4 diciembre, 2014
Israel va a elecciones
El Parlamento israelí votó este miércoles una moción de desconfianza hacia el gobierno a propuesta de los partidos de oposición. Por este motivo, el próximo 17 de marzo se celebraran nuevas elecciones.

El parlamento israelí votó este miércoles una moción de desconfianza en el gobierno propuesta por los partidos de oposición. Por este motivo el próximo 17 de marzo se celebraran nuevas elecciones.
El actual gobierno ha llegado a su final ya que los desacuerdos entre el primer ministro, Benjamin Netanyahu (del partido derechista Likud), y su ministro de Finanzas, Yair Lapid de (Yesh Atid) son insalvables.
Diputados y ministros querían llevar a cabo un proceso electoral rápido, sobretodo para evitar las criticas al alto coste del proceso, pero la ley demanda que las elecciones se celebren al menos 90 días después de que el parlamento haya tomado una decisión.
La crisis gubernamental se viene arrastrando desde finales de la primavera boreal cuando colapsaron las negociaciones israelíes-palestinas iniciadas por el secretario de Estado norteamericano, John Kerry. Pero la desintegración del gobierno se precipito cuando diputados del Likud propusieron una ley para declarar a Israel como Estado nación del pueblo judío. Esto no fue aceptado por las fuerzas políticamente de centro que forman parte del gobierno.
El ultimo lunes el primer ministro demando, mediante un ultimátum, que su ministro de finanzas acepte cinco condiciones para que la actual coalición gubernamental pueda continuar:
(1) Dejar de subvertir los esfuerzos del gobierno en todo en lo que respecta a la construcción de viviendas en Jerusalén oriental y las relaciones con los Estados Unidos;
(2) Transferir inmediatamente seis mil millones de shekel (mil 500 millones de dólares) al presupuesto de defensa tal como ya se había decidido.
(3) Liberar fondos para la reubicación planificada de los cuarteles de las Fuerzas Armadas en el sur de Israel.
(4) Apoyar el proyecto de ley “Israel: Estado nación del pueblo judío” tal como este fue formulado por el primer ministro.
(5) Congelar la propuesta de el 0% de IVA en la compra de primeras viviendas, y utilizar los tres billones de shekels previamente asignados para reducir precios al consumidor.
Si bien Netanyahu insistió que no esta interesado en embarcarse en una campaña electoral hizo hincapié en que es peor “continuar con un gobierno saboteado por ministros que llevan a cabo acciones en contra de los intereses del público”. Por su parte el ministro de Finanzas Lapid criticó la irresponsabilidad del primer ministro que lleva al país a las urnas por segunda vez en dos años, acusándolo de llenar los bolsillos de los partidos judíos ultra-ortodoxos con el dinero sacado a la clase media.
“Netanyahu decidió actuar irresponsablemente y no cumplir con sus obligaciones”, dijo Lapid añadiendo que “el primer ministro decidió llevarnos a elecciones innecesarias”.
En un tono más político, la ministra de Justicia, Tzipi Livni (del partido Hatnua) declaro que el objetivo de las próximas elecciones será reemplazar un gobierno “extremista, provocativo y paranoico” que no sabe luchar contra el terrorismo al mismo tiempo que “defiende las libertades civiles y el sionismo”. Livni acusó al primer ministro de incitar a la ciudadanía promoviendo conflictos en el seno de la sociedad.
El martes por la tarde, hora de Israel, el primer ministro despidió a Tzipi Livni y Yair Lapid abriendo el camino a las próximas elecciones. Paralelamente Netanyahu comenzó el cortejo de los partidos ultra-ortodoxos, asumiendo que con ellos y la ultra derecha conseguiría una mayoría estable tras las próximas elecciones.
Una encuesta realizada por el Instituto de Investigación y Estrategia para BeHadrei Haredim, un portal de noticias ultra-ortodoxo, dio diez escaños al partido de esa tendencia, Shas, en caso de que las elecciones se celebrasen hoy. Según esta encuesta el Likud lograría 27 escaños, frente a los actuales 18. HaBait HaYehudi de Naftali Bennett, se convertiría en el segundo partido político mas votado llegando a obtener 17 escaños. Israel Beyteinu de Avigdor Lieberman, bajaría a 8 escaños al igual que el Judaísmo de la Torá. Esto daría a Netanyahu una mayoría estable de 70 escaños superando las contradicciones actuales.
El presidente de Shas, Areye Der’i insistió en que la formación ultra-ortodoxa no se uniría a la coalición antes de las elecciones.
“Un nuevo gobierno sólo será formado después de las elecciones”, dijo Deri en un comunicado. “El primer ministro debe disolver el parlamento inmediatamente. Lo que tenemos ahora es un gobierno plagado de contradicciones que ha fracasado en todos los ámbitos”.
Sergio Yahni, desde Jerusalén
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