16 diciembre, 2014
Los juegos del hombre
Finalizó una nueva temporada del show más popular de la televisión argentina. Tras un año lleno de entretelones faranduleros, cruces mediáticos y elocuentes guiños políticos, Marcelo Tinelli reconfirmó una vez más su necesaria vigencia para varios personajes que el año que viene se debatirán las candidaturas más firmes en vistas de las elecciones presidenciales.
Finalizó una nueva temporada del show más popular de la televisión argentina. Tras un año lleno de entretelones faranduleros, cruces mediáticos y elocuentes guiños políticos, Marcelo Tinelli reconfirmó una vez más su necesaria vigencia para varios personajes que el año que viene se debatirán las candidaturas más firmes en vistas de las elecciones presidenciales.
La joven Katniss enfrenta una nutrida multitud que apenas logra ver por culpa de las enceguecedoras luces estrellándose contra su rostro. A su lado, su pareja. Ambos deben posar frente a las intimidantes cámaras que, como unas máquinas de rayos X, escanean y retransmiten cada uno de sus movimientos y rebotan sus palabras en los oídos de audiencia y televidentes.
Acompañándolos, un elocuente animador. De sonrisa pétrea el conductor del show televisivo los arenga, intenta arrancarles palabras de sus bocas y construye un mensaje a partir de lo que sea que la flamante pareja diga. El objetivo de Katniss y el joven Peeta es claro: sobrevivir.
A través de la imagen que logren construir frente a cámara ellos dos sobrevivirán en ese mundo hostil que es el del juego de poder. Sea una mentira su romance o el más genuino producto del amor, lo que se debatirá será lo que las cámaras traduzcan. Y en gran parte eso depende del locuaz conductor del programa.
Lo que surgió de la ficción distópica Los Juegos del Hambre, dirigida por Francis Lawrence y protagonizada por la bellísima Jennifer Lawrence, no es difícil notarlo, pudo haber sido una descripción certera de cualquiera de las entregas de la 25° temporada de Videomatch/Showmatch/Bailando por un sueño.
Sucede que además de haber generado una sobresaliente competencia de baile con producción internacional, el programa conducido por Marcelo Tinelli a través de Ideas del Sur y televisado por El Trece fue arena de la presentación política de varios personajes. Todos los colores y signos pasaron este año por la pantalla más vista de la televisión: desde la irrupción del ahora opositor Martín Insaurralde hasta la presencia vía comunicación telefónica del gobernador Daniel Scioli, un incrédulo Mauricio Macri, el diputado Sergio Massa y Aníbal Fernández.
Pero, ¿Qué es lo que genera un programa en el que desfilan las más extravagantes figuras del espectáculo para que representantes de todo el arco político se entreguen a tal nivel de exposición?
Juego de Egos
Todavía está fresco en la memoria colectiva el momento en el que Fernando De La Rúa inició su debacle política tras el papelón en el mítico Videomatch hace más de una década. El ex presidente Carlos Menem fue un invitado asiduo del programa y, años más tarde, el propio Néstor junto a Cristina Fernández han mostrado gestos de acercamiento al conductor.
La realidad es que Tinelli, según varias notas de análisis de este 2014, siempre ha sabido jugar para sí mismo. El zabeca de Bolívar, además de un excelente líder de la TV, es un empresario. Su productora Ideas del Sur es una de las más poderosas máquinas mediáticas del país y no duda invertir cantidades desorbitantes de dinero en cada una de las temporadas del Bailando. Eso produce un efecto evidente: nadie puede evitar querer saber qué sucede en su programa. Ni lento ni perezoso, no duda en incomodarse a sí mismo y reinventarse año a año.
Durante mucho tiempo el programa y el propio Marcelo han sido blanco de sectores del feminismo por su evidente foco en la figura de la mujer, produciendo una objetivización y posterior espectacularización de los cuerpos. La producción ha tomado nota de esto y se adaptó a los (vertiginosos) tiempos: no más polleras cortadas con impúdicas tijeritas, coreografías menos arriesgadas e, inédito en la historia del programa, una notable (y cuestionada por izquierda y derecha) inclusión a las sexualidades diversas.
Naturalmente las críticas no tardaron en llegar, pero el gesto fue realizado. El conductor no dudó en apropiarse de esos cuestionamientos y resignificar el mensaje. Hizo a un lado el gesto burdo para con las participantes y adoptó (o más bien agudizó) su figura de padre de familia. Por primera vez su hijo Francisco pisó el estudio e incluso llevó a su neonato descendiente al programa a los pocos meses de haber nacido.
¿Esto tiene algo que ver con la fuerte influencia que tiene el cuervo más famoso en la escena política argentina? Sin dudas. La escena política requiere de Tinelli. Lo pide a gritos. En septiembre pasado la legislatura porteña, de mayoría macrista, aprobó entregarle un reconocimiento como figura ilustre de la cultura, que tuvo su acto un mes después.
Desde la bancada kirchnerista y varios sectores del progresismo y la izquierda no dudaron en salirle al cruce tanto al oficialismo de la Ciudad como al propio Tinelli. Incluso el filósofo José Pablo Feinmann, mediante un elocuente discurso, teorizó acerca de la gravedad del papel de Marcelo y sus productos para la cultura argentina. Es allí donde no basta con repetir hasta el hartazgo que el creador tanto de Videomatch y sus cámaras ocultas hasta de la excelente Okupas o Sol Negro farandulizó la política sino que es necesario preguntarse qué hizo el progresismo cínico para que la política no le escapara a la brillantina y el conchero.
Durante todo 2013 la televisión estuvo ausente de Tinelli. No afloraron los programas de filosofía política, materialismo histórico o reivindicación de género. Sin embargo se le sigue adjudicando la culpa de todo a este monstruo de una sola y gran cabeza.
Este año Martín Insaurralde, a través de la participación de su esposa Jésica Cirio en la competencia, se lanzó como precandidato para las elecciones del año próximo. Al igual que Katniss y Peeta en Los Juegos del Hambre reafirmaron su amor en cámara y, quizá, cual profecía autocumplida se posicionaron como la primera pareja virtual de la farándula política argentina.
La versión 2014 de Videomatch/Showmatch/Bailando por un sueño llegó a su fin. A pesar de que Anitabicho, tras una votación en la que participaron 941.000 personas mediante llamados telefónicos y SMS, hayan sido elegidos como los campeones del certamen por sobre el tricampeón Piquín, la conclusión es clara: el gran campeón de la competencia es uno solo y ya levantó vuelo hacia Marruecos.
Iván Soler – @vansoler
Si llegaste hasta acá es porque te interesa la información rigurosa, porque valorás tener otra mirada más allá del bombardeo cotidiano de la gran mayoría de los medios. NOTAS Periodismo Popular cuenta con vos para renovarse cada día. Defendé la otra mirada.