Economía

26 diciembre, 2014

El desempleo atenuó su merma favorecido por la baja en la tasa de actividad

Cada vez es menor la cantidad de gente que busca trabajo en la Argentina, lo que especialistas en empleo explican como “efecto desaliento”. Lo cierto es que así se explica por qué el índice de desempleo, aún con las diferencias entre los números oficiales y privados, cumple su segundo trimestre de baja desacelerada.

Cada vez es menor la cantidad de gente que busca trabajo en la Argentina, lo que especialistas en empleo explican como “efecto desaliento”. Lo cierto es que así se explica por qué el índice de desempleo, aún con las diferencias entre los números oficiales y privados, cumple su segundo trimestre de baja desacelerada.

El nivel de desempleo en la Argentina aumentó -por segundo trimestre consecutivo- y trepó al 7,5 por ciento, según informó el Ministerio de Trabajo. Mientras tanto, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), informó que durate el tercer trimestre, esa cifra se mantuvo estable. Sin embargo, este número es apenas 0,4 por ciento superior al de los primeros meses de este año, dato que puede explicarse a partir de la merma en la tasa de actividad.

Según los números que maneja la cartera que dirige Carlos Tomada, este índice –que incluye tanto a las personas empleadas como a aquellas que están buscando trabajo- cayó por segundo trimestre consecutivo y tomó una distancia del 1 por ciento con los primeros meses de 2013, que marcó uno de los números más altos de los últimos años.

“Los desocupados dejan de buscar trabajo porque no lo consiguen, se denomina efecto desaliento”, explicó Eduardo Donza, investigador de la Universidad Católica Argentina (UCA) y especialista en Trabajo y Desigualdad. Y complementó: “otra razón de baja de tasa de actividad puede ser por un mayor bienestar económico de los hogares: incrementos importantes de ingresos de los que ya eran perceptores o por aumento de transferencias por parte del Estado”.

Estas tasas se condicen, además, con los que arrojan los estudios que la cartera de Trabajo realiza con las empresas privadas: durante los primeros seis meses de este año, el 70 por ciento de los empresarios admitieron que no realizaron nuevas búsquedas de personal. Incluso durante el primer trimestre la generación de empleo cayó 0,5 por ciento y los despidos 0,7 puntos porcentuales.

“Definitivamente, cuando baja la tasa de actividad el desempleo crece a menor escala. Y eso se refleja, no solo en las estadísticas, sino también en la actividad”, explicó Leonor Bottino, Licenciada en Recursos Humanos y selectora de personal. “El sector empleo es la primera alerta, sobre todo en los puestos no calificados, donde primero empiezan a reducir dotaciones las empresas”, rectifica Bottino.

En la Encuesta de Indicadores Laborales, que elabora el ministerio que regula las relaciones laborales, se informa que durante el segundo trimestre de este año la cantidad de empleadores que decidieron buscar nuevo personal cayó del 70 al 59 por ciento.

Para explicar dicho retroceso, el informe apela a la memoria y describe que “estas expectativas son algo menos favorables a las expresadas un año atrás, pero
son superiores a las que se verificaron en el segundo trimestre del 2009, cuando la crisis global ya había impactado en la Argentina”.

“Es un problema en la calidad de la estructura productiva, y está enfocado en la oferta. Lo puestos de trabajo que se generaron entre 2003 y 2004, ahora se detuvieron fuertemente. Además, la oferta de puestos de trabajo no es de calidad”, analiza Donza.

La tasa de empleo es un número que trae preocupación a la gestión de Cristina Fernández. Esta cifra viene cayendo de manera sostenida desde los primeros meses del año pasado y se ubica, actualmente, en el 41,4 por ciento de la población. Este número representa un 0,4 por ciento menos que durante el primer trimestre del 2014.

Pero -aunque ambos son estatales- las estadísticas del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos difieren de las de la cartera comandada por Tomada. Para el INDEC –cuestionado desde la intervención del exsecretario Guillermo Moreno- la tasa de empleo en la Ciudad de Buenos Aires del primer trimestre de este año fue del 49,1 por ciento, 7,3 puntos porcentuales encima de las estadísticas con que cuenta el ministerio de Trabajo.

Sin embargo, también el Instituto oficial reconoce que el empleo ha venido cayendo, ya que el año pasado cerró con una tasa de 50,3 por ciento en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, según informó los primero días de enero.

Lo llamativo, es que este número es incluso menor al 51,2 por ciento que se registró durante 2008, en pleno conflicto con la cúpula agropecuaria por la Resolución 125, impulsada por el exministro de Economía, Martín Lousteau. También se destaca que, el nivel de empleo actual según el INDEC, es apenas 1,7 por ciento mayor que en los últimos meses de 2003.

“Lo que aparece es que a pesar de las mejoras desde el 2003 hasta el 2008, todavía persiste un porcentaje importante de la población económicamente activa que solo puede insertarse en empleos inestables de baja remuneración”, asegura Donza.

El período de mayor empleo en la Ciudad, según el organismo de estadísticas nacional, fue el que abarcó de enero a marzo de 2011, cuando el 52,1 por ciento de la clase activa tenía trabajo. Según las estadísticas difundidas acerca de los primeros tres meses de 2014, el 3 por ciento de ellos había perdido el empleo.

Alejada de las estadísticas oficiales, la Universidad Católica Argentina presentó en junio el informe del Barómetro de la Deuda Social Argentina, donde Donza analiza en el capítulo tres los temas relacionados a “derechos laborales y seguridad social”.

Allí se reflejan números disímiles a los de los organismos oficiales: para la UCA, durante 2013, el 43,4 por ciento de la población económicamente activa de la Argentina presentaba una condición de “empleo formal”, mientras que el 8,7 por ciento permaneció desempleado, más de un punto por encima de las mediciones oficiales.

“Las encuestas son diferentes, pero eso a nosotros no nos preocupa. Nuestra encuesta tomamos ciudades más chicas que la que realiza el INDEC. Si bien las encuestas tratan de ser similares, puede ser que estén captando diferentes”, explicó Donza al ser consultado por las estadísticas.

Lo alarmante del informe de la universidad se ubica en la cantidad de personas que se desarrollan a partir de un empleo precario –entre los que se incluye el trabajo en negro y los temporales no registrados, entre otros- que se ubicó en torno al 33,3 por ciento. En este caso, el problema del desempleo no distingue entre mujeres y varones, ya que el índice se divide en partes iguales.

“Lo que más preocupa es que cerca del 30 por ciento de los asalariados y el 70 por ciento de los que trabajan por cuenta propia no participen en el sistema de seguridad social”, alertó el especialista de la UCA. Por su parte, Bottino afirmó que “una de las cosas más importante es -después de una crisis de desempleo estructural- empezar con programas de reentrenamiento, porque después le cuesta mucho a las personas adaptarse a la autoridad o respetar horarios, por ejemplo”.

Por su parte, el Partido Comunista planteó también sus diferencias en torno a los números oficiales difundidos por el INDEC. Según un estudio encargado a la consultora SEL, la tasa de desocupación se ubicó en el 10,5% para toda el área metropolitana. Trasladado a números, significa que unas 750.000 personas buscan trabajo y no encuentran. “Mientras en la Capital el índice es del 8,1%, en el conurbano trepa al 12,3% de la población activa”, denunciaron.

“En el área integrada por San Isidro, Vicente López y la primera sección de La Matanza, entre otras, la falta de empleo afecta el 7,8% de los activos, en el cordón que entre otros partidos integran Florencio Varela, Moreno, la segunda sección de La Matanza, Tigre y Ezeiza, la tasa llega al 17,8 por ciento”, detalla el comunicado oficial del partido político.

Alan Tavares – @TukiTavares

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