residuos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) es producto de una nueva licitación que se inició en octubre de este año y que se desarrollará por ocho años con posibilidad de renovación a dos más, es decir a diez.
La dificultad para cambiar de proveedor del servicio por problemas de desempeño, se empeora dado que la licitación en cuestión no tuvo acuerdo legislativo, incumpliendo de esta manera la Constitución de la Ciudad que establece que toda concesión mayor a cinco años debe pasar por la Legislatura de la Ciudad. O sea que el contrato más oneroso de la Ciudad de Buenos Aires se concedió sin ni siquiera la mediación y el acuerdo de los representantes de los vecinos y vecinas de la misma.
Todas las empresas que ganaron la licitación, además de ser empresas conocidas de la “patria contratista”, son las mismas que desempeñaron en el servicio anterior. Las mismas son Cliba (Roggio), Nittida (Emepa), Urbaser (Transportes Olivos), Aseo y Ecología S. A, Industrias Metalúrgicas Pescaromona y Ashira. Es decir, fueron recontratadas exactamente las que ya estaban desarrollando el trabajo.
También el nuevo contrato de recolección es bastante caro, tanto en términos nacionales como internacionales, ya que el precio de la licitación al comienzo es de $1.239 pesos por habitante. Según la investigación del ex Legislador porteño Martín Hourest, Madrid, una ciudad comparable, gasta $660 por habitante, mientras que la ciudad de Córdoba destina $775 y Rosario $398.
¿Reciclaje? ¿Ciudad Verde?
Algo que tampoco sucederá en estos próximos diez años es la reducción de la cantidad de basura que los porteños mandamos a enterrar al conurbano bonaerense. Comparado con los casos anteriores, el de Madrid es un caso interesante ya que no solo es más barata la tarifa sino que ofrece otros servicios que los que brindan las empresas porteñas de recolección como servicios de recolección diferenciada de residuos reciclables.
Por más que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) se ufana de cumplir con la ley 1.854 de Basura Cero, donde el énfasis se encuentra en la recuperación, reciclaje y compostaje de residuos, la licitación en cuestión (a 10 años) establece que las empresas recolecten y transporten los residuos húmedos a las estaciones de transferencia, para ser compactados y enviados a rellenos sanitarios.
Los residuos húmedos, según el GCBA, son aquellos residuos que no son reciclables. Pero sin el fomento de la separación en origen, todos los residuos son húmedos -puesto que no fueron debidamente diferenciados- y los que no lo son al juntarse con los húmedos pasan a ser parte de los mismos. Es decir que el GCBA condena a sus vecinos (y a los vecinos de las zonas aledañas a los rellenos sanitarios) por 10 años más a recolectar y enterrar residuos húmedos (mezclados) tirando por tierra cualquier intento serio de generar una política de gestión de residuos basada en la recuperación y aprovechamiento de los residuos.
Félix Cariboni y Fernando Gónzalez
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