27 noviembre, 2014
Absolución para Luz y Diego
Luz Gomez y Diego Romero fueron absueltos por el Tribunal Oral del Moron luego de pasar dos años privados de su libertad por un crimen que no habían cometido. Estaban acusados del asesinato de un colectivero de Castelar.

Luz Gomez y Diego Romero fueron absueltos por el Tribunal Oral del Moron luego de pasar dos años privados de su libertad por un crimen que no habían cometido. Estaban acusados del asesinato de un colectivero de Castelar.
La pareja proveniente de Jujuy recibió el veredicto absolutorio del Tribunal Oral Criminal N° 5 de Moron luego de ser acusados en diciembre de 2011 de matar a un colectivero en Castelar. Las pruebas que fueron utilizadas para justificar su encarcelamiento fueron una mochila que se habían olvidado en un remis y una rueda de reconocimiento irregular.
Luego de las cuatro audiencias que tuvo el juicio oral, el veredicto fue dado en una breve audiencia que solo duro unos minutos. El secretario explicó que se los absolvió “por no haber probado la acusación su responsabilidad penal en los delitos de robo agravado por el uso de arma de fuego, portación de arma de guerra y homicidio criminis causa”.
Desde el inicio de la causa, tanto los abogados defensores de la pareja como los organismos de derechos humanos y las diversas organizaciones sociales y políticas que acompañaron el proceso denunciaron fallas en la instrucción y el armado de la causa en contra de Luz y Diego.
“Todavía no caigo que fuimos absueltos. Ojala todo esto que nos pasó quede como un lejano recuerdo. Ahora tenemos que retomar nuestras vidas con todo lo que quedó en pausa por esta causa”, dijo Luz Gomez a la agencia de noticias Infojus al salir del tribunal y agregó “a la gente de los sectores más humildes es a la que les pasan estas cosas”.
Eduardo Soares, uno de los abogados defensores, afirmó que ahora queda esperar si la decisión de los jueces Susana Leticia De Carlo, Angélica Parera y Carlos Enrique Thompson será apelada por el fiscal Marcelo Verona Quinternosian, quien solicitó la pena máxima la semana previa al veredicto. Luego de esto la defensa evaluará si pide un resarcimiento económico contra el Estado provincial.
La causa
El crimen que se le imputaba a la pareja ocurrió en octubre de 2011, cuando una pareja intentó robar en la casa de Roberto Castillo, colectivero de la linea 216. El hombre, que se encontraba durmiendo la siesta, salió de la habitación con un revolver y recibió tres tiros por parte de los asaltantes, uno en la mano y dos en la cabeza. Luego la pareja escapó.
Dos meses después, el 21 de diciembre, un grupo de policías entró en la casa que Luz y Diego alquilaban en Villa Ballester y los detuvo como sospechosos del asesinato. El motivo fue que la policía encontró en el lugar del crimen una mochila que contenía un arma y un certificado de vacunas de Zaira Romero, hija de la pareja.
Durante el juicio oral, se comprobó con testigos que la pareja había perdido la mochila en julio del mismo año y que el día del hecho se encontraban haciendo compras en un shopping de Boulogne, sobre lo cual también hay testigos y boletas de tarjetas de crédito.
Por otra parte, el ADN de la mancha de sangre encontrada en la escena del crimen no se corresponde con el de la pareja.
Las irregularidades
El abogado defensor reclamó la nulidad del juicio por las irregularidades con que la causa fue tratada. Este pedido que fue denegado por el Tribunal.
“Quedó demostrado que fue una causa en la que trabajaron e investigaron mal: violaron normas procesales y contaminaron la prueba. Podría haberse resuelto de otra manera. En el expediente están los autores del hecho”, afirmó Seoares.
Uno de los puntos cuestionados fue la rueda de reconocimiento en la que tanto luz como Diego fueron señalados como autores del hecho. Según testificó Romero, la policía le cortó el pelo en la celda antes de la ruda, fruto de lo cual hubo coincidencia con el identikit del supuesto asesino, que llevaba pelo corto y barba candado.
Por otro lado, según se desprende del testimonio de Ezequiel Mansilla, quien colaboró como testigo con la policía científica, la prueba fue manipulada durante la recolección de huellas dactilares, muestras de sangre y objetos.
“Tuve el arma en mis manos y no tenía guantes. Le avisé a la policía que tenía miedo por eso y me dijo que no pasaba nada”, declaró Mansilla. Por este motivo, Soares había reclamado la nulidad de las actas de incautamiento de la mochila y el levantamiento de evidencia.
Ante el número de irregularidades, Seoares afirmó que irán a la Corte Interamericana de Derechos Humaos por la connivencia entre el Defensor y la Fiscalia.
“Queremos que se llegue hasta el fondo de ese corporativismo que involucra a la policía, a la Defensoría oficial y a las fiscalías. Las ruedas de reconocimiento fueron aceptadas por el Defensor que el Estado pone para defender a las personas. Vamos a ir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos. No puede haber connivencia entre el Defensor y la Fiscalía”, aseguró el abogado.
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